La pandemia de la Covid 19 significa un punto de quiebre en materia de abuso sexual al niños, niñas y adolescentes, pues al estar en una convivencia más estrecha entre víctimas y victimarios, se desprendió una agudización e incremento en la periodicidad de ocurrencia de estos. Así, existe una contradicción entre los efectos esperados por el legislador respecto a la efectividad del Artículo 199 de la Ley 1098 de 2006, frente a las cifras registradas por el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses a niños, niñas y adolescentes entre los años 2018 y 2021. De allí se puede establecer que a pesar del endurecimiento de las penalidades para violadores y asesinos de esta población (reflejado en el Art. 199 de la Ley de Infancia y Adolescencia y el Art 83 del Código Penal colombiano), hay una incapacidad manifiesta para interpretar la mentalidad de los victimarios, y con ello conseguir la disminución de la frecuencia con que se configura el delito. Así las cosas, se analiza el problema desde una de las ciencias auxiliares del derecho, representada en el Manual de Psicología Jurídica de Emilio Mira y López, publicado en 1932 hasta el momento único en su clase.
