Imperdible: Las 20 características que delatan al cuico "abajista" chileno

02 Abril 2016
Las cuicas "hipster" de Lollapalooza podrían entrar a esta categoría cumpliendo estas peculiares.
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Las 20 características que delatan al cuico "abajista" chileno

Si te lo preguntas, los “abajistas” son esos cuicos de cuna que quieren hacer todo lo posible por no parecer cuicos.

El cuico abajista es como el antagonista del arribista (que cae en la siutiquería por querer aparentar más y ser algo que en verdad no es.) 

Pero el abajista sí es cuico, pero reniega de su condición, porque detesta ser cuico. Si bien se da con más fuerza en los jóvenes –uno de ellos es el cuico “hípster”-, el abajista se puede encontrar en todo grupo etáreo y en cualquier país, no sólo en Chile.

¿Cómo reconocerlos?

Los sitios Cuicoterapia y Desde la Otra Vereda han dado pistas muy decisivas.

Aquí entregamos las 20 características más comunes del cuico abajista chileno: 

1. Cuando es joven se avergüenza de donde vive con sus padres (La Dehesa, Lo Curro, Las Condes) y trata de ser absolutamente inespecífico cuando se le pregunta su lugar de residencia, con respuestas del tipo “Vivo súper lejos” o “estoy en la punta del cerro”.

2. Apenas puede independizarse buscará un departamento en el barrio Yungay, en Av. Matta, en el barrio Italia, el Parque Bustamante o en algunos sectores del Ñuñoa.  Jamás viviría en barrios como La Dehesa o San Damián.  Y tampoco en sectores como El Golf, donde se concentra el sector Yuppie de la capital, al que desprecia.

3. El abajista joven es particularmente ácido con los cuicos de su edad, calificándolos de capitalistas, conservadores, mojigatos, frívolos y de poca profundidad cultural.  Incluso se mofa de ellos con apelativos del estilo “los pantaloncitos Dockers”, las “arito de perlas”, “los camisita y mocasines”, etc.

4. No utiliza auto, prefiere la bicicleta o el transporte público.

5. No empleará jamás el vocabulario cuico (por ejemplo, nunca se despedirá de “adiós”), por tanto recurrirá a palabras y expresiones más populares, que están absolutamente vedadas por el cuiquerío chilensis, como “lentes” o le pondrá artículos a los nombres masculinos, por ejemplo “el Diego”. Pero conoce perfectamente los códigos y palabras del mundo cuico.

6. Tiende a ser hippie, vegano, naturista y  ecologista.  Tal vez como una forma de protestar contra el sistema capitalista, al que detesta.

7. No estudia carreras tradicionales, prefiriendo profesiones artísticas o  humanistas como literatura, historia o sociología.

8. Es de tendencia izquierdista, pero no necesariamente pertenece a un partido político.

9. No se muestra atraído por las nuevas tecnologías y no le gusta estar permanentemente “conectado”.  En algunos casos ni siquiera utiliza WhatsApp. No ve televisión, sólo series on-line, por ejemplo en Netflix.  Y prefiere ir al cine, ojalá al Normandie o al Cine Arte Alameda. Cuando tiene hijos, les prohíbe ver televisión desde muy pequeños (o trata que sea el mínimo tiempo de exposición) y por supuesto, jamás les comprará un Ipad, computador, celular o videojuego.

10. Hace amistades con “el pueblo” u otros abajistas.  Se lleva muy bien con la señora del aseo o del kiosko, a quien trata de tía. Saluda de beso a la nana, algo impensado por el cuico chileno.

11. Jamás entraría a un mall. Compra ropa, libros y muebles usados, y  es experto en conocer todo tipo de picadas al respecto.

12. Donde no tiene empacho en gastar es en viajes, ojalá a destinos exóticos y lejanos.  Uno de sus lugares favoritos es la India.

13. Jamás utilizaría un anglicismo en su vocabulario, aunque sepa hablar perfecto inglés. Todo lo contrario del arribista, que cuando tiene ocasión, deja relucir su conocimiento en idioma extranjero.

14. Le encanta el arte y la literatura, pero jamás leerá un best seller.  Es aficionado a la fotografía artística y a los diseñadores emergentes y alternativos.

15. Prefiere convivir que casarse.  Pero si lo hace, será sólo por el civil, jamás tendrá un matrimonio religioso.

16. Odia los transgénicos y prefiere comprar frutas y verduras orgánicas.

17. No inscribirá a sus hijos en colegios tradicionales (por ejemplo a los que fueron ellos mismos, como el Verbo Divino, Tabancura, Villa María o las Ursulinas). Prefieren establecimientos educacionales del tipo Waldorf o Montessori.

18. Es especialmente crítico con los comentarios clasistas de su entorno cuico, del tipo: “Había pura GCU (Gente Como Uno)”; “es negrito pero buena persona”, “cada oveja con su pareja”,  “no es que esté en contra de los más pobres, pero es gente con otras costumbres”. Tampoco soporta que se alardee de los apellidos, del dinero o de la posición social.

19. Aunque odie el sistema capitalista, muchos terminan siendo subsidiados por sus padres, ya que a veces sus profesiones no les alcanza para vivir.  Como tiene parientes con dinero y contactos, puede recibir el apoyo que va desde ayuda para encontrar trabajo (pituto), hasta herencias que incluyen departamentos o casas.

20. Se suele suscribir a movimientos por los más vulnerables, que incluye grupos animalistas, derechos de pueblos autóctonos y defensa de inmigrantes, entre otros. Pero siempre con ese aro de paternalismo que caracteriza a los cuicos y con esa superioridad moral que tienen y que en este caso se traduce en “yo defiendo a los más desposeídos y me preocupo del medioambiente. Soy mejor persona”. Si el arribista trata de ser superior materialmente, el abajista lo intenta hacer moralmente.

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