Hace unos días compartimos en el Facebook de Radio México Internacional, la imagen de una litografía del italiano Claudio Linati que representa a un aguador mexicano y que fue realizada en 1828. Esta publicación la hicimos recordando que quienes practicaban ese oficio (extinguido desde que se inventaron las tuberías domésticas), se festejaban, como hoy los albañiles, el día 3 de mayo. A partir del interés que despertó esa publicación, decidimos ampliar en nuestra página electrónica la información sobre el oficio y sobre el artista que lo retrató, además de compartir el texto que él escribió al respecto.
Claudio Linati nació en Parma en 1790 y se formó como pintor en Italia y en Francia. Aprendió el arte de la litografía (una técnica de grabado muy moderna para ese tiempo, que permitía una reproducción más numerosa y fiel de las imágenes) y lo trajo a México cuando decidió trasladarse a nuestro país buscando refugio contra la persecución política por sus ideas liberales. Usando la técnica litográfica Claudio Linati publicó en Bruselas, en 1828, un libro en el que reunió las imágenes de diferentes oficios de México, poniendo especial atención en el trazo de las vestimentas y acompañando cada retrato con un texto descriptivo. Uno de los personajes que más llaman la atención dentro esta obra es “El Aguador”. Muchos hombres ejercían este oficio y su trabajo era fundamental para dotar a las casas de agua suficiente que era trasladada por ellos desde las fuentes públicas en las que desembocaban los acueductos de las más importantes ciudades (la Fuente del Salto del Agua de la ciudad de México es un ejemplo de este tipo de suridores en los que llenaban sus cántaros los aguadores). Presentamos a ustedes ahora el texto de Claudio Linati sobre “El Aguador”.
“Aguador: Portador de Agua. Delantal y gorro de cuero. Ollas de barro. Todos los países ofrecen algunas costumbres más o menos inexplicables, ora por su incomodidad, ora por su extrañeza. El aguador de México es uno de los personajes que más impresionan a los ojos del extranjero: apenas se concibe cómo, para llevar 50 libras de agua, no se haya encontrado otro medio que meterla en una olla de barro casi tan pesada como su contenido, cuya forma esferoide concentra su peso en un solo punto.
Esta vasija, que no es suficiente para las necesidades de una familia, y un peso tan incómodo que no puede aumentarse, hacen necesaria una pequeña reserva suplementaria contenida en un cántaro, atado a dos correas cruzadas sobre la cabeza y suspendidas al frente, que sirve de contrapeso a la carga principal; se impide el balanceo de este segundo cántaro por medio del delantal que lo sujeta con un gancho.
El aguador, amordazado así o encerrado en sus dobles correas, marcha erguido, sin poder permitirse el menor movimiento de cabeza y lleva el líquido a su cliente.
Medio real, más o menos seis centavos de Francia, es el precio de su entrega; pero si trabaja toda la jornada, gana de cuatro a cinco francos por día. Las correas que se cruzan sobre su cabeza le impiden llevar sombrero. Por ello, el aguador es el único ser en México que lleva gorra”.
Fotografías de Enrique Rivera de imágenes publicadas en el libro “Claudio Linati. Acuarelas y Litografías” editado por grupo Finaciero INBURSA en 1993.
Buen día, me parece realmente interesante la forma como han sido y son vistas las costumbres de los pueblos por los extranjeros, por lo general conocemos estas visiones curiosas de gente europea ya que resulta extraño que gente de otras latitudes se aventuraran a nuestras tierras en dicha época. Sería aun mas extraordinario conocer la visión de la gente de nuestros pueblos acerca de esas personas que vinieron de tierras “civilizadas” a hacer fortuna de este lado del mundo!!
Hola Carla:
Efectivamente, la mirada de los viajeros es siempre muy interesante, porque suelen poner atención en detalles que a veces pasan desapercibidos a quienes los ven cotidianamente. Los relatos de viajeros en México son un material muy valioso para conocer las costumbres de otros tiempos y trataremos de compartir en esta página algunos de estos textos. En el caso de Claudio Linati las imágenes vuelven doblemente interesantes sus testimonios. Te prometemos buscar también algunos testimonios escritos por mexicanos acerca de esos viajeros.
Saludos de parte del equipo de RMI y gracias por el interés.