Cómo la pandemia ha afectado a las aptitudes lingüísticas de algunos niños

Desarrollo

El uso de mascarillas entorpeció la interpretación de gestos y fonemas que los niños adoptan por imitación

Cómo escoger gafas para un niño

Horizontal

La limitación de los contactos al núcleo familiar y el temor al acercamiento ha podido lastrar el aprendizaje de ciertas aptitudes comunicativas.

Ana Jiménez

El habla y la comunicación no verbal son herramientas fundamentales para la interacción con los demás en los entornos sociales. La adopción de las habilidades comunicativas es un proceso que se inicia en la infancia y que se prolonga a lo largo de los años a medida que perfeccionamos nuestra capacidad de expresión y comprensión hacia los demás. Para ello, la recepción de estímulos es la base del aprendizaje por imitación que practicamos desde niños.

La pandemia de Covid-19 trajo consigo serias restricciones a la movilidad y al contacto interpersonal. Las actitudes prudentes como el mantenimiento la distancia de seguridad, unido al uso de las mascarillas, se convirtieron en auténticos obstáculos para la comunicación que, sin embargo, los más pequeños asumieron como comportamientos normales. Si bien los factores genéticos y neurológicos son los que tienen una mayor incidencia en el desarrollo de problemas del lenguaje, en las dificultades de algunos niños para hablar, escribir o escuchar también ha podido influir el contexto pandémico.

Causas de los problemas del lenguaje

Los problemas del lenguaje son un hándicap importante en el desarrollo cognitivo del menor que puede afectar negativamente a sus relaciones personales o a su rendimiento académico en el futuro. Pese a ser multicausales, la psicóloga Elena Sanz recopila entre las restricciones a la comunicación y socialización durante la pandemia algunas de las causas que han podido afectar a las aptitudes de expresión y comprensión de los niños nacidos en este contexto.

Por un lado, los estímulos sensoriales y las interacciones quedaron limitados al núcleo familiar durante el confinamiento. En paralelo, con el acceso restringido a las guarderías o los parques supuso privar a los niños de relacionarse con sus semejantes y adoptar así los mecanismos precisos para el aprendizaje por imitación. Además, superadas las restricciones más duras, pero con el estado de alarma todavía en vigor, la comunicación con los demás siguió condicionada en gran parte por la ausencia de contacto físico y el temor al acercamiento.

El uso de mascarillas dificultó asimismo la comprensión de las expresiones y del lenguaje no verbal, así como una escucha clara de los fonemas que los niños deben imitar al empezar a hablar.

Lee también

Diagnóstico y tratamiento

Algunos estudios han vislumbrado una mayor predisposición de los niños que han vivido su primer año de vida en pandemia a padecer retrasos en la comunicación, aunque no existen datos concluyentes. No obstante, ante cualquier síntoma que implique dificultades o falta de voluntad para expresarse verbal, gestualmente o por escrito, conviene llevar al niño a la consulta de un logopeda.

Un especialista te dará el asesoramiento necesario para crear un entorno estimulante que invite a la comunicación. Desde casa, el fomento de la lectura, los cuentos o la limitación del uso de pantallas pueden contribuir a favorecer las aptitudes del niño para el lenguaje.

Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...