Vaticano

El Papa autoriza beatificar al sacerdote español José Torres Padilla

Francisco ha aprobado este decreto tras una audiencia celebrada con el cardenal Marcello Semeraro, prefecto del Dicasterio

El Papa Francisco durante la audiencia de hoy en el Vaticano
El Papa Francisco encabeza su audiencia general en la Plaza de San PedroASSOCIATED PRESSAgencia AP

El Papa Francisco ha firmado este jueves el decreto en el que se aprueba el milagro atribuido al sacerdote español José Torres Padilla, quien fuera cofundador de la Congregación de las Hermanas de la Compañía de Jesús, lo que significa que será proclamado beato.

El pontífice aprobó este decreto tras una audiencia celebrada con el cardenal Marcello Semeraro, prefecto del Dicasterio (Ministerio Vaticano) para las Causas de los Santos, informa Efe.

El milagro que se le atribuye, según el Dicasterio, es el de la curación de una religiosa de la congregación que en 2018 ingresó en un centro hospitalario de Sevilla con una insuficiencia cardíaca por la que los médicos le daban pocas probabilidades de supervivencia.

Las Hermanas de la Cruz "se unieron en oración para obtener el milagro de la curación por intercesión de José Torres Padilla" y, poco después, la religiosa recibió el alta "con buenas condiciones clínicas generales, con buena frecuencia cardíaca y sin presentar edemas", añadió.

Biografía

José Torres Padilla nació en San Sebastián de La Gomera en 1811, estudió en las Universidades de La Laguna y Valencia, y en 1834 llegó a Sevilla para ofrecer su primera misa dos años después.

Desde 1883 sus restos descansan en la cripta de la Casa Madre de las Hermanas de la Cruz, frente a la sepultura donde estuvieron enterradas Santa Ángela y Santa María de la Purísima hasta que fueron beatificadas.

El camino hacia la santidad tiene tres etapas: ser declarado venerable siervo de Dios, beato y finalmente santo.

Venerable Siervo de Dios es el título que se da a una persona muerta a la que se reconoce "haber vivido las virtudes de manera heroica", mientras que para que un venerable sea beatificado es necesario que se haya producido un milagro debido a su intercesión y para ser canonizado - hecho santo- se precisa un segundo milagro después de ser proclamado beato.