Impresionante e innovador edificio horizontal que servía como una de las entradas a la Exposición Universal del agua 2008.
Obra de Zaha Hadid, arquitecta angloiraquí procedente de la corriente del deconstructivismo, reconocida en diversas ocasiones con premios de gran nivel internacional, entre ellos el Premio Pritzker, tratándose de la primera mujer que consigue este galardón.
La estructura pretende imitar a un gladiolo tendido sobre el río Ebro y consta 270 metros de longitud. La piel del edificio está formada por una malla romboidal a modo de tela metálica que se ciñe a la forma del edificio, cubierta a su vez de vidrio, y que permite la visión del rio Ebro.