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"Bien, soy nueva aquí... Últimamente he estado muy interesada en la moda, y me gusta crear carpetas y presentaciones de modelaje y diseños de alta moda. Me gustaría conocer sitios web y revistas interesantes, así que los comentarios son bienvenidos. Planeo publicar fotos en el futuro, pero por ahora, apenas estoy comenzando. Atentamente, Tavi". Así escribía Tavi Gevinson, a los 12 años, la primera entrada del blog que la catapultaría a la fama, The Style Rookie. Todos los millennials seguidores de moda la conocíamos. Ella destacaba entre la multitud de publicaciones que invadían MySpace, Tumblr y Lookbook.nu. Era una preadolescente que escribía críticas de moda en su propio blog con una maestría propia de quién amaba y conocía el sector desde dentro (desde reseñas de desfiles hasta análisis históricos de prendas) y se fotografiaba en el patio trasero de su casa de Chicago luciendo extravagantes looks que, digámoslo, eran más propios de una abuela que de una niña. Faldas de cintura alta plisadas y midi con blusas de mangas abullonadas metidas por dentro, chalecos de punto encima, zapatos terminados en punta, tocados XL, medias llamativas, estampados imposibles, y gafas con cristales grandes. Era una mezcla entre hipster y nerd. Incluso, hubo una época donde tiñó su pelo corto rubio de gris. Después lo llevó naranja, rosa y hasta azul.
Fueron esos estilismos, y la admiración y misterio que despertaba en los expertos del sector, los que llevaron a la joven a tener un asiento reservado en el front row de muchos de los desfiles más prestigiosos de la industria, pero también a moverse entre bambalinas con diseñadores como Alexander Wang o el propio Karl Lagerfeld. Y entonces en 2008, Tavi, que ya era perseguida por los paparazzi de la moda, se convirtió en una de las primeras it-girls de Internet. Sin duda, logró ser la más joven. Junto a otros nombres como Bryanboy, incluso llegó a ser parte del jurado del Consejo de Diseñadores de Moda de América.
En un contexto en el que se acababan de superar las tendencias girly de principios de los 2000 y justo tras cerrar la puerta al indie sleaze, Tavi comenzaba a subirse a tacones de aguja a los 14 años y era una invitada VIP en cualquier evento, pero también tenía esa otra cara B en la que leía a Joan Didion, ya era fanática de Tim Burton, se declaraba feminista, rechazaba entrevistas en programas como Tonight Show o The Good Morning America, y redactaba entradas en su blog que eran dignas de revista. De hecho, podemos decir que fue (y hoy todavía sería) la envidia de muchas publicaciones: llegaba a tener hasta 50 mil lectores diarios en su blog. Algo que supo aprovechar fundando su propia revista para adolescentes, The Rookie Mag, en 2011, donde publicaba tres veces al día.
Que una niña nacida en 1996 llegara tan pronto a coronarse en la moda como una referencia escocía a muchos por entonces y las críticas sobre su figura no tardaron en aparecer. Fueron muchos quienes tacharon a Tavi Gevinson de "falsa" y de querer aparentar una imagen que parecía "irreal" para una persona de su edad. Entonces ella aprovechó ese aluvión de críticas y las convirtió en una fortaleza, empleando su fama como resistencia para lanzar mensajes feministas y convertirse en una portavoz que representara a chicas de su edad mostrando que, dijesen lo que dijesen, cada una podía ser como quisiera. Su charla TED, A teen just trying to figure it out, marcó un antes y un después en su carrera. Así la comenzaba: "Soy un tanto nerd de la cultura pop y pienso un montón en que es lo que hace fuerte a un personaje femenino".
Desde entonces su estilo se ha relajado y su dirección ha caminado más hacia el activismo que hacia la moda. Cesó la actividad en su revista en 2018 por dilemas morales y económicos que explicó en una carta de seis páginas ("porque los medios digitales se han convertido en un negocio cada vez más difícil y Rookie en su forma actual ya no es financieramente sostenible"), pero ahora continúa escribiendo para diferentes editoriales de renombre, y ha focalizado también sus esfuerzos en el mundo de la interpretación, participando en obras de teatro y llegando a ser parte del elenco de actrices de producciones de renombre como Gossip Girl. Si te sonaba la cara de Kate Keller en esta serie... puede que ahora ya recuerdes el por qué. Ella era aquella niña rara de la primera fila de los desfiles que se sentaba junto a las gemelas Olsen o Anna Wintour.
