Dolor de abdomen, ¿qué significa?: «A veces el dolor aparece en un sitio y se mueve a otro»

Laura Inés Miyara
Laura Miyara LA VOZ DE LA SALUD

ENFERMEDADES

El dolor en el abdomen puede tener distintas causas según su localización.
El dolor en el abdomen puede tener distintas causas según su localización. iStock

La división del abdomen en nueve cuadrantes es una herramienta que utilizan los médicos para llegar más rápido al origen del dolor

20 ago 2023 . Actualizado a las 21:31 h.

El dolor en el abdomen es uno de los síntomas más frecuentes que los médicos de atención primaria y de urgencias ven en sus consultas y puede estar relacionado con causas totalmente diversas, desde el ciclo menstrual hasta un infarto. Hacer un diagnóstico teniendo como pista principal ese dolor no es, por lo tanto, nada fácil. Para establecer la causa, los profesionales sanitarios utilizan, entre otras herramientas, el sistema de división de la anatomía abdominal en cuadrantes. Este esquema indica, según la localización del dolor (aunque siempre se deben tener en cuenta otras variables y síntomas), de qué patología se puede tratar.

Cuadrantes

«La división del abdomen en cuadrantes es algo clásico desde hace muchos años y se utiliza como una característica más para saber cuáles pueden ser las causas del dolor. Pero no es la única, porque no siempre estas localizaciones son tan precisas y hay pequeñas variaciones. A veces el dolor va a un sitio que no es el que esperaríamos. Entonces, también hay que tener en cuenta si es agudo o es crónico, si es de tipo opresivo, como si fuera una presión, o punzante; si aparece repentinamente, luego baja y después vuelve, o si es un dolor sordo que está de manera constante», explica el doctor Daniel Carpio, especialista en aparato digestivo.

Cuando un paciente llega a Urgencias o a una consulta, los médicos indagan en todas estas características del dolor. «No solo vemos los cuadrantes en los que se ubica, sino también, por ejemplo, la irradiación, porque a veces el dolor aparece en un sitio y se mueve a otro», deñala Carpio. En todo caso, la división en cuadrantes es una ayuda útil para establecer ese diagnóstico en una zona del cuerpo que abarca gran parte del torso y contiene múltiples sistemas y órganos.

Hipocondrio derecho

«El hipocondrio derecho es una zona importante del abdomen. Allí están la vesícula biliar y el hígado. Un dolor muy típico en esa zona son los cólicos biliares, de la vesícula», explica el doctor Roi Ribera, especialista en aparato digestivo. La vesícula biliar es una víscera hueca, de entre cinco y siete centímetros de diámetro, que se sitúa justo debajo del hígado. «Su función consiste, básicamente, en ser el almacén de la bilis secretada por el hígado hasta que el estímulo adecuado produce su contracción y la liberación de la bilis al duodeno para la digestión», explica la enfermera Esther Gómez.

Un dolor en la vesícula puede indicar la presencia de cáculos o piedras que estén obstruyendo esas vías biliares y esta es una causa de hospitalización frecuente, sobre todo a partir de los cincuenta años. «Los cálculos más comunes son los de colesterol y los factores para su formación son la obesidad, la pérdida rápida de peso, la diabetes, la nutrición parenteral prolongada y la terapia hormonal sustitutiva», detalla Gómez.

Pero los cólicos pueden tener otras causas. «Generalmente, un cólico es un dolor muy intenso en esa zona que dura horas y que cede con antiinflamatorios. Pero los signos de alarma ahí están relacionados con la fiebre. Porque si al dolor se le suma la fiebre, probablemente estés haciendo una colangitis, que es una infección de las vías biliares. Esa es una urgencia y hay que hacer una ecografía para descartar determinadas cosas. Puede ser, por ejemplo, una inflamación de la vesícula biliar, que requiere ingreso y posiblemente haya que operar durante el ingreso», detalla Ribera. ¿Cómo identificarlo? «Es un dolor que suele irradiar hacia la espalda, al omóplato, se acompaña de vómitos y otros síntomas», describe Carpio.

El hígado también se encuentra en este cuadrante del abdomen, pero sus patologías no suelen causar dolor. De hecho, las hepatitis suelen ser asintomáticas. «Esta región puede doler cuando se inflama el conducto de la bilis, que sale del hígado. Ese conducto se puede obstruir con una piedra o una colangitis y a veces duele cuando se forma una infección o un sangrado en la zona, pero el hígado en sí no es algo que duela», aclara Carpio.

Otros problemas que pueden provocar dolor en esta región son los del estómago o el páncreas, aunque más frecuentemente el dolor en esos casos se localizará en el epigastrio.

Epigastrio

En esta región encontramos el páncreas, el estómago y parte del hígado. «Las enfermedades típicas del epigastrio son las pancreatitis aguda o crónica, que suelen provocar un dolor brusco en el epigastrio que se irradia en forma de cinturón. Duele en el centro, arriba, pero va como un cinturón hacia los lados y hacia atrás» dice Ribera.

El páncreas es una glándula encargada de la secreción del glucagón, la insulina, electrolitos y enzimas pancreáticas, todas sustancias que participan en la digestión de los alimentos y que son sumamente importantes en ese proceso.

Las pancreatitis, o inflamaciones del páncreas, se pueden producir debido a cálculos en las vías biliares, o a causa del alcohol. En estos casos, «es típico que el dolor súbito se acompañe de náuseas o vómitos y e distensión y parálisis de los movimientos intestinales. La presencia de fiebre debe hacerte sospechar de una complicación infecciosa o una necrosis de la glándula», advierte Gómez, por lo que si se asocia este síntoma al dolor, es crucial acudir al médico.

El estómago, encargado de recibir los alimentos para su digestión, puede generar dolor cuando el jugo gástrico que contiene genera acidez, o cuando aparecen úlceras pépticas o duodenales. «Si es una úlcera gástrica, el dolor típico es uno que se alivia cuando comes y empeora al dejar de comer. Y la úlcera duodenal es al revés, causa un dolor cuando comes. Pero hay que hacer una endoscopia y ver dónde está el problema», distingue Ribera.

En el epigastrio se debe hacer un diagnóstico diferencial entre causas de origen digestivo y otras no digestivas que producen una sintomatología similar. «Una causa típica que se confunde muchas veces con temas abdominales porque duele en la zona epigástrica son los eventos de origen coronario, es decir, cardíaco. A veces, los infartos causan dolores en el epigastrio. Entonces, siempre estamos obligados, cuando alguien viene con ese tipo de dolor a Urgencias, a hacer un electrocardiograma», señala Ribera.

Hipocondrio izquierdo

En el hipocondrio izquierdo, el órgano fundamental que encontramos es el bazo. Se ubica del lado izquierdo, encima del estómago y debajo de las costilas. Tiene el tamaño aproximado de un puño y forma parte del sistema linfático. «Sirve para combatir infecciones y mantener el equilbrio de los líquidos corporales. También contiene glóbuos blancos, células del sistema inmune y cumple varias funciones fundamentales», detalla Gómez. El bazo filtra y destruye células sanguíneas viejas y dañadas, produce glóbulos blancos y almacena glóbulos rojos y plaquetas.

Esta zona es considerada a nivel médico como la más inespecífica de todas, ya que los dolores que aparecen en el lado izquierdo suele tener las mismas causas que los que se presentan en el centro del abdomen o en el hipogastrio derecho. «Lo que hay allí es el bazo, pero son muy raras las cosas que pueden ocurrir en ese órgano. Puede haber un absceso, un infarto en el bazo. Es más frecuente que haya algún traumatismo, por ejemplo, los típicos golpes con el manillar cuando vas en bicicleta pueden causar una rotura del bazo. Pero sigue siendo una causa rara de dolor», señala Ribera.

Mesogastrio

Nos encontramos en la zona central del abdomen, la que rodea al ombligo. «Hay varios dolores que pueden ocurrir ahí, pero es típico del intestino delgado. Por ejemplo, la gastroenteritis, aunque es generalizada, donde más suele doler es alrededor del ombligo, que es donde se sitúa el intestino delgado por debajo y es quizás el dolor más típico de esa zona», apunta Carpio.

Sin embargo, esta no es la única causa posible. «A veces puede ser una apendicitis. El dolor típico de la apendicitis es en el mesogastrio, en la zona central del abdomen, que con las horas se va dirigiendo hacia la parte de abajo a la derecha, la fosa ilíaca derecha. Entonces, las fases iniciales de una apendicitis pueden doler ahí. Luego, las úlceras también pueden doler en esa zona. Sobre todo, las úlceras duodenales. También hay causas menos frecuentes, como una hernia abdominal o umbilical», señala Ribera. La pancreatitis también puede presentarse con dolor en el mesogastrio en algunos casos.

Flanco derecho

En los flancos, los dolores más típicos son los relacionados con el colon o intestino grueso, que se localiza en esa zona. «En las colitis o el colon irritable con frecuencia duelen los dos flancos, porque el colon viaja por los flancos, está en los laterales de la tripa, entonces, con más frecuencia, los dolores en esa zona tienen origen en el colon», explica Carpio.

«Los riñones pueden doler si tienes un cólico nefrítico, una piedra en los riñones. Pero duele en la zona posterior, en las fosas renales, en la espalda. El dolor se dirige desde allí a la ingle en algunos casos», dice Ribera. Estos dolores pueden localizarse en el flanco derecho o el izquierdo, según el riñón afectado.

En esta zona, también hay que prestar atención a los signos de apendicitis, que es una emergencia médica. En este sentido, «el dolor de la apendicitis es en las fases iniciales en la zona media, umbilical y, cuando avanza, en la fosa ilíaca derecha, es decir, hacia abajo, aunque muchos lo refieren en el flanco derecho, en el medio a la derecha», señala Ribera.

Flanco izquierdo

En este lado del cuerpo, los dolores suelen deberse a problemas relacionados con el riñón izquierdo o el colon. En otros casos, una enfermedad inflamatoria intestinal podría ser la responsable de este dolor, por ejemplo, aunque lo más frecuente es que pueda deberse a una situación de estreñimiento.

Fosa ilíaca derecha

Este es el terreno de la apendicitis en su estadio avanzado. Un dolor agudo y repentino en esta región indica, por lo tanto, que debemos acudir de manera inmediata al médico. Pero en las fosas ilíacas, ubicadas en la parte baja del abdomen, los síntomas de dolor pueden indicar un problema a nivel pélvico, urinario o incluso de los órganos sexuales. «En las fosas ilíacas puede haber dolor de los ovarios, por ejemplo», señala Carpio.

Un dolor en esta región puede deberse también a una hernia inguinal, una patología frecuente y típica. «Las hernias son zonas de debilidad en el abdomen con orificios por donde se pueden colar los intestinos. En la zona inguinal hay un orificio que es por donde pasan los vasos sanguíneos, en el caso de los hombres, el conducto espermático, los uréteres que van del riñón a la vejiga para orinar. Cuando ese orificio se hace un poco más grande de lo habitual, se puede colar por ahí una parte del intestino, causando dolor», explica Ribera.

«Esto ocurre cuando haces esfuerzos de forma continuada. Por ejemplo, gente que carga mucho peso y hace mucho esfuerzo abdominal favorece que ese orificio se haga más grande y en algún momento se puede colar por ahí el intestino. La obesidad también lo puede favorecer. Puede ocurrir en la fosa ilíaca derecha, en la izquierda o en las dos», añade Ribera.

«En la fosa ilíaca derecha y en la zona baja del abdomen es típico también el dolor por enfermedad inflamatoria intestinal, sobre todo la enfermedad de Crohn», señala Ribera. Se trata, en definitiva, de una zona inespecífica en la que habrá que prestar atención a los síntomas que acompañan a ese dolor para saber a qué puede deberse el problema.

Hipogastrio

En esta región podemos encontrar estructuras del aparato digestivo, pero también otras como la vejiga o el útero. En todas ellas se puede localizar el dolor como síntoma. «El hipogastrio es un cuadrante variado. Pueden doler la vejiga, los ovarios, la parte final del intestino, que es el sigma, el útero. En la mayoría de casos, cuando hay dolor en el hipogastrio muchas veces se piensa como primera opción en problemas urinarios o de la vejiga», dice Carpio.

Las infecciones urinarias afectan al 40 % de las mujeres españolas en algún momento de su vida y a un 5 % de los hombres. En estas infecciones, los síntomas como el dolor o la presencia de sangre en la orina indican que hay que acudir al médico para que prescriba un tratamiento con antibióticos.

A nivel de los órganos sexuales femeninos, el síndrome de ovario poliquístico (SOP) y la endometriosis son dos posibles causas de dolor en la parte baja del abdomen. «Puede haber otras causas ginecológicas como folículos de ovarios, enfermedades inflamatorias pélvicas, de las trompas, de los ovarios o miomas del útero», detalla Ribera.

Fosa ilíaca izquierda

En esta zona puede haber síntomas relacionados con los mismos problemas que afectan a la fosa ilíaca del lado derecho: hernias, estreñimiento o gases. Pero del lado izquierdo también puede aparecer dolor asociado a una patología específica, la diverticulitis.

Los divertículos son pequeñas bolsas de tejido que se forman en la pared interna del intestino. En determinados casos, una de las bolsas se inflama y desarrolla un pequeño desgarro en el revestimiento del intestino. Esto puede causar una infección en ese sitio, que se denomina diverticulitis.

«La diverticulitis, infecciones de los divertículos, son enfermedades que aparecen generalmente en el sigma, que es la parte inicial del colon, del intestino grueso. Generalmente, el sigma va orientado hacia la izquierda y ahí es donde se presentan las diverticulitis. Si tienes fiebre y dolor en la fosa ilíaca izquierda, tienes que ir a Urgencias y te tendrán que hacer un TAC para descartar esta enfermedad», indica Ribera.

Cuándo acudir al médico

Aunque esta guía incluye las enfermedades y afecciones que más frecuentemente se asocian a dolor agudo en el abdomen, estas no son las únicas causas posibles. «Un dolor agudo que aparece de repente y de forma muy abrupta, si va subiendo en intensidad y sobre todo si se acompaña de otros síntomas, indica que hay que consultar para una valoración urgente. Y cuando hay dolores crónicos, hay que consultar si se mantiene durante tres o cuatro semanas, sobre todo si se acompaña de síntomas como la pérdida de peso», reocmienda Carpio. 

Laura Inés Miyara
Laura Inés Miyara
Laura Inés Miyara

Redactora de La Voz de La Salud, periodista y escritora de Rosario, Argentina. Estudié Licenciatura en Comunicación Social en la Universidad Nacional de Rosario y en el 2019 me trasladé a España gracias a una beca para realizar el Máster en Produción Xornalística e Audiovisual de La Voz de Galicia. Mi misión es difundir y promover la salud mental, luchando contra la estigmatización de los trastornos y la psicoterapia, y creando recursos de fácil acceso para aliviar a las personas en momentos difíciles.

Redactora de La Voz de La Salud, periodista y escritora de Rosario, Argentina. Estudié Licenciatura en Comunicación Social en la Universidad Nacional de Rosario y en el 2019 me trasladé a España gracias a una beca para realizar el Máster en Produción Xornalística e Audiovisual de La Voz de Galicia. Mi misión es difundir y promover la salud mental, luchando contra la estigmatización de los trastornos y la psicoterapia, y creando recursos de fácil acceso para aliviar a las personas en momentos difíciles.