Un arriero carruaje dejó un feroz clavo a su novia que le envió un dineral desde Francia para la construir una casa donde planeaban vivir. La mitakuña, que se encuentra laburando en el país europeo, transfirió 263 millones de guaracas al tipo. Pero, éste apenas mandó edificar el 30 por ciento de la obra y luego dejó de pagar al contratista. Como el infeliz dejó de atender las llamadas y responder los mensajes, la señorita regresó pya’e voi a Paraguay y le enzoquetó una feroz denuncia. El supuesto estafador fue imputado por la Fiscalía.
El procesado está identificado como Bruno Javier Cabrera Aguilar, paraguayo, mayor de edad, domiciliado en el barrio Padre Dios Misericordioso de la ciudad Presidente Franco. El mismo debía presentarse ayer ante el Juzgado a su audiencia para ser escuchado, pero llamativamente no apareció.
Se fijó nueva fecha para la imposición de medidas el 29 de agosto y en caso de hacerse del ñembota otra vez, la Justicia ordenará su rebeldía, según omombe’u fuentes judiciales.
Según los datos, el sindicado mantenía una relación sentimental con Jessica Soledad Cáceres Medina, quien trabaja hace tiempo en Francia. Con el correr del tiempo, específicamente el 10 de agosto de 2021, la mujer decidió comprar un inmueble el barrio Santa Inés de Franco.
En el lugar, la parejita proyectó construir una vivienda, donde en el futuro podría vivir. La joven comenzó a transferir desde Europa importantes sumas de dinero, a través del Banco Familiar, Visión y Maxi Cambios, a los efectos de que Bruno Cabrera se hiciera cargo de la construcción de la casa, que sería grande y coqueta, según los datos.
Al inicio todo iba viento en popa, la obra tuvo un avance del 30 por ciento, hasta que a principio de este año Cabrera Aguilar dejó de pagar al contratista, pese a que la víctima realizaba los envíos de dinero en tiempo y forma, ndaje.
En total, transfirió la suma de G. 263.000.000 (doscientos sesenta y tres millones de guaraníes), pero la edificación quedó totalmente paralizada. Para colmo, el encausado dejó de atender las llamadas y de responder los mensajes de la mitakuña.
Ante esta situación, Jessica Soledad Cáceres decidió regresar al Paraguay con la intención de recuperar su dinero y poder concluir la obra. Una vez en el país, radicó la denuncia contra su expareja y presentó un montón de pruebas contra el presunto embaucador.
Upéi, el fiscal Luis Trinidad resolvió la imputación de Bruno Javier Cabrera, al considerar los diversos elementos de sospecha, como ser los informes de las entidades financieras, la declaración de la víctima y del contratista de obras, entre otros.
