Urbanismo está estudiando la posibilidad de adquirir, para crear zonas verdes, la parcela de Almatriche que ha sacado a subasta la Delegación de Economía y Hacienda en Las Palmas.
La finca perteneció en su día a Reyal Urbis, constructora en proceso de liquidación, que intentó sin éxito urbanizar toda la zona de Almatriche entre la calle Juan Hidalgo, la circunvalación y la estación radioeléctrica militar que hay en la zona.
La de Hacienda es una parcela de 45. 750 metros cuadrados, atravesada por la circunvalación, que Hacienda saca a subasta por segunda vez, por un importe de 1,80 millones, tras enajenar la finca a la Junta de Compensación Almatriche-Nuevo Horizonte en el sector 13 del plan parcial de Almatriche, en la que Urbis tenía en propiedad más de la mitad de los terrenos.
Esta finca está pegada a otras trece parcelas de Urbis, insertas también en el sector 13 del plan parcial de Almatriche, que ha sacado a subasta de manera paralela el Colegio General de Procuradores, con una superficie de 105.505 metros cuadrados y por una puja mínima de 8,25 millones.
El concejal de Urbanismo Javier Doreste indicó que su departamento está estudiando presentarse a la subasta de la parcela de Hacienda, la que está casi pegada a la estación radioeléctrica, a través de la empresa municipal Geursa.
«Esa parcela nos interesa porque puede servir para incrementar las zonas verdes y porque la mayor parte de ese suelo es espacio libre y siempre hemos tenido la idea de plantar alrededor de la ciudad como una forma de tratar de reducir el cambio climático».
En cuanto a las otras 13 parcelas de Urbis que pone a la venta el Colegio de Procuradores, dentro del plan de liquidación de la empresa, Doreste consideró que es una buena noticia porque la compra de esos terrenos ayudará a «desatascar la urbanización de toda esa zona», que se quedó pendiente, tras la anulación del plan y la quiebra de la compañía.
En cualquier caso, el edil auguró que el proceso que se inicia ahora será largo y aún el caso de que haya empresas interesadas en comprar las fincas, se trata «de un desarrollo que tardará años», tanto en la adquisición de los terrenos como en la planificación de las promociones de viviendas. «Los que compren», recordó, «tendrá que urbanizar la zona y ceder suelo al Ayuntamiento para colegios, centros de salud y otros equipamientos».
Toda esta urbanización se quedó pendiente tras el bloque de la urbanización, al igual que la conexión entre Juan Hidalgo y Felo Monzón, para lo prevé un estudio de movilidad la Consejería regional de Obras Públicas, según indicó Doreste, quien añadió que en estos momentos se está negociando con el propietario la compra de la última parcela necesaria para conectar Juan Hidalgo con la carretera vieja de Almatriche, que permita la bajada y ensanchar las aceras. La reurbanización de la calle, insistió, es uno de los proyectos que se ha presentado para conseguir fondos europeos y está pendiente de la resolución.
La parte más cerca a la estación radioeléctrica de la OTAN tuvo problemas inicialmente y fue paralizada en 2005 por el Ministerio de Defensa por invadir el área de seguridad de la instalación, establecida entonces en 300 metros.
Cuatro años más tarde se alcanzó un acuerdo entre el Ayuntamiento y Defensa, que permitió seguir adelante la urbanización mediante un retranqueo de la urbanización a cambio de ganar en altura.
Por otro lado, el desacuerdo con propietarios de terrenos que se negaron a formar parte de la junta de compensación del plan, bloquearon finalmente el resto de la urbanización. La crisis financiera e inmobiliaria hizo el resto y Reyal Urbis entró en concurso de acreedores en 2013.
