Antes de conocer la solución, se necesita identificar el problema. Por lo que primero vas a analizar si estás descalificado para sobrepasar situaciones difíciles, o simplemente no puedes manejarlas.
El sentir que no se está listo para gestionar un problema se debe a la falta de preparación, no has invertido lo suficiente en ti mismo como para tener la seguridad de que puede salir siempre adelante.
Las siguientes señales son claros indicadores de que no estás listo para afrontar situaciones difíciles:
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Se estresa con facilidad
Cualquier situación de problema te saca de balance y te quita el enfoque. El estrés aparece inmediatamente y puede causarle tensión física o emocional, lo hace sentir frustrado, furioso o nervioso.
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Te cuesta tomar decisiones
Los problemas te crean confusión y desesperación. Esto se debe a que no ha desarrollado la suficiente confianza y fortaleza en ti mismo para seguir adelante. Algunos estudios sostienen que, si bien este tipo de personas tienen buenas habilidades para solucionar problemas, lo cierto es que no confían en dichas capacidades, no se lo creen. Este hecho se asocia a un bajo nivel de autoestima.
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Asumes una postura de culpa
La conversación que tienes contigo mismo es limitante y refleja culpa hacia ti mismo o prefiere buscar un culpable fuera. Este es un indicador de que le falta madurez en su carácter.
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Buscas opciones para entretenerte
En lugar de hacerle frente a los problemas eliges salir corriendo, evadirlos… Intentar escapar de los retos, con el tiempo lo único que le va a producir es que se eleven sus niveles de frustración y que permanezcas estancado.
“Toda dificultad eludida se convertirá más tarde en un fantasma que perturbará nuestra vida” Frédéric Chopin
Si te sentiste identificado con algunas de las antes mencionadas, quiere decir que necesitas trabajar en ti para prepararte en manejar situaciones difíciles:
Para afrontar los problemas debes hacer intercambios… hacer intercambios quiere decir que tienes que renunciar a algo negativo y sustituirlo por algo productivo.
1. Desarrolla una autoestima consistente
Esta es la base fundamental para afrontar situaciones difíciles.
2. Desarrolla genuinamente compromiso contigo
El compromiso es la capacidad que tenemos las personas para tomar conciencia de la importancia de cumplir. Elevar el compromiso contigo implica desarrollar la creencia positiva y ganadora en ti mismo, debe creer que hay un gran valor en lo que tú haces, y reconocerte a ti mismo como persona valiosa y capaz de lograr las metas y propósitos que te propongas, el ser capaz de tomar responsablemente decisiones congruentes con los principios y valores y, como consecuencia, comprometerte con las consecuencias de las mismas..
Quien tiene claro lo que vale y hacia dónde va, no se rinde con facilidad.
3. Invierte tiempo y recursos en desarrollar sus fortalezas
Las personas que poseen la cualidad de ver la vida como un reto que los elevará al próximo nivel, ven las situaciones difíciles como una oportunidad de mejorar y crecer, no como un peligro o amenaza.
4. Comprende que la vida no es estática
Las circunstancias pueden variar con el paso del tiempo.
5. Tiene espacios de introspección
La introspección no es más que la observación que una persona hace de su propia conciencia o de sus estados de ánimo para reflexionar sobre ellos.
6. Eleve su capacidad de iniciativa
Incremente las oportunidades de exigirse y ponerse a prueba en tareas progresivamente más exigentes.
“La permanencia, perseverancia y persistencia a pesar de todos los obstáculos, desalientos e imposibilidades: es eso lo que distingue las almas fuertes de las débiles” Thomas Carlyle
Aprovecho para invitarte a mi próximo evento DOMINA TU ENFOQUE donde te enseñaré cómo lograr más haciendo menos.
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