Sufrir una paliza tremenda. A eso nos referimos cuando decimos que alguien ha recibido una somanta de palos.

Esta expresión nace de la unión de dos palabras: la preposición 'so' (que significa 'debajo de') y el sustantivo 'manta' (que además de la prenda de abrigo que es su primera acepción también significa 'gran cantidad de algo', según la RAE).

En este sentido, hay dos interpretaciones de la expresión. La más sencilla supone que la somanta de palos quiere decir "una gran cantidad de golpes". Pero también hay otra más literal, que tendría su origen en la costumbre de tapar a alguien con una manta antes de apalearlo.

En cualquier caso, si se avecina una somanta de palos, lo más recomendable es salir corriendo. Con o sin manta.