Minera Ojos del Salado anuncia plan de trabajo para abordar principales efectos del socavón en Atacama

Un socavón de grandes magnitudes se originó en las inmediaciones de MInera Alcaparrosa. Autoridades Regionales y comunales de Tierra Amarilla estarán evaluando el terreno y realizando monitoreo de la sitaución
FOTO JUAN MANUEL ERAZO / AGENCIA UNO

El Plan Integral para Mina Alcaparrosa (PIMA) 2022-2023 contempla seis grandes líneas de acción, entre las cuales se encuentra rellenar el socavón, restituir el agua infiltrada en los caserones y la reapertura de su operación.


Fue a fines de julio que se produjo el socavón de aproximadamente 36 metros de diámetro en la comuna de Tierra Amarilla, Región de Atacama. El hundimiento se encuentra en terrenos de la mina Alcaparrosa, operada por Minera Ojos del Salado.

En agosto, la ministra de Minería, Marcela Hernando, había asegurado que el gobierno tomaría acciones contra la minera, indicando que una sobreexplotación explicaría el origen del fenómeno. Ante ello, el presidente de la minera, Luis Sánchez, había señalado que “si bien es cierto, todavía no podemos dar a ciencia cierta cuál es la causa, sí podemos indicar a través de esos estudios que hay factores relevantes como es la composición del suelo, episodios climáticos como los del 2017 (aluvión) y las lluvias de julio y por supuesto la actividad minera que se encuentra debajo de ese socavón”.

Más tarde, a inicios de octubre, la SMA formuló cargos contra la minera, uno de ellos considerado como falta gravísima, por ocasionar un daño irreparable al acuífero del Río Copiapó, lo que podría significar que se le revoque el permiso ambiental del proyecto “Continuidad Operacional Mina Alcaparrosa”.

En una entrevista con Reuters, Sánchez dijo este jueves que los estudios para determinar el origen del fenómeno ya están en “etapas decisivas” y el “organismo técnico ya está recibiendo toda la información para poder emitir las conclusiones”.

Sin embargo, el ejecutivo dijo que independiente del resultado el socavón se encuentra en terrenos de la mina, por lo que la firma lanzó un proyecto para hacerse cargo de los efectos.

Según un comunicado de la minera, el PIMA 2022-2023 reúne seis grandes líneas de acción: relleno del socavón; sellado de los caserones para evitar infiltración del agua; restitución del agua infiltrada en la mina; resguardo de fuentes laborales: reapertura de la Mina Alcaparrosa y mejora del entorno social.

Las acciones serán desarrolladas en tres etapas, que incluyen la identificación de las mejores soluciones técnicas para temas prioritarios, desarrollo de ingenierías conceptuales, ingenierías básicas y de detalles y la ejecución de obras.

La compañía aseguró que dispuso de un equipo de expertos con dedicación exclusiva al desarrollo de cada una de sus líneas de acción. Este equipo de especialistas está enfocado en la preparación y ejecución de los trabajos y en realizar seguimiento de todas las fases que contempla este programa especial.

Además, la compañía invitó a 13 empresas que participarán en las licitaciones que se realizarán en cada uno de los proyectos específicos que están considerados en plan de trabajo.

“Para la ejecución de las obras, la compañía privilegiará mano de obra local y recurrirá a contratos que actualmente están disponibles en Ojos del Salado y que por ahora no están operando en Alcaparrosa”, dijo la empresa.

Por su parte, el presidente de Minera Ojos del Salado, Luis Sánchez, aseguró que “en Minera Ojos del Salado nos interesa avanzar en el desarrollo de una minería responsable que permita contribuir al país, región de Atacama y su economía. El PIMA 2022-2023 es fruto de esta inquietud y creemos que con su desarrollo lograremos abordar los principales efectos generados por el socavón y ser un aporte a la comunidad. El socavón está en nuestros terrenos y lo que corresponde es actuar con sentido del deber y avanzar con la misma claridad, transparencia que hemos tenido desde que apareció”.

Detalles del plan

Uno de los principales proyectos del PIMA 2022-2023, explica la minera, es el relleno del socavón, donde, asegura, se aplicará una ingeniería de alto estándar que permitirá dejar la zona en un estado similar al existente antes de su aparición.

Según consigna Reuters, aunque no quiso estimar el costo total del programa, Sánchez dijo que no sería relevante y comparó con que hasta octubre -incluyendo un plan relevante de ingeniería para el sellado del sector afectado- han invertido aproximadamente unos US$ 10 millones.

El programa llamado PIMA también buscará bombear los 1,3 millones de metros cúbicos de agua filtrados y que permanecen en los niveles inferiores del yacimiento para entregarlos a otros consumidores industriales de la zona a cambio de que dejen de extraer esos recursos del acuífero.

“Tanto física como químicamente el agua está en los rangos de uso industrial. En consecuencia nosotros podríamos junto con otras empresas usuarias del acuífero hacer una especie de swap”, explicó Sánchez. Una vez concretada la evacuación del agua y verificado que existen todas las garantías de seguridad, el ejecutivo estimó que la mina podría volver a estar completamente operativa en un plazo de 18 meses.

Sánchez recordó que hasta ahora la minera ha extendido un plan para asegurar la estabilidad laboral por 120 días y que incluirá otras atenciones al entorno social. “Tenemos un plan que es robusto, con seis acciones que estamos desarrollando y van a seguir desarrollándose en 2023 y nos va a permitir hacernos cargo de los efectos que ha provocado el socavón”, aseguró.

Lundin posee un 80% de la propiedad de Minera Ojos del Salado, mientras que el 20% restante está en manos de las japonesas Sumitomo Metal Mining y Sumitomo Corporation.

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