Botas, zapatillas o zapatos: ¿qué haces mal a la hora de escoger calzado?

Podología

El subdirector del Colegio de Podólogos de Catalunya analiza todas las opciones para vestir tus pies

¿Cómo escogemos el mejor calzado?

¿Cómo escogemos el mejor calzado?

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Las madres acostumbraban a decir a los hijos que no llevaran siempre calzado deportivo, que era más sano para el pie llevar un zapato de vestir . ¿Qué hay de cierto detrás de este consejo? ¿Todavía está vigente? ¿Qué pasa con las plataformas, las botas o las chanclas? La respuesta, como siempre, es algo más compleja que una afirmación categórica sobre lo que es mejor.

Quién lo explica es Carles Espinosa, subdirector del Colegio de Podólogos de Catalunya, que desmiente el consejo común de las madres. “Las características de una zapatilla ideal no van en función de si es un zapato o una bamba, sino sobre todo que se adapte en al pie y no al revés”, dice Espinosa. “Podemos decir que hoy en día hay zapatillas deportivas que pueden ser igual de buenas o mejores que un zapato, dependiendo del pie”, añade.

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¿Cuáles son, entonces, los factores que tenemos que tener en cuenta en la hora de escoger un calzado? ¿Qué errores cometemos? “Normalmente medimos la medida del zapato solo por la longitud, cuando la anchura es igual de importante, el pie es tridimensional”, dice Espinosa, que defiende que “para regularla, es preferible usar calzado con cordones o velcros” antes de que no modelos cerrados.

Hay una gran variedad de zapatos, botas y bambas

Hay una gran variedad de zapatos, botas y bambas

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Espinosa alerta también contra el falso mito de la amortiguación: “Es bueno que haya amortiguación en una zapatilla, pero a veces un exceso de amortiguación produce fatiga muscular y sobrecargas, se puede consolidar en la rodilla o a los gemelos”, explica. Las zapatillas con más amortiguación, de hecho, “acostumbran a ser más inestables” que el resto.

“Como norma general, te podría decir que los pies con poca grasa en la planta del pie y mucho  puente tienen una tendencia a la sobrecarga a la parte delantera del pie. A estos, un plus de amortiguación les acostumbra a ir bien. Ahora bien, a los que tienen un arco correcto no les va tan bien un calzado de este tipo”, explica Espinosa.

A grandes rasgos, más allá de la longitud del pie, lo que defiende Espinosa es que tenemos que mirar la anchura, la amortiguación y también la transpiración del pie. Ahora bien, “para acertar del todo, es mejor ver el pie con un podólogo que te ayude a decidir qué tipo de calzado es lo más adecuado y si hay que reforzarlo con alguna plantilla u otros complementos”, defiende. Aun así, se atreve a analizar ventajas e inconvenientes de cada tipo de calzado.

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Zapato de calle

Cada uno es un mundo y cada pie otro y, por lo tanto, “hay que encontrar uno que se adapte en tu pie”. De entrada es por tradición el calzado ideal para andar por la calle, pero “una zapatilla deportiva puede hoy en día ser igual de buena para el pie o mejor”, según Espinosa. Cómo pasa con las zapatillas deportivas, la altura del talón, la amortiguación y la anchura se tienen que escoger en función del tipo de pie y de pisada para evitar lesiones. En general, “los pies con poca grasa en la planta agradecen más amortiguación”.

Zapatilla deportiva

Hoy en día, “la alta tecnificación de las zapatillas deportivas hace que no tengan nada a ver las que son para andar que para correr, jugar a baloncesto o a tenis”, alerta Espinosa, pero avisa que se tiene que tener cuidado con algunas modas. “Durante un tiempo, se puso de moda ir a correr con unas zapatillas que eran muy finas y planas, como de ir descalzo, y la gente llegaba con muchas molestias, porque te tienes que adaptar”, recuerda. Las zapatillas muy planas en general no son recomendables y con algunos modelos de sneaker se tiene que tener cuidado porque pesan demasiado”. Cómo hay tanta variedad, es recomendable tener en cuenta que se adapte al pie y las variables que hemos denominado anteriormente: anchura, transpiración y amortiguación.

Las características de una zapatilla ideal va en función de muchos factores

Las características de una zapatilla ideal va en función de muchos factores

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Zapato de tacón

Uno de los principales enemigos de los podólogos y de tus pies. “Por suerte, ya no es tan habitual, es puntualmente para una cena”. El uso diario provocaba muchas patologías, especialmente juanetes, pero también fascitis, esguinces y dolores musculares. Últimamente, a los podólogos los están llegando consultas similares relacionadas con el calzado laboral.

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Plataformas

Esta moda juvenil tampoco es recomendable para el uso diario. “Pesan más y la rigidez es demasiado fuerte. Pueden hacer más rígido el pie. El pie tiene que adaptarse al terreno que pisa y cuanto más lejos está menos se adapta. Puntualmente se puede usar, pero no como zapato habitual, porque pueden generar sobrecargas, inestabilidad en el pie y en la pierna y problemas a las espaldas como curvaturas lumbares”, dice Espinosa.

Las grandes plataformas no son recomendables para el uso diario

Las grandes plataformas no son recomendables para el uso diario

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Botas

Ir cada día con botas tampoco es recomendable para el pie, según afirma el experto. El motivo, “que pueden hacer rígido el tobillo”. “El calzado tendría que preservar la flexión de la planta de arriba a abajo. Con una bota puede pasar como con una faja, que un año después la musculatura abdominal se atrofia. La articulación del tobillo puede verse afectada en cuanto a la estabilidad y posible atrofia. Además, una bota muy cerrada no deja buena transpiración, se acumula sudoración y hay más riesgo de sufrir hongos o micosis”.

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Chanclas

Cuando llega el verano, la tentación de ir con chanclas cada día aparece. Es un calzado fresco y fácil de poner y sacar y nos ahorra dolores de cabeza. Pero nos puede fastidiar a largo plazo “si se usan de forma diaria”. “Con los dedos tienes que aguantar el calzado para que no se levante por el detrás y esto repetidamente puede hacer que tengas dedos en zarpa, capsulitis o tendinitis. Una tira detrás ya lo puede arreglar, porque aporta estabilidad y sujeción. En cuanto a las alpargatas, se tiene que tener cuidado porque no tienen amortiguación y no tenemos la musculatura del pie acostumbrada a andar descalzos”, dice Espinosa.

Las chancletas pueden tener un impacto negativo a largo plazo

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La moda de las 'Sketchers'

De repente, un calzado se ha erigido como el representante de la comodidad a las zapaterías. Son estos zapatos y zapatillas con amortiguación de marca Skecthers. ¿Realmente son la solución a nuestros males o más bien una moda? Responde Espinosa: “Se está poniendo muy de moda y puede funcionar mucho para personas grandes que andan a una marcha tranquila. Pero no es bueno para todo el mundo, porque provoca mucha inestabilidad. Pasa un poco como la moda de la marca MBT, que parecía que tenía que ser el futuro pero mucha gente caía, se daban grandes golpes porque provocaba cambios en el equilibrio. En los Estados Unidos recibieron demandas por traumatismos provocados por caídas con este calzado”.

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