En Netflix tienen mucha producción propia y también adquirida. Es una realidad. A veces es abrumador entrar en la plataforma y darle una oportunidad a una serie. Hay tantas que da miedo errar en la elección y después tener que perder horas y horas en una producción que no llena. Y hay muchas que no llenan (especialmente este 2018 con Altered Carbon, Lost in Space, Safe, The Rain ...). Es por esto que resulta tan refrescante encontrarse con una serie como El Alienista. No quiere redefinir la televisión: sólo quiere ser una serie muy correcta sobre la caza de un asesino en serie en un entorno de época.
Basada en la novela de Caleb Carr publicada en 1994, al principio The Alienist era un proyecto de Cary Joji Fukunaga, el hombre que hizo que la primera temporada de True detective fuera tan atractiva en lo visual. Debía ponerse detrás de las cámaras pero tuvo que conformarse con firmar el guion de dos episodios y ostentar el título de productor ejecutivo cuando se dio cuenta que las fechas de rodaje de The Alienist no encajaban con sus otros proyectos.
Era un proyecto de Cary Joji Fukunaga (True detective), que finalmente dejó la dirección a Jakob Verbruggen”
Dejó las riendas a Jakob Verbruggen, otro experimentado director televisivo con trabajos como The Fall, London Spy o Black Mirror. Y lo cierto es que el director belga es inteligente a la hora de recrear la ciudad de Nueva York de finales del siglo XIX, con un cuerpo de policía corrupto que un comisionado idealista no puede arreglar de un día para otro y donde un psicópata puede saciar su sed caníbal aprovechando las injusticias sociales. Nadie se preocupa por las macabras muertes de menores porque son pobres, porque se travisten y porque se dedican a la prostitución en casas de mala muerte, hasta que un insólito médico decide interesarse por estos casos.
Él es el alienista del título, el doctor Kreizler (Daniel Brühl), un hombre interesado en los instintos reprimidos, la violencia y las pulsiones incontrolables del ser humano. Con la ayuda del comisionado (Brian Geraghty), de una dama de sociedad reconvertida en la primera mujer que trabaja para el cuerpo de policía, Sara Howard (Dakota Fanning), y de un atractivo ilustrador, John Moore (Luke Evans), Kreizler lidera su propia investigación paralela, una que no teme retar las 400 familias pudientes de Manhattan o adentrarse en las pulsiones más oscuras del ser humano.
Dakota Fanning y Brian Geraghty.
En diez episodios, los guionistas encabezados por Hossein Amini (Las alas de la paloma) desarrollan un caso con mucho pulso, que nunca se queda en un punto estático, entendiendo que su mejor herramienta para enganchar al espectador es construir buenos personajes, cercanos y con unas dinámicas previsibles pero que funcionan. The Alienist nunca se mueve por terrenos que el espectador no se pueda imaginar pero Amini sabe contar la historia. Destaca, por ejemplo, el personaje de Sara, una mujer que nada a contracorriente en un departamento de policía que prácticamente la mira como una presa (y Fanning no pierde la compostura ni un solo segundo), o ese chico de buena cuna que con la interpretación de Evans dota de corazón la serie.
Y lo mismo puede decirse de la dirección de Verbruggen. Trasladaron el rodaje a Budapest para recrear ese Manhattan insalubre y, consciente que no tenía un presupuesto suficiente para darle una imagen 100% realista (estilo The Knick ), el director belga supo darle un toque entre onírico y asfixiante, donde los efectos visuales y las presumibles pantallas verdes no desentonan porque nunca se pierde la atmósfera (el sevillano Paco Cabezas, por cierto, dirige dos episodios).
Alineista: Luke Evans, encantador en el papel de John Moore.
The Alienist es una serie consciente de lo que quiere y puede ser. No es una obra ambiciosa pero sí una historia que no pierde el ritmo, donde se tomaron las decisiones correctas detrás de las cámaras y con unos actores que elevan sus personajes con unas interpretaciones llenas de humanidad. No estará entre las mejores series de 2018 pero sí es un entretenimiento muy correcto. Decidir ver The Alienist significa no errar en la elección.