Transportar el agua de un lugar a otro para llevarla a las regiones secas y a los sitios alejados de los ríos y manantiales, ha sido una de las tareas que más han desafiado el ingenio humano. Ese reto, ha dado lugar a obras de gran belleza y utilidad, los acueductos, los cuales, aunque pasen los siglos, no dejan de asombrarnos.
En México una de estas edificaciones sorprendentes es el llamado Acueducto del Padre Tembleque o Acueducto de Tembleque, que es considerado la obra de ingeniería hidráulica más importante construida durante el virreinato de la Nueva España en el continente americano. Lo más interesante es que fue levantado en el siglo XVI bajo la dirección de un modesto fraile franciscano, Francisco de Tembleque, oriundo de la provincia de Toledo, en España, quien llegó en 1542 al pueblo de Otompan (actualmente Otumba, Estado de México). Ahí, motivado por la escasez de agua en la región y por el acaparamiento que hacían de ella los colonos españoles, decidió construir un acueducto que condujera el agua no sólo a Otompan, sino también a la congregación de Todos los Santos (actualmente Zempoala, Hidalgo), y a otras poblaciones ubicadas en su trayecto.
Este acueducto está conformado por seis arquerías de las cuales la más conocida se encuentra sobre el Río Papalote, próxima a la población de Santiago Tepeyahualco. La Arquería Mayor o Arquería Monumental de Tepeyahualco se ubica entre los límites del Estado de México y el Estado de Hidalgo y cuenta (sólo esta sección) con 68 arcos de medio punto que se extienden a lo largo de poco menos de un kilómetro, alcanzando en su punto más alto 38.75 metros sobre el nivel del piso, lo cual es realmente impresionante, sobre todo si pensamos que se trata de un trabajo realizado en el siglo XVI, con mano de obra indígena y con recursos técnicos muy limitados. En el año 1960 el sacerdote e historiador mexicano Ángel María Garibay estudió una serie de jeroglíficos pintados en la arquería mayor.
El Acueducto del Padre Tembleque tiene una longitud total de 48 kilómetros, 38 desde su origen en los manantiales de las faldas del volcán de Tecajete hasta Otumba, y una bifurcación de 10 kilómetros que surtía agua a las poblaciones de Zacuala y Zempoala. Lo que más se conoce de él, como ya decíamos, es la llamada “arquería mayor”, sin embargo es importante considerar que cerca del 95% del acueducto es subterráneo y que su construcción permitió que muchos pueblos de la zona se proveyeran de agua suficiente y crecieran como comunidades prosperas.
El 5 de julio de 2015 el Comité del Patrimonio de la UNESCO, incorporó el Acueducto del Padre Tembleque a la lista mundial de Patrimonios de la Humanidad como Canal Patrimonial Exento. Les recomendamos visitar este acueducto, ver sus arcos en el punto más alto es realmente impresionante, pero además puede hacerse un paseo muy bello e interesante visitando los pueblos que fueron beneficiados por sus aguas, están ubicados en los actuales estados de México e Hidalgo y continúan siendo prósperas y bellas poblaciones.
Este texto forma parte de la serie “Construcciones en el Tiempo”, que se transmite en Radio México Internacional los martes y los jueves en cuatro diferentes horarios. Consúltalos en nuestra página web www.imer.mx/rmi.
Fotos: Enrique Rivera