El legionario Fran Jordi se hizo con una grabadora justo un día antes de acudir a declarar en la Comandancia de la Guardia Civil en Alicante. Su compañero y amigo Alejandro Jiménez había muerto de un disparo durante unas maniobras, un hecho que sus superiores intentaron ocultar. Trataban de ofrecer la versión de que las circunstancias fueron fruto de "la mala suerte".

Asegura que un sargento trató de aleccionar a Fran y a otros compañeros durante el trayecto en un vehículo hacia la Comandancia. "Nos decía lo que teníamos que decir, insultaba a la Guardia Civil y ahí no tuve compasión y comencé a grabar disimuladamente", reconoce Fran. En los audios emitidos en el programa se puede escuchar al superior diciendo lo siguiente: "Como los picoletos hijos de p... no pueden probar que ha sido un rebote, quieren probar que ha sido un fallo nuestro... Está claro que fue un p... rebote".