02/05/2024
07:50 PM

La verdadera amistad

La verdadera amistad es una planta que crece despaciosamente, y debe resistir los azotes de la adversidad para dar buenos frutos.

Mimí Nasthas de Panayotti

La verdadera amistad es una planta que crece despaciosamente, y debe resistir los azotes de la adversidad para dar buenos frutos. Washington. La prosperidad hace amistades y la adversidad las pruebas. Anónimo.

Los animales son buenos amigos, no hacen preguntas y tampoco critican. George Eliot. Si en algo tienes tu reputación, procura que tus compañeros sean personas distinguidas, pues vale más estar solo que mal acompañado. G. Washington.


Más qué definirla, la amistad para comprenderla, para conocerla, hay que edificarla, construirla paso a paso y nunca se termina. Siempre estamos estrechando esta relación con el mismo amigo o los mismos amigos. No es un puro sentimiento romántico que nos sale del alma espontáneamente y nos hace amar a aquella persona. La amistad es darse y para ello hay que poseerse. Según A. Alais esto no es nada fácil. Es alumbrar una nueva realidad: el “nosotros”, pero esta realidad no puede nacer sin dolor, sin muerte, sin desasimiento. La amistad es amarse en reciprocidad y amar es morir a sí mismo.


El milagro de la amistad es posible cuando hay una incondicional reciprocidad, cuando hay una mutua efusión oblativa de las personas, cuando hay un amor correspondiente, cuando se dice desde el corazón “soy tuyo”, cuando hay una radical disponibilidad, cuando hay confianza y confidencia. No hay habitaciones cerradas ni cajas fuertes con llaves, la persona está abierta de par en par.


Esto hace de la amistad algo embriagador, incomparable, maravilloso, luminoso. No se puede vivir sin ella, es una de las necesidades vitales, como el alimento de la vida afectiva.

La amistad ensancha, pone en camino para salvar al mundo, abre al mundo para comunicar el gozo, para que todos los hombres se relacionen y descubran el misterio de la intercomunicación en el amor. La amistad es como un conocimiento anticipado del cielo.


En estos momentos es más que necesario empezar ya a vivir esa alegría experimentando la verdadera amistad... y valorando los amigos... Yo me considero bendecida porque tengo verdaderos amigos.