Por familiar, cotidiano y versátil, se ha ganado un ‘puesto fijo’ en las neveras y ese plus de confianza que lo convierte en el alimento socorrido de miles de hogares. Pero, ¿puede un yogur ser además un elemento vertebrador de buenos hábitos nutricionales desde la infancia? “Pocos alimentos se adaptan tan bien a las diferentes necesidades nutricionales que surgen a lo largo de vida como el yogur y las leches fermentadas”, explica Marta Olmos, nutricionista de Danone.
Han pasado casi 100 años desde que en 1919 la compañía iniciara su andadura en Barcelona como un alimento que se vendía en farmacias. Desde entonces, Danone ha estado siempre comprometida con la mejora de los perfiles nutricionales de sus productos. Uno de los grandes objetivos es ya una realidad. La compañía ha reducido un 12% el azúcar añadido en su gama de yogures y leches fermentadas de consumo diario. El 2020 lo reducirá hasta en un 22% y lo conseguirá sin renunciar a sus calidades organolépticas, es decir, a su textura y sabor.
El yogur desplaza la ingesta de alimentos menos saludables (-45%) y favorece el consumo de fruta en un 21%
Precisamente, por su ‘vocación inter-generacional’, el yogur no sólo alimenta sino que acompaña, convirtiéndolo en un poderoso aliado a la hora de instaurar un estilo de vida saludable. Un desayuno completo se compone de lácteos (leche, yogur y queso fresco), cereales integrales y fruta fresca de temporada. Por eso, la primera comida del día puede llegar a ser un elemento imprescindible para las familias a la hora de promover un cambio de hábitos y el yogur encaja perfectamente en esta ecuación.
De hecho, según Kantar Estudio (2017), está demostrado que el yogur desplaza la ingesta de alimentos menos saludables (-45%) y favorece el consumo de fruta en un 21%. Sin embargo, aún queda mucho camino por recorrer pues, pese a su importancia, el 75% de los desayunos de los niños españoles no es el adecuado.
La primera comida del día puede convertirse en un elemento imprescindible para las familias a la hora de promover un cambio de hábitos
Según los datos más recientes del Estudio Aladino, el sobrepeso infantil se sitúa en torno al 23% mientras que el de obesidad entre los menores asciende al 18%. Para revertir esta tendencia, los expertos señalan ‘el hábito’ como método más eficaz y el desayuno como escenario ideal para iniciar el cambio. “La infancia es un periodo muy susceptible al aprendizaje y adquisición de buenos hábitos (alimentación equilibrada, actividad física, descanso, higiene…) que serán la base de su salud en etapas más adultas”, valora Marta Olmos.
El sobrepeso infantil se sitúa en torno al 23% mientras que el de obesidad entre los menores asciende al 18%
Solo y en compañía
El yogur es un alimento de gran valor nutricional. Representa un moderado aporte calórico, con proteínas, grasas e hidratos de carbono. La fermentación transforma los macronutrientes en componentes más fácilmente digeribles, y en el caso de la lactosa, la actividad de los fermentos colabora también en facilitar la digestión de su lactosa, sin olvidar el valioso aporte de calcio.
El efecto espejo
El yogur es perfecto como base para combinar con fruta, facilitando su consumo entre niños y desplazando el consumo de alimentos no tan adecuados, según Olmos. Lo es no sólo durante la infancia sino también en la edad adulta y eso genera un poderoso efecto espejo que los más pequeños de la casa pueden integrar de forma natural. “Los niños imitan prácticamente la mayoría de los hábitos que tienen sus padres y los acaban incorporando durante la vida adulta”, recuerdan desde Danone.
Más allá de la genética, los niños con unos progenitores que coman bien y de manera equilibrada aprenderán por imitación
Danone, escuela de Buenos Principios
Por este motivo, la campaña “Buenos Principios” de Danone pone en valor el rol de los padres y madres como agentes de transmisión de hábitos de alimentación saludables. Más allá de la genética, los niños con unos progenitores que coman bien y de manera equilibrada aprenderán por imitación. “Uno de los principales factores para llevar una vida saludable es empezar el día con un desayuno equilibrado y completo y, en ese contexto, el yogur tiene un rol fundamental”, apunta Cristina Kenz, directora de Marketing de Danone Iberia.
Alimentando el cambio
Fuera del hogar, Danone ha forjado también un gran número de alianzas que ponen el foco en la escuela como escenario en el que inspirar hábitos de vida saludables y complementar su efecto. Un compromiso a largo plazo con la infancia concretado través de plataformas sociales como las Escuelas Deportivas Danone, iniciativa que ya tiene más de 12 años de vida y que promueve la integración de niños y niñas de entornos desfavorecidos a través del deporte.
Las Escuelas Deportivas Danone promueven la integración de niños y niñas de entornos desfavorecidos a través del deporte
De la mano de la Fundación Ashoka, Danone ha creado también el programa “Alimentando el Cambio” para impulsar proyectos que ayuden a prevenir el sobrepeso y la obesidad desde la escuela. Durante tres años, se trabajará en la identificación y estudio de las iniciativas llevadas a cabo en el entorno escolar y se identificarán las que sean más innovadoras y con mayor impacto social.
Alimento saludable, producción sostenible
No sólo se trata de ayudar a mejorar los hábitos nutricionales, sino ser un agente de cambio en la sociedad de manera integral. Por eso no es casualidad que Danone haya sido la primera compañía en España en obtener la exigente certificación internacional B Corp que reconoce las buenas prácticas y el cumplimiento de los más altos estándares de desarrollo social y ambiental (como por ejemplo el Residuo Cero), transparencia y responsabilidad.