Temporada de coliguachos: por qué aparecen durante el verano

Temporada de coliguachos: por qué aparecen durante el verano. Foto: Julio Torres/iNaturalist.

En los meses estivales, varios ejemplares de este insecto podrían presentarse en el camino de los veraneantes e incomodarlos por un rato. De acuerdo a un experto, si bien hay medidas ayudan a evitarlos, no deben ser eliminados. La razón: el rol que cumplen en el ecosistema.


Apenas las temperaturas suben y llega el verano, muchas personas buscan realizar panoramas en la naturaleza para desconectarse, como hacer un trekking por el bosque o pasar el día en algún río.

En algunas ocasiones, esa travesía podría verse opacada por un incómodo visitante: con su potente zumbido y proximidad a los cuerpos, no para de molestar a los caminantes que identifica a su alrededor.

Se trata de Osca lata -antes Scaptia lata-, conocido popularmente en Chile como coliguacho, una especie de mosca que pertenece a la familia Tabanidae. A menudo se le llama erróneamente tábano, sin embargo, ese concepto abarca más de 116 especies.

Qué caracteriza al coliguacho

Esta especie de tábano es nativo de Chile y Argentina. En el caso de nuestro país, se le ha identificado entre la región Metropolitana hasta la región de Los Lagos.

Es de tamaño robusto, logrando superar hasta los dos centímetros en ejemplares más grandes, de acuerdo a la Fundación iO. Su cuerpo es mayoritariamente de color negro, mientras que unas bandas de tono anaranjado adornan la zona torácica.

El nombre con el que se le conoce hace referencia a su propio aspecto físico: proviene del mapudungún colli (rojo) y huata (abdomen).

“La familia Tabanidae, a la que pertenece, se caracteriza porque las hembras son hematófagas, lo que quiere decir que se alimentan de sangre. Tienen una adaptación bucal que les permite extraer sangre de mamíferos”, cuenta a La Tercera Rodrigo Barahona Segovia, académico del Departamento de Ciencias Biológicas y Biodiversidad de la U. de Los Lagos e investigador de la iniciativa Moscas Florícolas de Chile.

El coliguacho es nativo de Chile y Argentina.

En esta especie, además, hay dimorfismo sexual: mientras que las hembras poseen ojos separados, los machos los tienen juntos. “Normalmente son las hembras las que están picando y los machos son nectarívoros, es decir, se alimentan de las flores”, añade Barahona.

Por qué el coliguacho aparece más en verano

Este tábano acostumbra a andar en grupos. La temporada en que más se ve coincide con el periodo estival en Chile, entre diciembre y febrero. A eso hay que sumarle su hábitat son las áreas con bosques, ríos y lagos, por lo que no son pocos los turistas que podrían topárselos y sentir cómo se aproximan con rapidez.

De acuerdo al académico de la U. de Los Lagos, la causa de que el coliguacho se vea en estas fechas obedece a su ciclo reproductivo.

“Así como muchas otras especies, este insecto tiene un ciclo biológico en que la larva se desarrolla principalmente en la época de invierno y primavera. Las larvas viven asociadas a zonas semi-acuáticas o con importantes flujos de agua, como ríos y lagunas”, afirma el especialista.

Una vez que el ciclo larval de Osca lata termina, la larva pupa, que corresponde a su última etapa antes de pasar a la adultez.

“En enero los imagos, es decir, los adultos, empiezan a aparecer abundantemente. Entonces esta especie de tábano se ve en esta época porque su ciclo biológico está adaptado para eso”, agrega.

Por otra parte, el motivo por el cual se aproximan tanto a los humanos tiene directa relación con que las hembras buscan extraer sangre de los mamíferos, con el fin de alimentarse y desarrollar sus propios huevos.

“Esa es la base. Nuestra sangre tiene proteínas que la hembra necesita para poder generarlos”, complementa el investigador.

Adicionalmente, un factor que incide en atraer al coliguacho es el uso de prendas oscuras, como azul o negro.

El coliguacho es de la familia de los tábanos. Foto: X (antes Twitter).

El científico expresa que las picaduras de este insecto no son tan habituales. “Como están dándose vueltas en todo momento y su zumbido es fuerte, es difícil que alguien esté distraído y no lo note”. Con otras especies de tábanos, más bien silenciosas, podría ocurrir que las picaduras sean más fáciles.

“El daño de su picadura no es mayor, porque consiste en la molestia, las ganas de rascarse y un poco de dolor. Distinto sería si la persona es alérgica a las picaduras insectos, pero eso ya es otra cosa”, detalla Barahona.

Qué hacer para evitarlos

Eludir la presencia de un grupo de coliguachos puede verse como una tarea ardua de hacer, aunque de todas formas se puede intentar.

En el caso de que se acuda a un lugar que podría habitar este insecto, una medida útil es escoger cuidadosamente el atuendo: hay que olvidar las prendas oscuras y optar por las claras.

“Si tienes que caminar bajo el sol, por ejemplo, hay que tratar de usar manga larga. Sé que es muy difícil en verano, pero es una alternativa”, complementa Barahona. Otras opciones son trasladarse por caminos que no sean tan abiertos y evitar las horas de más calor del día.

Para el académico, es necesario destacar que esta especie de tábano ejerce una función clave en el ecosistema que no debe pasar inadvertida. Por lo mismo, no deben ser eliminados.

“Así como muchas otras especies de moscas, los coliguachos necesitan de néctar, y al buscar néctar, también tienen el potencial de ser polinizables. Las moscas florícolas son necesarias de tener aunque a la mayoría le cueste entender eso, están en el ecosistema cumpliendo un rol, ya sea porque están polinizando o porque son parte de la dieta de otros mamíferos y aves”, cuenta.

“Su temporada dura pocos meses. El llamado es a tener un poco de paciencia y no matarlos”, concluye.

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