Cada creyente desea adquirir sabiduría de Dios. Sin embargo, no la recibe porque no sabe cómo recibirla.

En Salmos 51:6 se nos dice: “En lo secreto me has hecho comprender sabiduría” (RVR1995).

Cuando Dios nos comunica Su sabiduría lo hace en lo secreto. Ya sea mientras leemos Su Palabra y las Escrituras nos hablan, o quizás cuando el Espíritu Santo nos susurra. Así como nos dice Proverbios 20:27, “Lámpara de Jehová es el espíritu del hombre” (RVR1995). En otras palabras, Dios nos ilumina a través de nuestro espíritu.

Por ejemplo, quizás usted se encuentra en una situación económicamente difícil y no sabe exactamente qué hacer. Trabaja, diezma, confía en Dios, está haciendo todo lo correcto, y sin embargo parece que no logra llegar a fin de mes.

Quizás lo que necesite es sabiduría. Si usted la pide, quizás Dios le hable a su corazón algo tan sencillo como: “Ve y habla con esta persona”. O quizás le diga: “Anúnciate en esta revista”. Tal vez le diga: “Llama a tal persona y pídele perdón por haberle ofendido”. A lo mejor le dice: “Sigue esperando”.

Al poco tiempo de ser salvo desarrollé una afección física para la que no podía recibir ningún tipo de tratamiento o alivio. Así que le pedí a Dios: “¡Señor, dame sabiduría!” Dios me habló y me dijo: “Debes dejar de tomar café”.

Ahora bien, no quería escuchar eso ya que me encantaba el café. Pero, ¿sabe qué? Después de obedecer a Dios, casi inmediatamente la afección física desapareció y nunca más ha vuelto.

Dios es sabio. Le hablará a su corazón. Si le pide, Él le dará a conocer Su sabiduría en lo secreto.