El plan del ministro de Hacienda y Función Pública, Cristóbal Montoro contra el absentismo laboral de funcionarios que obligará a las administraciones a publicar listas ha generado críticas entre políticos y funcionarios.
Carles Ramió, director académico del Máster Universitario en Gobierno y Gestión Pública en América Latina de la UPF Barcelona School of Management cree que el error que comete el Gobierno “es hacer publicidad a bombo y platillo de la necesidad de tener datos sobre el absentismo porque genera la sospecha sobre el colectivo de empleados públicos de que son muy absentistas, que no van a trabajar que fichan y hacen cosas raras”.
“Evidentemente esas actuaciones deben existir pero no creo que sea de forma generalizada y yo, que soy empleado público, me siento un poco criminalizado”, agrega.
Ramió señala que la decisión es la consecuencia de una negociación entre la administración y los sindicatos, que pedían que se quitaran los descuentos en la nómina por las bajas de enfermedad. A cambio el Ministerio quiso trabajar de forma más seria el absentismo.
“Lo que era alarmante _recalca_ es que la administración pública no disponga de datos sobre absentismo. En cualquier organización seria uno de los datos importantes, porque explica muchas cosas, ignoro si alguna administración pública tiene datos fiables de absentismo, pero muy pocos son públicos”.
“Que una administrador no tenga datos de este indicador que muestra la disciplina dentro de una organización es significativo porque es un indicador solvente para ver las consecuencias del envejecimiento, de baja motivación y de baja disciplina y baja capacidad de control por parte de los jefes”, asegura.
Ramió insiste en que es alarmante que digan que van a crear una comisión o reunión con comunidades autónomas para homogeneizar criterios y que el criterio no sea en números absolutos sino en porcentaje porque transmiten la idea de que se tiene poco trabajado el tema.
“Lo razonable hubiera sido trabajarlo antes y ofrecer los datos después”, afirma. “Me parece una buena idea que se haga público y que la gente sepa en qué administraciones públicas hay más absentismo”, concluye.