Cuelgamures

El homenaje que el pueblo de Cuelgamures tributó al alcalde, José Bartolomé García y la alguacila María López tuvo su vertiente reivindicativa por parte de los vecinos que aprovecharon la presencia del presidente de la Diputación, Fernando Martínez Maíllo para demandarle el arreglo de la travesía que enlaza este pueblo con Fuentespreadas. «¿La carretera, para cuándo?», interrogaba directamente una vecina a Maíllo, mientras alguno más demandaba «dinero e inversiones» en los pueblos pequeños. Incluso el sacerdote, Anastasio Covarrubias, que ejerció de maestro de ceremonias recordó que «la Constitución dice que todos somos iguales ante la ley. Y yo digo aquí, mentira. Porque los pueblos pequeños son los grandes olvidados y desde aquí pido al presidente de la Diputación que los atienda aunque sea con las migajas que le caen de la mesa de su despacho».

Fernando Martínez Maíllo aguantaba el chaparrón, a pesar de que la carretera en cuestión no es competencia de su administración, ya que pertenece a la red autonómica. Aún así tomó nota y prometió gestionar el asunto para conseguir un pronto arreglo de la vía. Ambos, sacerdote y presidente de la Diputación reconocieron la entrega del alcalde durante sus tres décadas de mandato. «Es una persona con la que coincido mucho en otros pueblos», indicó Maíllo. José Bartolomé es miembro del conjunto musical Los Uny´s, formación muy conocida en toda la provincia.

Ayer, Bartolomé había colgado por un día el instrumento musical y elegantemente vestido, agradecía el reconocimiento de sus paisanos apenas conteniendo la emoción en el breve discurso con el que expreso su reconocimiento a los concejales con los que ha trabajado en la tarea municipal, «y en general el buen comportamiento del pueblo». Bartolomé estuvo arropado por su familia, por sus compañeros los músicos, la corporación, los vecinos, y numerosos alcaldes de la comarca, encabezados por el presidente de la Mancomunidad Tierra del Vino y primer edil de Cabañas, Apolinar González o el diputado de zona José María Barrios.

«A lo que mandaran»

Durante la fiesta de los Sagrados Corazones, que se celebra en esta localidad el primer domingo de junio también tuvo su particular protagonismo la alguacila, María López, a quien el alcalde en nombre del pueblo entregó una placa y le agradeció el trabajo, tanto de ella como de su marido ya fallecido. María, con 90 años, ágil y envidiablemente lúcida ha sido hasta ahora la encargada de abrirle la puerta al médico «y de lo que me mandaran, bien pregonando la llegada de los tenderos o de los concejos».

Ayer eran muchos los familiares y vecinos que se acercaban a María para darle un abrazo, teniendo también un sentido recuerdo para su marido, que era el encargado de arreglar el cementerio y de mantener y conservar el mobiliario urbano. «Había sido herrero y los dos hemos trabajado no sólo con éste alcalde, sino también con José Barrios o con Pedro Avedillo».

La fiesta continuaba con un vermú en el salón municipal y el recital de canción española de «Loren, el Rey de Castilla».