Los mustela putorius furo o hurones son unos animales que al igual que los gatos, se fueron relacionando e introduciendo definitivamente en la vida de los humanos hace aproximadamente dos mil años. Por aquel entonces se encargaban por ellos mismos de eliminar las plagas de roedores de las cosechas y de cazar a los conejos de sus madrigueras, debido a su instinto cazador. Los hurones pueden vivir de cinco a ocho años.

Tanta relevancia como animal de compañía está obteniendo, que se ha posicionado como la tercera especie (por detrás del perro y el gato) más popular en convivir a diario con su familia humana.

Los hurones son una especie muy curiosa y activa que necesita su tiempo fuera de las jaulas en las que duermen y que, como indicábamos antes, por su instinto cazador, su tamaño y flexibilidad, son capaces de introducirse por cualquier espacio (e igual que el dicho "la curiosidad mató al gato", seguimos con las similitudes, cuidado con lo que dejamos a mano porque se comen lo que encuentran y mordisquean lo que les llame la atención. Hay que tener esto muy presente porque puede provocarles problemas de salud graves).

Su rutina diaria pasa por repetir las acciones comer, jugar y dormir. En cuanto a sus necesidades, siguen yendo en paralelo a las costumbres gatunas de nuevo, es decir, en cuanto aprenden, las hacen en el mismo sitio (ojo, no se recomienda usar arena de gato para ellos. Lo más recomendable es algún material absorbente que evite que el hurón toque la humedad, por ejemplo, paneles compactos de serrín o maíz e incluso, papel de periódico prensado o sin cortar).

Por su forma de ser aunque las jaulas las usen solo para dormir porque el resto del tiempo esté en familia o correteando por la casa a sus anchas (vigilados claro está porque igual que se meten en algún espacio no saben salir de él o si se suben a algo no saben calcular cuánto han subido y pueden hacerse daño), su refugio debe ser suficientemente grande (tanto en anchura como en altura) y contar con diferentes niveles para que el hurón pueda moverse y saltar sin verse acorralado. Para facilitar su distracción mientras que esté en la jaula, a ésta se le pueden añadir accesorios de juegos como túneles, rampas, hamacas y todos aquellos que se fabrican para la comodidad, diversión y seguridad de estos animales. Lo que sí se debe tener muy en cuenta es que las zonas de juegos, alimentación e higiene deben estar separadas.

Su comportamiento en familia de la misma especie, es decir, entre hermanos hurones por ejemplo es como la de muchos animales cazadores, establecer una jerarquía. Esto lo hacen a base de juegos en los que incluyen mordiscos y, según la edad que tenga cada individuo, por su complexión y tamaño, pueden ser más dañinos o menos, ya que los hurones de más edad tienen ya mucha fuerza en su mandíbula. De ahí, que como con cualquier animal de compañía, haya que estar pendiente a su crecimiento físico, mental y comportamental para evitar que se asienten actitudes negativas.

Al ser animales sociables y que viven en manadas, se sienten mejor estando acompañados que solos, con lo que serán más felices si viven con un compañero.

La alimentación, como en perros y gatos, se basa en piensos específicos para hurones, siendo conveniente comprarlos de marcas conocidas de calidad media-alta. No se recomienda ofrecerles frutas y verduras porque les es difícil digerirlas y pueden ser perjudiciales para su salud. La comida y el agua deben tenerla a su disposición siempre.

En cuanto a las revisiones veterinarias, vacunaciones y desparasitaciones, se debe seguir el mismo calendario que con los perros y gatos. Para cualquier duda y ampliación de información, consulten con un veterinario experto en animales exóticos. En Málaga hay una clínica especializada, llamada Aracavia, que pueden encontrar en C/Saint Exupery 10.

Hablando de otra parte clínica de los hurones, las gestaciones y la esterilización. Estos animales alcanzan la madurez sexual entre los 4 y 8 meses de edad, siendo el período de gestación de 42 días (pueden llegar a traer en un mismo embarazo entre 2 y 10 crías).

"Aunque antes se recomendaba la esterilización obligatoria en hembras debido a que cuando comienzan con el celo, éste no cesa hasta que no copulan, lo que obliga a su órgano reproductor a producir constantemente estrógenos que si no se quedan embarazadas, se acumulan en sangre, provocándoles un efecto tóxico grave, actualmente se ha descubierto que este procedimiento (y también en el de los machos) produce que las glándulas adrenales (dos pequeñas glándulas productoras de hormonas situadas al lado de los riñones) sustituyen a los órganos extraídos produciendo hormonas y provocando la enfermedad adrenal del hurón.

Por lo tanto, lo que recomiendan para el bienestar tanto de las hembras como de los machos, por este funcionamiento de su sistema, es realizar un control químico hormonal en ambos géneros que ayuda a prevenir la enfermedad adrenal y evita el celo y las gestaciones indeseadas que acaban en una superpoblación y en abandonos".