El mundo okupa no deja de sorprendernos. Ahora con el caso de un inquiocupa que cobra 2.140... pero no puede pagar el alquiler: tengo que "gastármelos en regalos y viajes. No puedo vivir achuchado, este mes no puedo pagar". 

Nacho, el hijo de la propietaria, cuenta a Espejo público que él vivía en su piso en pleno centro de Madrid. Tenía una habitación libre y la puso en alquiler. Un individuo entra en esa habitación y comienza el calvario para Nacho y Rosana, la propietaria del inmueble.

Después de un mes de convivencia este hombre deja de pagar el alquiler afirmando que tiene muchos gastos en viajes y regalos y no puede gastarse su sueldo, 2.140€, en la vivienda. Por mensaje le dice a la propietaria: "Te puedo pasar 100 euros más de la fianza este mes y el que viene el resto, he cobrado 2.140 euros. No creo que mucha gente los cobre, pero tengo que pagar un estudio que he alquilado, un viaje, más regalos...Tampoco puedo vivir achuchado, entiéndeme. Este mes no puedo pagar, nada más".

Además, Nacho, hijo de Rosana dice que "la convivencia con este hombre era horrible, no se podía estar en el piso, estaba lleno de excrementos y orines, bolsas de basura por todas partes" hasta que una amenaza lo obliga a irse de la casa.

Desde que dejó de pagar el alquiler han pasado más de 7 meses. Rosana estima que "me deberá más de 3.500€ , solo en gastos, pero sin calcular todos los desperfectos". Además, ha pasado de tener un contrato de una habitación a quedarse con las casa al completo. De hecho, la casera intentó alquilar la otra habitación en marzo, informándole al nuevo inquilino de la situación. El nuevo compañero no aguantó ni 24 horas en ese interior ya que la suciedad era extrema.

Por otra parte, Nacho en el programa de Espejo Público cuenta que " ha suplantado la identidad de mi madre, para poder llamar a la empresa de la luz y subirse la potencia". Por lo que relatan, este individuo podría tener un estudio de grabación en esa casa y necesitaba más potencia. Además, según cuentan los vecinos de la zona creen que están viviendo más personas en ese lugar. "Nos dicen que hay muchos ruidos y gritos a altas horas de la madrugada" agrega el familiar.