Águilas, Cartagena y Murcia: los Carnavales con sello de Interés Turístico

La música, los desfiles, la fiesta, la cultura, la transgresión y la tradición toman cada año el mes de febrero en la Región de Murcia con la celebración de los carnavales, unos pasacalles llenos de color y ritmo que han logrado llevar a la Comunidad a ser referente nacional e internacional en la celebración de estas fiestas. Porque si de algo sabe la Región es de cuidar e impulsar sus tradiciones, y así se refleja en los tres carnavales declarados de Interés Turístico: el de Águilas, Cartagena y Cabezo de Torres (Murcia). Tres ejemplos de cultura, folklore y tradición que elevan a su máximo exponente la fiesta.

La tradición de Águilas

El Carnaval de Águilas, uno de los más antiguos de la Región, cuenta con más de 200 años de historia, y fue declarado de Interés Turístico Internacional, que se celebran inmediatamente antes de la Cuaresma de Semana Santa.

Se trata de un acontecimiento que dura todo el mes, del 10 de febrero al 10 de marzo, con diferentes actividades para todos los públicos. No obstante, los días más destacados serán los desfiles previstos para los días 19, 21 y 25 con los desfiles de día, y el lunes 20 se celebra el «Carnaval de la noche», con la espontaneidad, el gracejo, y la picardía popular que animan y divierten a los asistentes.

La multitud de Cartagena

Otro de los carnavales más conocidos que han comenzado este fin de semana ha sido el de Cartagena, declarado de Interés Turístico Regional, que se han erigido como una de las fiestas más importantes de la Comunidad autónoma. Sus bailes, desfiles, disfraces y concursos hacen de este evento todo un atractivo turístico tanto para vecinos como para visitantes, en el que el casco histórico de la ciudad portuaria se llena de color, música y diversión.

Entre los eventos previstos está el concurso de Chirigotas, la elección de las Reinas del Carnaval tanto infantil como adultas, o el Concurso Nacional de Drag-Queen ‘Ciudad de Cartagena’. Pero el día grande será el próximo sábado 18 de febrero, con el Desfile de las comparsas que recorrerán las principales calles de la ciudad y que culminará con la celebración del Gran Baile de Carnaval.

Toda una semana de actividades, desfiles y concursos que culminará el 21 de febrero con el pasacalles y la quema de Don Carnal, así como la tradicional degustación de las Tetillas de doña Cuaresma y las pelotas de don Carnal. Tradición, gastronomía y fiesta.

Un siglo de tradición

Otro de los grandes eventos de este mes de febrero es el carnaval de la pedanía murciana de Cabezo de Torres. Una fiesta que destaca por las grandes comparsas que la forma, y que tiene su origen en la primera comparsa que surgió a principios del siglo XX, y con ella la celebración del carnaval en esta zona de Murcia. De hecho, durante un tiempo estuvo prohibido el desfile, pero supo sobreponerse y continuar en el tiempo, hasta finalmente ser declarado de Interés Turístico Regional.

La duración de este Carnaval es menor que en Águilas o Cartagena, pero durante tres días los vecinos de todas las edades toman las calles para desfilar y celebrar con música la fiesta grande de esta pedanía.

El origen del Carnal de Cabezo de Torres se sitúa en torno a la década de 1910. En esta fecha se tiene constancia de personas que cubrían el rostro con máscaras además de la presencia de las primeras comparsas. La Guerra Civil frenó la celebración de dicho carnaval, pero tras el conflicto se continúo celebrando con el apoyo de los vecinos de dicha pedanía. Con el paso de los años el carnaval fue creciendo, y a las vecinos disfrazados con máscaras, las comparsas, se unió también los bailes de carnavales, tan típicos de esta celebración y que poco a poco han ido adquiriendo mayor importancia.

La fiesta del Carnaval termina con un gran desfile y posteriormente, a medianoche, en la plaza del pueblo se quema la máscara del Carnaval.

Además de estos tres enclaves, la Región de Murcia celebra otros carnavales en municipios como Cehegín, Cieza, Lorca, Beniaján o Alcantarilla. Los desfiles, la fiesta y la música forman todo un universo de color y que lo sitúa como uno de los acontecimientos más relevantes de la cultura regional, con un arraigo tan marcado que cada año fortalece y aumenta la participación de la ciudadanía, sirviendo de antesala a la solemnidad de la Semana Santa.