Así es el medicamento diseñado para intentar frenar el envejecimiento

Fórmula definitiva 

Ahora que ya se sabe cómo envejecen las células se pueden dirigir ataques específicos para eliminar las más envejecidas y dejar paso a las células nuevas

Las abuelas tienen mayor conexión emocional con sus nietos que con sus hijos

El tabaco afecta a
la piel, acelerando
su envejecimiento,
y propiciando las
manchas, las arrugas
y la deshidratación

El tabaco afecta a la piel, acelerando su envejecimiento, y propiciando las manchas, las arrugas y la deshidratación

iStock

Hace 4.000 años, un sumerio anónimo escribió la primera obra de ficción que sobreviviría hasta nuestros días, la epopeya de Gilgamesh, que explica las aventuras de un rey que busca la inmortalidad. No es una coincidencia: alargar nuestra fecha de caducidad ha sido siempre una obsesión muy humana, por eso existe desde el principio de la historia.

Con el paso de los siglos, este sueño imposible ha pasado de ser patrimonio de la ficción a convertirse en una posibilidad cada vez más real. Ha sido gracias a una serie de descubrimientos que nos han permitido entender la clave del problema: por qué envejecemos.

Lee también

Japón enseña al mundo cómo envejecer

The Economist
Travelers wait for rapid PCR tests at Cape Town International Airport as restrictions on international flights take effect, Cape Town, South Africa, 28 November 2021. South Africa's foreign ministry has complained it is being punished when it should have been applauded for discovering Omicron. The European Union and countries such as Japan and Israel moved to ban travelers from southern Africa following the discovery of the highly mutated COVID-19 variant, B.1.1.529/Omicron. (Japón, Sudáfrica) EFE/EPA/NIC BOTHMA

La respuesta más simple: porque nuestras células envejecen. Aunque este cambio de perspectiva parezca trivial, el hecho de saltar del mundo visible al microscópico nos ofrece muchas posibilidades.

Eliminar las células viejas para frenar el envejecimiento

Horizontal

Eliminar las células viejas para frenar el envejecimiento 

EP

El envejecimiento se había visto tradicionalmente como algo inevitable, como una consecuencia de estar vivos. Pero con el tiempo hemos descubierto organismos que parecen inmortales, como la hidra o ciertas medusas, capaces de regenerarse indefinidamente. Otros envejecen a un ritmo extremadamente lento, como las ballenas.

Esto nos hizo pensar que la progresiva degeneración que sufren nuestros cuerpos a partir de la cuarta década de vida tenía que ser explicada por mecanismos biológicos que funcionan a ritmos diferentes según cada especie.

Efectivamente, después de años de investigaciones se han definido nueve factores que se cree que son los principales responsables del envejecimiento de los tejidos y, por lo tanto, determinan los efectos del paso del tiempo en nuestros cuerpos.

Lee también

El 60% de españoles se ve más joven de lo que es

Mayte Rius
Two men exercising outdoors

Más allá de la simple curiosidad por saber cómo funcionan las cosas, esto tiene una utilidad clara: una vez hemos identificado los detalles de un proceso, estamos en condiciones de modificarlo.

Actualmente se están probando en el laboratorio diversas estrategias. Desde alargar los telómeros a recuperar las células madre o reducir el daño oxidativo. Pero la que parece tener más posibilidades de éxito es eliminar las células viejas, también conocidas como senescentes.

Horizontal

El envejecimiento es algo inevitable, una consecuencia de estar vivos 

Otras Fuentes

Muchos de los procesos que llevan al envejecimiento terminan generando estas células senescentes que, poco a poco, llenan los tejidos. Esta evolución impide que el resto de células realicen las tareas habituales, por lo que los órganos dejan de funcionar correctamente.

Esto se confirmó hace diez años generando un ratón transgénico en el que se podían destruir a voluntad las células senescentes. El resultado fue que los animales vivían más tiempo y con mayor calidad de vida.

Con la ventilación intestinal por gas, el 75% de los ratones sobrevivieron 50 minutos en condiciones de bajo oxígeno, normalmente letales.

Los senolíticos han funcionado en ratones de laboratorio 

Getty Images/iStockphoto

Un fármaco efectivo con demasiados efectos secundarios

La carrera por encontrar cómo hacer lo mismo en humanos comenzó de inmediato. Se tardó poco en encontrar una nueva clase de fármacos, los senolíticos, que tenían la habilidad de matar a las células senescentes sin afectar mucho a las normales.

Se demostró mejoraban la salud de los animales de laboratorio. Entonces se pusieron en marcha ensayos clínicos para mirar qué efectos tienen en enfermedades relacionadas con el envejecimiento, en las que se ha visto que existe un exceso de células senescentes.

Lee también

Millones de Silicon Valley para comprar la vida eterna

Lluís Amiguet
Jeff Bezos, tras volver de su aventura espacial, ha fundado Altos Labs para investigar cómo combatir los efectos de la vejez

Pero los senolíticos son, al fin y al cabo, sustancias químicas ya conocidas que se utilizaban para otras cosas. Así, su especificidad es relativa y tienen más efectos secundarios de los esperados. Es decir, sirven como primer paso, pero hay que encontrar alternativas más seguras si quieren utilizarse para tratar los síntomas del envejecimiento.

Fármacos más precisos dirigidos a las células diana

Aquí es donde entraría la segunda generación de senolíticos, que se están diseñando en grupos como el de la Universidad de Leicester (UoL) y la Universitat Oberta de Catalunya (UOC). Se trata de fabricar herramientas que reconozcan las células diana de forma precisa y las destruyan sin tocar las vecinas. Es lo que se llaman terapias dirigidas.

Hay varias formas de hacerlo. Al equipo de la UoL/UOC se le ocurrió empezar por investigar cómo es la superficie de la célula senescente, qué protuberancias características tiene que no tengan las demás células y que se puedan identificar fácilmente.

Horizontal

La idea es crear fármacos que reconozcan las células diana de forma precisa y las destruyan sin tocar las vecinas 

Getty

Después de conseguirlo, se pasó a la segunda fase: construir algo que se pudiera enganchar a una de estas protuberancias y descargar una sustancia tóxica dentro de la célula. No es un concepto nuevo: ya se está utilizando algo similar para tratar el cáncer. Es decir, se decidió copiar una idea que funcionaba bien y adaptarla a otro campo.

Así es como se ha construido lo que se llama una “bomba inteligente” , tuneando un anticuerpo para que, en vez de reconocer un microbio o una célula cancerosa, busque la célula senescente, se pegue a la su superficie y “explote” en su interior.

¿Funcionará en humanos?

Pareja ancianos

Pareja de ancianos

Terceros

Por el momento, se ha demostrado que la idea funciona en células humanas en cultivo. Ahora está por ver qué efecto tiene en un organismo y, especialmente, si hay alguna consecuencia indeseable. Si los próximos experimentos en animales funcionan, se pasaría a probarlo en humanos.

En teoría, estos senolíticos dirigidos deberían reducir con eficacia la carga de células viejas de los tejidos y ralentizar el proceso de envejecimiento, al menos en ciertas situaciones.

Esto no nos dará la inmortalidad, naturalmente, ni es lo que se persigue, pero podría reducir las enfermedades que muchas personas tienen en la recta final de sus vidas. Seguramente, incluso Gilgamesh se apuntaría encantado.

Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...