Adra

Un abderitano en ‘La sociedad de la nieve’

Colabora como especialista en lentes de contacto en la película de Bayona

Pepe Cazorla
18:13 • 09 feb. 2024 / actualizado a las 18:21 • 09 feb. 2024

Juan José Cruz Crespo es de Adra y ha trabajado como el óptico-optometrista que más tiempo ha pasado en la película 'La sociedad de la nieve', película española nominada a dos Oscar (mejor película internacional y mejor maquillaje), también nominada a 12+1 de los Goya. Su función era ponerles lentillas especiales a los actores de la película para recrear a la perfección diferentes estados de sus ojos a lo largo de la historia. Una gran labor profesional que realizó junto a sus compañeros, Juan Bolívar, Alicia López y Jorge Caballero. Todos ellos han formado también una sociedad vanguardista.



Juan José es óptico-optometrista y su papel ha sido ponerles unas lentes de contacto, unas lentillas especiales, para las cuales, los actores le daban aún más dramatismo y realismo. Impregnó secuencias con lentes que hacían simulaciones de hemorragias, otras de ojos rojos e incluso había una que simulaba un ojo de cristal. Tocaba por tanto colocar las lentillas sin estropear el maquillaje, además de estar supervisando que no hubiese ningún problema visual durante el rodaje.



El tiempo que ha pasado el abderitano ha sido casi de tres meses subiendo continuamente desde Granada a Sierra Nevada y con  jornadas maratonianas hasta prácticamente la noche. Y es que en tres meses ocurren muchas cosas. Ha sido el niño de sus ojos, las de los actores, el que ha dado miradas desgarradoras en muchas de las escenas. Ha vivido el rodaje como algo sorpresivo, el que habitaban unos optometristas dentro de un largometraje, y el estar rodeado de tanta gente de primera a nivel nacional e incluso internacional.



El de Adra se siente gratificado con su participación dentro de este proyecto. Le ayudaron mucho a integrarse dentro del departamento que se le asignó que al final estaba incluido en el departamento de maquillaje, peluquería y efectos especiales que está también nominado a los Oscar al igual que la película. Cada día ha vivido una experiencia nueva, a veces le tocaba rodar en el set que estaba en Pradollano (Granada), en otra, le tocaba subir a la sierra, a 2.800 metros de altitud.



O sea, que sin quererlo, estaba estudiando en esos momentos un máster y se ha visto involucrado y gracias a un compañero, Juan Bolívar, que contactó con él y dado a su quehacer diario, (ellos no podían estar todos los días que requería el rodaje allí), y por eso Juan José tenía más disponibilidad y se ocupó finalmente de toda la parte más gorda del trabajo, que fueron tres meses.



Juan José lleva catorce años de experiencia de óptico-optometrista, empezando en Roquetas de Mar y desarrollando prácticamente toda su carrera aquí en Adra en dos ópticas diferentes (Óptica Cervantes y Espejo), y se mudó a Granada por casualidades de la vida y allí le ha surgido esta oportunidad.



Volviendo al rodaje, no fue fácil, hubo que tener buen temple en los dedos de sus manos para la colocación de las lentillas. Para que la gente lo entienda, no son unas lentillas al uso normales que solo ocupan la cornea que normalmente utiliza la gente, no, son unas lentillas que ocupan prácticamente todo el ojo, estamos hablando también de la parte blanca, y para eso, pues, no todo el mundo está capacitado para introducir una lentilla de 22 milímetros dentro del ojo. Y más, en una circunstancia extrema en casi 3.000 metros de altura metido dentro del avión, que para mas inestabilidad, estaba inclinado con el actor tumbado, y para intentar ponerle la lentilla. Juan José, se tenía que subir a unas escaleras de más de 2 metros y medio, meter su cuerpo por la parte de arriba del avión y ponerle la lentilla.



Juan Antonio Bayona, el director de la película, la ha llevado a un nivel de excelencia dando a los actores el nombre de los verdaderos protagonistas. Cada día era algo nuevo, si no surgía la escena como él quería, se repetía hasta que estaba de acuerdo y viendo cómo trabaja no solo él, sino todo lo que había a su alrededor, porque se ha rodeado de quizás de lo mejor que puedan existir a España en cada departamento.


No le extraña nada a Juan José Cruz que esté nominada tanto como película internacional a sus premios. Es una película muy, muy real. No se recrea en el canibalismo que siempre es lo más morbo da, sino que se enfoca más en la unión que hubo, cómo crearon esa sociedad que hicieron los protagonistas de esta historia.


La gran mayoría no habían usado lentillas y menos de ese porte, salvo un actor  que usó las de contacto, pero todos han respondido muy bien, prácticamente no se ha tenido ningún problema. Intentar situar una lentilla más grande de lo habitual en un ojo, no es fácil, pero como cuenta Juan José, han sido siempre muy amables con él y han estado siempre muy educados. Ponerse tan cerca de estos actores para ponerles las lentillas, ha sido todo un gustazo, una experiencia muy bonita que incluso le ha dado tener relación con alguno de ellos.


Cuenta el abderitano Juan José Cruz que cuando tenía un pequeño descanso durante el rodaje se sentaba en una silla, pero al instante tenía que poner piernas de por medio al escuchar gritar: "¡lentillaas!" y tener que subir sierra cuesta arriba para poner la lentilla porque eran segundos los que querían para poder empezar a rodar. La lentilla era lo último que se ponía dentro de un rodaje para poder empezar a hacer la escena y a 2.800 metros de altitud y Juan José llenó hasta las cejas de nieve, de frio, no es lo mismo que ponerla en la clínica sentado en una silla.


Es la primera vez que participa en un rodaje de esta magnitud y gracias a su participación en  'La sociedad de la nieve' le ha surgido algunas cosas más. No en vano ha estado junto a los ganadores de un Oscar y diversos Goya por 'El laberinto del fauno', los maquilladores de efectos especiales, Montse Ribé y David Martín.


Juan José no tenía ese conocimiento tan profundo de la historia, vivirla desde dentro, le ha hecho conectar más con la historia real que sucedió e incluso había muchos días de rodaje que la gente lloraba por el plató, apunta. Ha visto dos veces la película y las dos veces en sala de cine porque es una película que recomienda a todo el mundo que la vean en el cine, porque se observan unos paisajes muy, muy bonitos.


No es el tema de que esté rodada entre Sierra Nevada o los Andes en la zona de Chile, es que son unos paisajes espectaculares como para verlo en una pantalla muy grande. Quizás en pantalla pequeña, esos pequeños detalles, incluso el tema de las lentes de contacto para ver una hemorragia o unos ojos blancos que aparecen en algún momento no se distinguen con nitidez en una pantalla de casa a como en una pantalla de cine.


Y la música, evidentemente. Las puertas al cine nunca están cerradas para Juan José que ya participó en una serie de habla inglesa titulada 'Kaos' que si no está estrenada ya en Netflix pronto se estrenará y en un par de ellos que han surgiendo en estos últimos días. Le han propuesto alguna cosa más que al final nos ha llegado a aceptar, porque el tema de la optometría que está dentro del cine, todavía no está del todo bien visto, no porque no hagan un buen trabajo, sino porque no entienden que la lentilla es un producto sanitario todavía y se lleva muchos años poniendo sin deber. Pero poco a poco se abrirá ese camino.


En cuanto a seguir su carrera profesional dentro de una óptica o clínica, nunca la descarta. De este viaje cinematográfico se queda sobre todo con el enriquecimiento tanto personal como profesional rozando situaciones muchas veces al límite donde los pequeños detalles, dan que seas bueno, regular o que puedas intentar llegar a la excelencia en un trabajo. Aparte, el grupo humano que se creó allí en el departamento de maquillaje fue excepcional, teniendo grandes conocidos, incluso algunos con el tiempo podrá llegar a ser un gran amigo y que cada vez que les surge cualquier problema le llaman para intentar solucionarlo. Y a nivel personal, Juan José Cruz Crespo, agradece a toda su familia, que siempre le han apoyado ante cualquier reto profesional que se ha embarcado, tanto a sus padres y hermano. Y como mención especial, su mujer y su hija, que fueron ellas dos sobre todo, las que sufrieron verle casi continuo subiendo todos los días a la sierra granadina, sin saber, qué horario podía tener al día siguiente, si tenía que ir o no.



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