Durante cinco años fue un emblema de la apertura del puerto de Málaga. La réplica del galeón Santísima Trinidad, que estuvo atracado en el Puerto de Málaga de 2006 a 2011 funcionando como restaurante y bar de ocio nocturno, ahora está en el Puerto de Alicante con el futuro incierto. No cuenta ya con concesión para permanecer en el puerto y ha sido obligado a ir al dique seco para la reparación del casco, donde se ha detectado una fuga en el casco.

La Autoridad Portuaria de Alicante ha obligado a la empresa que gestiona la réplica del Santísima Trinidad a que abandone el muelle 4 del Puerto tras caducar en diciembre la concesión y no renovarlo. La réplica lleva amarrada en Alicante, junto al casino, desde el verano de 2011 cuando llegó remolcada de Málaga para convertirse durante unos años en uno de los atractivos de la zona de ocio al contar con un museo y un restaurante.

Tras una primera etapa de éxito, al final, los anteriores gestores acabaron cerrándola y traspasaron la propiedad a la sociedad Santísima Trinidad S.L., una empresa que había realizados obras y pretendía reabrir ahora su interior con un gastrobar. La decisión del Puerto es firme porque, según apuntan fuentes de la Autoridad Portuaria, el casco no ha superado una inspección técnica de Capitanía Marítima y debe someterse a una reparación del casco en dique seco. Inicialmente el Puerto de Alicante estaba dispuesto a ampliar la concesión hasta 2018, siempre que el casco hubiera superado la inspección submarina, pero los buzos detectaron una fuga de agua.

El Santísima Trinidad llegó al puerto de Málaga en 2006 para convertirse en uno de los primeros atractivos turísticos y de ocio de las instalaciones portuarias en plena transformación con el Plan Puerto-Ciudad. El buque, que atracó en el muelle 2 del recinto malagueño, comenzó a construirse en 2003 en Vigo y un año después (2004) recaló en el Puerto de Algeciras (Cádiz) para su finalización.