El Concello de Arteixo inició ayer el traslado piedra a piedra de la Fonte do Abade en Oseiro bajo la supervisión de la arqueóloga Purificación Soto, que apuntó que pudo haber sido construida a finales del siglo XVIII para aprovisionar de agua a las caballerías y a los transeúntes que pasaban por el camino real que ahora es carretera. En las obras para efectuar este traslado se descubrió además una canalización de piedra enterrada, que surtía a la fuente.

Los vecinos de Oseiro llevaban veinte años reclamando que se reubicase este elemento patrimonial por estar situado al borde de la vía, casi encima de la calzada. Sin embargo ya en el año 1853, por sentencia judicial, se dio el visto bueno al traslado de este manantial, tal y como recoge el historiador Xabier Maceiras. Una sentencia del Consejo Real da cuenta de un pleito entre un empresario de San Cristóbal das Viñas (A Coruña), Pedro Abelenda, y el Concello de Arteixo porque los vecinos de Oseiro habían denunciado en 1848 que la fuente que les surtía se había quedado sin agua desde que dicho empresario había abierto una fábrica de curtidos en la zona (de la que aún existen ruinas hoy en día).

Técnicos y operarios ayer en el traslado de la fuente de su ubicación original. | // L.O.

Según se relata en la sentencia que recuerda Maceiras, quedó probado que Pedro Abelenda había abierto unas zanjas por debajo del manantial para surtir de agua a su fábrica de curtidos y eso conllevó que se quedase seca la fuente.

Unos peritos declararon en el juicio que habían hallado hasta tres manantiales que abastecían a la Fonte do Abade pero era necesario trasladar la fuente a un punto más bajo para que dos de los manantiales llegasen mejor. El Consejo Provincial primero dio la razón al Concello y condenó a Abelenda a pagar los gastos del traslado de la fuente a un lugar “cien varas” más distante. Este empresario apeló y el Consejo Real ratificó el primer fallo, ordenando que se dispusiese la traslación de la fuente a otro punto y desestimando la petición de Abelenda de que no se cambiase de sitio.

La fuente ahora, en el siglo XXI, ha sido trasladada a una nueva zona verde en Oseiro, conseguida tras un desarrollo urbanístico en la zona por el que el terreno pasó de privado a público.