• El Imam Jomeini (que en paz descanse), fundador de la República Islámica de Irán.
Publicada: jueves, 1 de junio de 2023 21:18
Actualizada: domingo, 4 de junio de 2023 16:08

El Imam Jomeini (que descanse en paz) falleció el 3 de junio de 1989 a la edad de 87 años, cuando habían transcurrido unos 10 años del triunfo de la Revolución y el establecimiento de la República Islámica.

Cada año, cientos de miles de iraníes se congregan en el mausoleo del Imam en el sur de Teherán, la capital, para reiterar su compromiso con los valores revolucionarios y los ideales de su gran líder.

Para sus seguidores, este personaje sin parangón que se adelantó a su tiempo, es el símbolo de la resistencia y la lucha contra la supremacía y el imperialismo, y el adalid de los valores del Islam verdadero.

Dedicó varios años de su vida a enfrentarse al régimen monárquico de Pahlavi tanto durante su estancia en el país persa como durante su exilio en Turquía, Irak y Francia hasta el logro definitivo de la Revolución Islámica de Irán el 11 de febrero de 1979.

Después del triunfo de la Revolución Islámica, el imam Jomeini fue el arquitecto de la construcción y la consolidación de un estado que tenía otro tipo de paradigma; así, el estado teocrático no obedecía en sus formas a moldes y esquemas occidentales tradicionales, aportando un nuevo enfoque a las relaciones internacionales; así como al Derecho Internacional con su no alineación a ninguno de los sistemas políticos que otrora como hoy son las vertientes para que una nación independiente pueda asumirla como una postura frente a la sociedad internacional, en ese escenario mundial, un país que antes era el sirviente de EE.UU., la Corona Británica y Francia, rompía sus cadenas expulsando al régimen totalitarista de Reza Sha Pahlavi , devolviendo los “medios de producción” al pueblo para su soberanía, independencia  y autodeterminación.

El Imam Jomeini dirigió y protegió al país persa ante varias conspiraciones interiores y exteriores, incluida la guerra impuesta por el exrégimen baasista de Sadam Husein a Irán (1980-1988).

Después de su fallecimiento, algunas personas albergaron la esperanza de revertir el camino del imam Jomeini, pero afortunadamente fracasaron. Algunas personas fuera del país y sus agentes dentro del país esperaron que la Revolución mostrara negligencia y envejeciera y quedara abandonada para atacar y restaurar las condiciones previas a la Revolución, pero fracasaron.

¿Cuál es la razón detrás de estos fracasos?

A pesar de que el cuerpo del Imam (p) nos ha dejado, pero su alma está viva. El alma del Imam Jomeini está viva, su camino está vivo, su esencia está viva en nuestra sociedad.

Las mismas atracciones que, durante el tiempo de la vida física del Imam, solían atraer a la gente, la juventud y los corazones de las personas como un imán, también existen hoy.

Su nombre resuelve problemas. Además, sus principios son infinitos y desafían el tiempo. Estas cosas existen. Por lo tanto, los lemas de justicia social y económica, independencia, libertad, democracia y ruptura con la dominación estadounidense y otras potencias mundiales siguen siendo atractivos para nuestro pueblo y nuestra juventud en la actualidad.

El imam Jomeini, falleció el 4 de junio de 1989 a los 87 años, sus legados se han trasuntado a todo el mundo, aquel humilde anciano temeroso de Dios, logró instituir principios de vida, libres de cualquier tipo de opresión y esclavitud, razón por la cual hoy Irán tiene una presencia sólida en Latinoamérica, sus consulados, embajadas, mezquitas y huseinias son una muestra de ello.

Imam Jomeini salvó a Irán del atolladero de la dependencia

El Imam Jomeini sacó al país persa de varios atolladeros como la dependencia, el atraso, la corrupción política y moral y la humillación global. Los iraníes estaban sufriendo en estos embrollos: habían vuelto dependientes, humillados y atrasados.

Provocó una profunda transformación: cambió el camino del pueblo iraní; cambió la trayectoria en la que estaban y se movió hacia objetivos elevados. Estos objetivos, que guiaron a la sociedad iraní hacia la revolución, fueron extremadamente importantes.

La suma de todos estos objetivos es la autoridad de la religión de Dios. La autoridad de la religión de Dios llama a la justicia social en el verdadero sentido de la palabra: llama a desarraigar la pobreza, la ignorancia y la opresión; pide preparar una colección de valores islámicos; llama a desarraigar los perjuicios sociales; llama a brindar salud física, moral, espiritual y progreso científico al país; llama a ofrecer la dignidad nacional, la identidad nacional e iraní y llama al hombre a activar las capacidades que Dios le ha dado a esta tierra. Este es exactamente el camino opuesto al camino hacia el cual fuimos arrastrados durante la era Pahlavi.

mkh