Si tienes artritis reumatoide (AR), es probable que hayas oído que el ejercicio puede ayudar. La actividad física puede reducir los síntomas de la artritis reumatoide y facilitar las actividades diarias.
Los mejores tipos de ejercicio para la artritis reumatoide son los que trabajan en tu:
- resistencia
- flexibilidad
- rango de movimiento
- acondicionamiento aeróbico
El ejercicio en el agua cubre todas estas áreas.
La hidroterapia es un tipo de ejercicio acuático. Es de bajo impacto, así que te quita la presión de las articulaciones. También puedes adaptarlo a tu nivel de condición física y tu capacidad. Esto hace que sea una buena opción para las personas con artritis reumatoide.
Este artículo explora qué es la hidroterapia, cómo puede ayudar con la artritis reumatoide, y tres ejercicios de hidroterapia que puedes intentar.
La hidroterapia, también conocida como terapia acuática o de agua, es un tipo de ejercicio que se realiza en una piscina. El agua debe ser templada con una profundidad a un nivel entre la cintura y los hombros.
Si has visto una clase de aeróbicos acuáticos en un centro recreativo, has podido ver un tipo de hidroterapia. Un entrenador personal o instructor de condición física dirige este tipo de clase.
También puedes hacer hidroterapia bajo la supervisión de un fisioterapeuta. En este entorno, podrías utilizar equipos de ejercicio como una cinta para caminar o una bicicleta fija mientras estás en la piscina.
Además de la condición física en general, las personas usan la hidroterapia para:
- mejorar la circulación
- estimular la relajación
- tratar las afecciones relacionadas con el sistema musculoesquelético
- aliviar la ansiedad, el dolor y la depresión
También podrías usar la hidroterapia para ayudar a reducir los síntomas de algunos tipos de artritis.
La artritis reumatoide es una enfermedad autoinmune que involucra inflamación y daño articular por radicales libres llamados especies reactivas de oxígeno (ROS, en inglés) y células del sistema inmune. La hidroterapia puede ayudar a disminuir este daño.
Un estudio de 2017 que incluyó a 40 personas con artritis reumatoide encontró que un enfoque de tratamiento combinado de medicamentos e hidroterapia reducía el daño de las especies reactivas de oxígeno.
Lo hizo al mejorar el estado oxidante-antioxidante en las personas afectadas. Los autores del estudio recomendaron incluir ejercicios de hidroterapia de intensidad moderada en el tratamiento de la artritis reumatoide.
La revisión de una investigación de 2012 encontró que la hidroterapia reduce los síntomas de artritis reumatoide como dolor y sensibilidad articular, además de aliviar la tensión y mejorar el estado de ánimo.
La hidroterapia permite a las personas con artritis reumatoide hacer ejercicio más cómodamente y exponerse menos a lesiones en las articulaciones. A pesar de que el ejercicio tiene claros beneficios para las personas con artritis, algunas personas pueden ser menos propensas a hacer ejercicio si experimentan molestias.
La hidroterapia ayuda a eliminar esta barrera. Debido a que el agua soporta tu peso, la presión en tus articulaciones se ve reducida y sientes menos dolor. El calor del agua también ayuda a calmar el dolor y mejorar la circulación.
El agua crea resistencia a medida que caminas en la piscina, o al mover los brazos y las piernas contra el agua. Esta resistencia desarrolla tu fuerza.
También mejora tu condición física aeróbica que es importante para la salud del corazón. Cuando una persona tiene artritis reumatoide, su riesgo de enfermedad cardíaca aumenta.
Puedes adaptar la hidroterapia a cualquier nivel de acondicionamiento físico. Ya sea que estés empezando tu camino hacia la actividad física o eres un atleta experimentado, es probable que haya un ejercicio acuático que sea adecuado para ti.
Haz ejercicio a tu propio ritmo y mantente hidratado. Recuerda prestar atención a cómo te sientes y tomar un descanso si sientes malestar.
Caminar en el agua
Los beneficios de caminar en agua para personas con artritis reumatoide incluyen resistencia y acondicionamiento aeróbico.
Cómo hacerlo:
- De pie en una piscina, camina hacia adelante de 10 a 20 pasos.
- Camina hacia atrás hasta tu punto de partida.
- Continúa durante 5 minutos.
Patada con cadera
Este ejercicio puede ayudar a las personas con artritis reumatoide a aumentar su resistencia, acondicionamiento aeróbico, flexibilidad y rango de movimiento.
Cómo hacerlo:
- Sujétate del borde de la piscina como apoyo, frente a lo largo del borde de la piscina.
- Empieza con la pierna más alejada del borde de la piscina. Mantén la pierna recta y levántala delante de ti para que tu pierna quede paralela al borde de la piscina, luego bájala a su posición inicial y repite.
- Usando la misma pierna, levántala a un lado, luego baja y repite.
- Da la vuelta para sostenerte del borde de la piscina con la otra mano y haz ambos movimientos con la otra pierna.
- Repite con tres series de 10 patadas con cada pierna.
Estocada hacia adelante
Los beneficios de la estocada hacia adelante para las personas con artritis reumatoide incluyen desarrollo de resistencia, flexibilidad y rango de movimiento.
Cómo hacerlo:
- Sujétate del borde de la piscina como apoyo.
- Da un paso enorme hacia adelante y baja sobre tu pierna delantera mientras mantienes la cabeza afuera del agua. Para proteger tu rodilla delantera, asegúrate de que se quede detrás de los dedos de los pies.
- Vuelve a tu posición inicial.
- Haz el mismo movimiento con la otra pierna.
- Repite con tres juegos de 10 pasos de estocada por pierna.
La hidroterapia es un ejercicio que se hace en el agua, que puede ser más cómodo que el ejercicio en piso para las personas con artritis reumatoide.
Puedes hacer hidroterapia en clases de grupo en la piscina de tu centro recreativo local. También puedes hacerla con un fisioterapeuta en un entorno especializado, como un centro de rehabilitación o una clínica.
La hidroterapia beneficia a las personas con artritis reumatoide al reducir los síntomas, aumentar la comodidad y mejorar la salud en general.
Traducción al español por HolaDoctor.
Edición en español por Suan Pineda el 23 de diciembre de 2021.
Versión original escrita el 25 de febrero de 2021.
Última revisión médica realizada el 25 de febrero de 2021.