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Crítica de El Alienista, thriller psicológico con Luke Evans y Daniel Brühl

El Alienista
Reseña de El Alienista temporada 1, dirigida por James Hawes y Jakob Verbruggen e inspirada en la novela original de Caleb Carr. Un thriller psicológico de 10 episodios ambientado en la Nueva York de finales del siglo XIX protagonizado por Daniel Brühl, Luke Evans y Dakota Fanning, entre otros. Estreno en Netflix: 19 de abril de 2018.

Un asesino en serie acaba de presentarse en Netflix, pero sólo un alienista será capaz de... comprenderlo. En el siglo XIX, a las personas que padecían una enfermedad mental se las consideraba alienadas de su auténtica naturaleza. A los expertos que las estudiaban, por tanto, se los denominaba alienistas.

El alienista es la última serie de estreno en Netflixy su introducción, que encabeza estas líneas, prepara el terreno sobre el que se va a sembrar una historia de investigación psicológica rodeada de suspense. Daniel Brühl (Capitán América: Civil War), Luke Evans (La Bella y la Bestia o El Hobbit) y Dakota Fanning protagonizan una trama que nos llevará a rememorar el clásico de Sherlock Holmes bajo la penumbra de las calles de Nueva York en el siglo XIX. La cara más oscura del ser humano podría ser, precisamente, más humana de lo que esperábamos: ¡dentro crítica de El Alienista y su temporada 1!

El cuerpo

Nueva York, 1896. Una serie de brutales asesinatos perpretados contra niños están revolviendo las calles de la ciudad que nunca duerme, pero la policía necesitará de un nuevo prisma para resolver el caso. El recién llegado comisario, el mismísimo Theodore Roosevelt (Brian Geraghty), decide contar con la mente del doctor y alienista Laszlo Kreizler (Daniel Brühl) y su fiel amigo John Moore (Luke Evans) para conducir una investigación basada en el estudio del crimen psicológico.

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Estrenada hace algunos meses en TNT, la serie recién adquirida por Netflix está basada en la novela escrita por Caleb Carr en 1994. Tenía todas las papeletas para terminar convirtiéndose en el objeto de deseo de alguna productora en Hollywood; sus características, sin embargo, hacían de esta historia un auténtico reto para quien se enfrentase a su traslado a la gran pantalla. Así lo dice su presupuesto: cinco millones de dólares para cada uno de los 10 episodios que la conforman.

El Alienista

Pero la temporada 1 de El Alienista (The Alienist, en su título original) tiene una factura impecable. Es lo primero que salta a la vista tan pronto nos adentremos en las calles por las que nuestros protagonistas buscarán resolver un misterio que se escapa a la razón lógica. La nueva serie de Netflix cuenta con un presupuesto holgado destinado esencialmente a contextualizar una trama densa en la que los detalles marcan la diferencia en el relato. Los escenarios y el vestuario nos permitirán respirar esa pútrida realidad que Carr transmitía en la novela, logrando una ambientación sublime de la Nueva York de finales del siglo XIX con la que empezar a dilatar nuestras pupilas. Ni que decir tiene que a los amantes de este tipo de atmósferas se les saltará el bombín del gusto.

Daniel Brühl es el doctor Laszlo Kreizler, un reputado alienista que, al contrario que en su gremio, no goza de gran aceptación entre la población debido a sus métodos y su visión respecto a las motivaciones del ser humano. Su ingenio y sus conocimientos guiarán el cauce de las investigaciones y no tardaremos en relacionar con su figura al clásico Sherlock Holmes. Y donde hay un Holmes, tiene que haber un Watson: John Moore (Luke Evans), el siempre formal y sentimental dibujante que seguirá no sin ciertos refunfuños a su viejo amigo. El equipo lo completan la inteligente y decidida Sara Howard (Dakota Fanning), la primera mujer en el departamento de policía de NY; y los astutos hermanos e inspectores jefe Marcus y Lucius Isaacson (Douglas Smith y Matthew Shear, respectivamente).

El Alienista
El Alienista

El peso de la iluminación en clave baja, lo macabro de su argumento y la oscura presión que oprime a la sociedad desde lo más alto de la jerarquía social ya lo avisan: no esperéis que esta nueva serie de Netflix sea amable. Esperad una crítica, una gris, una cruda e inamovible realidad que basa sus cimientos en una sociedad cínica capaz de girar la cara por puro egoísmo. Una sociedad que no sólo acepta la prostitución infantil, sino que la protegerá para salvaguardar los intereses económicos de la clase alta por muchos ojos, corazones y vidas que se lleven a su paso. Una humanidad humana, al fin y al cabo.

El cerebro

Si bien El Alienista no ofrece una gran revisión de este clásico en lo que a la estructura de la investigación se refiere, sí lo hace como homenaje al thriller clásico con el añadido de una agenda moderna. Los temas del feminismo, la xenofobia o la paternidad salpican las tramas sobre las que discurre el cauce de la serie aderezados con la brutalidad hiperrealista que nos brinda su fotografía. Nos enfrentamos a una realidad tan macabra y dolorosa como sólo el ser humano puede protagonizar, y ese era uno de los grandes puntos de incisión para la producción.

El sufragio de la mujer sirve como gancho para enlazar la serie con la lucha por un feminismo que todavía hoy merece revisión, y se convierte en el punto más relevante para contextualizar históricamente el relato. Pero no es el único. La lucha de clases y la separación de poderes también estarán presentes de forma subrepticia mientras sus personajes reflexionan acerca de las pasiones, odios y deseos heredados de la infancia y, por ende, de sus padres.

El Alienista

Estas inflexiones psicológicas, además, están sustentadas también por el contexto histórico. Los comienzos del psicoanálisis fundados por Sigmund Freud y autores como Krafft-Ebing o Jung, ponen de manifiesto los primeros pasos por los que la psicología se fue configurando como una ciencia; de ahí que nuestro protagonista hunda sus teorías y su inagotable deseo de comprender la mente humana, así como su relación con la infancia y las perversiones sexuales, en su desarrollo.

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También tenemos esa íntima relación que se construye entre persecutor y perseguido; esa conexión que, en este caso, demuestra ser mucho más cercana de lo habitual. A lo largo de la historia los relatos han incidido en la delgada línea que separa al héroe del villano, pero es que en El Alienista no existe ni una cosa ni la otra: ambos responden a aquello en lo que la sociedad los ha convertido. Al menos, así lo ven los ojos del doctor.

El Alienista

Caleb Carr desarrolló una estructura sólida y profunda en su novela original, por lo que dotar a la serie del ritmo e interés creciente necesarios para enganchar a una audiencia masiva se prometía complicado. A pesar de ello, el trabajo en la adaptación de Cary Fukunaga, Hossein Amini y Kristina Lauren Anderson ha dado sus frutos y nos encontramos con una serie que, más allá de ciertos altibajos en el ecuador de la temporada, cumple con una narración eficaz para comprimir su atmósfera original.

Hay ciertas subtramas en este thriller de Netflix, como las relacionadas a los hermanos Isaacson, que pierden todo su interés al demostrarse explícitamente como vehículos en los que seguir transportando las ideas principales relacionadas con la paternidad y el deseo sexual. Las cuotas de pantalla que se les otorgan son tan anecdóticas y anodinas que firman esos puntos bajos que mencionábamos anteriormente. Por otro lado, el interés en subrayar el peso de lo macabro y oscuro de los acontecimientos termina restando importancia al verdadero espíritu del relato: sus personajes. Más allá de las actuaciones, que abordaremos en el siguiente apartado, sus evoluciones parecen ser pequeñas pinceladas con plumas de todo el trasfondo que parecen albergar y que la propia serie decide remarcar, dando lugar a un desarrollo contraproducente.

El corazón

El elenco protagonista es, valga la redundancia, el gran protagonista que se coloca los galones de la serie. Daniel Brühl está soberbio en cada capítulo, creciendo con el desarrollo de su personaje y de la trama; pero no menos lo están Luke Evans y Dakota Fanning. En primera instancia y desconociendo el peso y las cualidades de ambos personajes, me sorprendió la disposición de Brühl como líder y Evans como seguidor, pero la dirección actoral y sus capacidades terminaron demostrando que ambos están mucho más allá de los estereotipos de sus últimos papeles.

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Dakota Fanning, por su parte, defiende con creces un personaje que bien podría haber ofrecido algo más de lo que sus líneas le permiten. Una mujer fuerte e independiente que, sin embargo, parece ha de ser fría y plana a lo largo de la primera temporada, dejándonos con un estereotipo que de otra forma podría haber brillado con luz propia. Insisto, poco o nada tiene que ver con el trabajo de la actriz. El resto del reparto sigue la misma línea, pero merece la pena detenerse a destacar el trabajo del Capitán Connor. David Wilmot recoge todo el peso de esa sociedad cínica que mencionábamos anteriormente y lo devuelve con una actuación a la altura de sus protagonistas, erigiéndose como un personaje clave para la resolución de la serie.

The Alienist

El Alienista no es una serie de thriller que deba irrumpir en nuestras agendas para una maratón sin precedentes, pero, sin duda, alberga unas cualidades técnicas que hacen que merezca un hueco en nuestra lista de visionados. Su atmósfera es magistral y las actuaciones están a la par, a pesar de ser una historia que ya habíamos visto en tantas otras ocasiones. Las puertas están abiertas para una segunda temporada y, si apuntalan el significado y las motivaciones de sus protagonistas, aquí tienen una firma más para su continuación.

VALORACIÓN:

El Alienista recoge toda la oscuridad del ser humano en una representación macabra y técnicamente magistral de la atmósfera de la Nueva York de finales del siglo XIX, a pesar de contarnos una historia no tan original que se olvida de su verdadero poder: los personajes.

LO MEJOR:

La cruda atmósfera recreada de la Nueva York de finales del siglo XIX y el reparto, especialmente con Daniel Brühl y Luke Evans.

LO PEOR:

La obsesión con recrear la oscuridad que rodea a la sociedad en detrimento de la construcción de algunos de sus personajes.
Hobby

74

Bueno

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