Es el símbolo de la ciudad, construido hace casi 2.000 años, y sobre el que existen leyendas además de mucha historia
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Acueducto de Segovia iluminado al anochecer
El acueducto se encuentra en el centro de la ciudad, rodeado de otros edificios Pixabay

La Alhambra de Granada, la Mezquita de Córdoba, el teatro de Mérida, las murallas de Ávila, la ruinas de Ampurias, la Catedral de Burgos y el Acueducto de Segovia son solo algunas de las construcciones históricas que a lo largo del tiempo, diferentes culturas y civilizaciones han hecho de España un país con un patrimonio histórico y cultural rico y variado. Es precisamente sobre el más típico monumento segoviano, construido hace casi 2.000 años por los romanos, de lo que vamos a hablar en este artículo, y de la fascinante leyenda sobre cómo se construyó esta increíble infraestructura.

La niña que casi vendió su alma al diablo

Hoy tenemos todo tipo de tecnologías que nos ayudan a superar los desniveles: ascensores, escaleras mecánicas, vehículos…, pero no siempre ha sido así. Según la leyenda popular sobre la construcción del Acueducto de Segovia, hace mucho tiempo, una valiente niña se veía obligada a ascender diariamente por una empinada montaña con un cántaro vacío para obtener agua de una fuente en la cima.

Tanto era el esfuerzo que la niña decidió hacer un pacto con el demonio. Le pidió construir un medio que le permitiera evitar el agotador trayecto. El demonio aceptó el deseo, pero con una condición: si lograba terminar el acueducto antes de que cantara el gallo, la niña le entregaría su alma.

La niña, arrepentida de su petición, vio cómo el demonio comenzaba a construir rápidamente el acueducto y comenzó a rezar para que no lograra su propósito. Justo cuando solo quedaba una piedra por colocar y concluir la obra, el gallo entonó su canto matutino. 

Derrotado por el amanecer, el demonio fracasó en su intento de reclamar el alma de la niña.

En el hueco sin terminar, donde el último bloque de piedra quedó sin colocar, se encuentra una imagen que, aunque no está clara en honor a quién se erigió, se cree que puede ser la Virgen de Nuestra Señora de la Cabeza, un símbolo de protección y salvación.

La imagen dela Virgen en el centro del acueducto
La imagen de la Virgen preside el acueducto Pixabay

Una construcción con casi 2.000 años

El Acueducto de Segovia es una obra maestra de la ingeniería romana cuya fecha exacta de construcción ha sido objeto de debate durante mucho tiempo. Aunque carece de una inscripción legible que nos brinde información precisa, los estudios y hallazgos arqueológicos han proporcionado algunas pistas sobre su origen.

Durante muchos años se creyó que el acueducto fue construido en el siglo I d.C., durante los reinados de los emperadores Domiciano, Nerva y Trajano. No obstante, en 2016 se dieron a conocer nuevos hallazgos arqueológicos que sugieren una fecha ligeramente posterior. Estas evidencias apuntan a que la construcción del acueducto ocurrió después del año 112 d.C., durante el gobierno de Trajano o en los primeros años del emperador Adriano, a partir del 117 d.C.

Antiguamente, el acueducto era responsable de llevar agua desde el río Frío, ubicado a 17 km de distancia en la región de La Acebeda, hasta la ciudad de Segovia. Recorría aproximadamente 15 km antes de alcanzar su destino final.  El agua se recogía en un tanque llamado El Caserón y luego se conducía a través de un canal hasta una segunda torre conocida como "Casa de Aguas". Allí, el agua se decantaba y se eliminaban las impurezas antes de continuar su camino.

Vista de la longitud del acueducto de Segovia
Sus dimensiones sobrecogen al visitante Pixabay

En su construcción, se siguieron los principios establecidos por Vitruvio, un renombrado arquitecto romano, en su obra De Architectura publicada en el siglo I a.C. Consta de una serie de arcos, algunos simples y otros dobles, que se apoyan en pilares. Desde el punto de entrada a la ciudad hasta la Plaza de Díaz Sanz, se pueden contar un total de 167 arcos. El punto más alto del acueducto alcanza una altura de 28,5 metros, incluyendo su cimentación.

Dentro de la ciudad amurallada de Segovia existía un sistema de distribución del agua, aunque los detalles precisos de este sistema aún no se conocen en su totalidad. Se sabe que el agua seguía una ruta subterránea, la cual se ha marcado recientemente en las aceras de la ciudad.

Ahora que tienes las dos versiones, ¿cuál de ellas te parece más interesante? Cualquiera que sea la que escojas, seguro que ya no volverás a ver este impresionante monumento de la misma manera.

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