La sonda india Chandrayaan-3, lista para alunizar en el polo sur de la Luna
Tras la pérdida de la misión rusa Luna-25, India aspira a convertirse en el cuarto país que logra posar una nave en la superficie lunar.
La sonda india Chandrayaan-3 tiene previsto posarse en el polo sur de la Luna mañana, hacia las dos y media de la tarde hora peninsular española. India se convertirá así en el cuarto país en alcanzar el satélite, tras la Unión Soviética, Estados Unidos y China. También será la ganadora de la nueva carrera espacial para explorar el satélite, después del fracaso de la misión rusa Luna-25, cuyo módulo de aterrizaje acabó estrellándose fuera de control el domingo pasado.
La Agencia India de Investigación Espacial (ISRO) lanzó la Chandrayaan-3 el 14 de julio desde el Centro espacial Satish Dhawan (SDSC), en el estado de Andhra Pradesh, montada en un cohete lanzador LVM3 M4. La nave está formada por tres componentes: un módulo propulsor, el módulo de descenso Vikram y un pequeño vehículo de exploración, el rover Pragyan. El segundo, el módulo de aterrizaje, mide unos 2 metros de alto y pesa algo más de 1.700 kilos. Una vez alunice con suavidad, gracias a sus cuatro motores de aceleración ajustable, desplegará una rampa por la que descenderá el rover, un vehículo pequeño montado sobre seis ruedas, que no alcanza el metro de longitud y pesa unos 25 kilos. El coste de la misión suma unos 82 millones de euros.
Llegar a la Luna es complicado. Aterrizar en su polo sur todavía más, como demostró el fallo de la Chandrayaan-2 en 2019 y ha vuelto a dejar claro la recién estrellada Luna-25. La mayoría de las sondas y naves tripuladas con destino a la Luna se han posado en los llamados mares, grandes planicies que permiten alunizar con cierta seguridad. La superficie del polo sur, por contra, presenta un relieve muy accidentado, plagado de cráteres.
Si la Chandrayaan-3 logra aterrizar sin problemas, que es el primer objetivo de la misión, se convertirá en un éxito nacional para India. Permanecerá en funcionamiento durante unas dos semanas. Además de comprobar las capacidades del rover, se realizarán varios experimentos a partir de los materiales de la superficie lunar que permitan conocer mejor su composición. El polo sur lunar es también interesante por las posibles reservas de agua helada que parece albergar en las zonas de sombra de sus cráteres.
