La frontera con Andorra tardará días en normalizarse

Desprendimiento

Camiones y autocares se verán obligados a acceder al país vecino a través de las vías francesas hasta dentro de al menos tres días

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Estado en que quedó la fachada del centro comercial Punt de Trobada

ACN

Aún quedan unos cuantos días para que los accesos a Andorra acaben de recuperar la normalidad. Un espectacular desprendimiento de rocas obligó a cortar la carretera general número uno de Andorra, el vial que da acceso a este país vecino desde Catalunya. Tras el suceso, ayer sobre las seis de la mañana, la vía registró retenciones de hasta diez kilómetros. Afortunadamente, no se produjeron heridos.

La mayor parte de las restricciones al tráfico fueron levantadas poco después del mediodía, pero el paso de la frontera con Andorra aún tardará tres, cuatro o incluso cinco días en terminar de recomponerse. Mientras tanto únicamente permanecerá abierto, y de manera exclusiva para turismos, un carril por sentido.

El jefe del Ejecutivo de Andorra, Xavier Espot, detalló que la “solución óptima”, la habilitación de dos carriles de circulación en ambos sentidos entre Catalunya y Andorra, aún se demorará unos cuantos días, al menos hasta mediados de la próxima semana. Entre tanto los vehículos pesados y de más de dos metros de altura, como camiones y autocares, no podrán utilizar esta carretera hasta entonces. De modo que muchos ciudadanos se verán obligados a acceder a Andorra a través de la frontera francesa, por el Pas de la Casa.

¿Deberían mejorarse los accesos a Andorra desde la Seu d´Urgell? Gracias por participar Tu voto ha sido contabilizado No No poll_amp.error.message Encuesta cerrada. Han votado Personas

“De todas formas –se apresuró en agregar el jefe del Ejecutivo andorrano–, la gente podrá entrar y salir. Nuestros turistas podrán venir a visitarnos tranquilamente. Nadie tendrá que anular ninguna reserva hotelera. Nuestra premisa es facilitar la vida tanto a residentes como a visitantes al tiempo que garantizamos su seguridad plenamente”.

El mantenimiento de algunos anclajes podría ser uno de los desencadenantes del siniestro

Lo cierto es que fueron momentos de mucha angustia e incertidumbre. Un vídeo registró la voz bien cargada de tensión de un policía conminando a todo el mundo a marcharse. “Venga, rápido ¡marchemos todos de aquí!”, dijo una y otra vez el agente a los empleados del centro comercial Punt de Trobada, en Andorra, en Sant Julià de Lòria. “No, no cojas el coche... que igual todo se pone peor ¡venga, vámonos todos, ahora mismo!”.

Entonces, tal y como recogen las imágenes, una espesa polvareda mantenía entre sombras los rayos del alba. Fue en la fachada del centro comercial donde se produjeron la mayor parte de los desperfectos. Nadie podía saber entonces si caerían más piedras desde las montañas. De hecho, poco después, cuando los bomberos y demás servicios de emergencia ya se encontraban trabajando sobre el terreno, se produjo un segundo desprendimiento de menos intensidad. El siniestro tuvo lugar en una zona de obras situada delante de este centro comercial, en un espacio donde se está construyendo un edificio.

El cónsul mayor de Sant Julià de Lòria, Josep Miquel Vila, reconoció que el mantenimiento de alguno de los anclajes podría ser uno de los desencadenantes del sinistro. El cónsul de Sant Julià explicó que desde julio se vienen analizando y reparando los riesgos de hundimiento con los diferentes propietarios de los terrenos de la zona.

Al parecer, desde hace semanas, prosiguió el cónsul, la administración está negociando con los propietarios el refuerzo de los anclajes. Algunas de las obras habían empezado hacía poco tiempo. En todo caso, Vila destacó que, en estos análisis, “no se detectó que el riesgo fuera alto o importante. No hay que extraer una relación de causa y efecto inmediata hasta que estén terminados los informes de los expertos. Se estaba haciendo el trabajo que correspondía”.

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