FITUR 2022

Alhendín, Catedral de la Vega, Placer de los sentidos

  • Dentro de su patrimonio cultural destacan las ermitas de San Sebastián, Aurora, Santo Cristo y Señor del Presidio y otros elementos, como las cruces de piedra que formaban en su día un Vía Crucis

Presentación del municipio de Alhendín esta mañana en Fitur 2022.

Presentación del municipio de Alhendín esta mañana en Fitur 2022. / Granada Hoy

Alhendín es uno de los municipios del Área Metropolitana de Granada que más está creciendo en los últimos años. Sus orígenes se remontan a la prehistoria y su estratégica ubicación le permitió el control directo sobre la vía de comunicación entre la Vega y el Valle de Lecrín y la Costa, potenciando el comercio ganadero trashumante y la actividad de la lonja de pescado. Musulmana, se conservan restos como la fortaleza, escenario clave para sofocar el primer levantamiento morisco del año 1500 y las batallas de la sublevación de las Alpujarras (1568-1571). En la actualidad, este fuerte se inserta en el casco antiguo del municipio.

Su Iglesia es uno de sus mayores tesoros. Se erigió sobre el solar de una antigua mezquita cuando Alhendín fue constituida en parroquia por los Reyes Católicos en 1501. En ella convive el estilo mudéjar de los siglos XIV, XV y XVI, el Renacimiento de Ambrosio de Vico (portada lateral y principal) y el Barroco propio de la escuela granadina de pintura y escultura (retablo mayor).

La parroquia de la Inmaculada Concepción de Alhendín es conocida popularmente como la “Catedral de la Vega” por el gran número de obras de arte que atesora. El corpus de esculturas y pinturas no tiene parangón en su ámbito y abarca diferentes propuestas estilísticas, siendo el periodo barroco el que sobresale con magníficos ejemplos de los maestros José Risueño, Diego de Aranda, Miguel Cano, José de Cieza, Diego de Mora, Juan de Sevilla, Alonso de Mena y Pedro de Mena, además de valiosas muestras de los talleres granadinos de nuestro siglo de oro destacando las tallas de San Joaquín y Santa Ana en el retablo mayor, San Onofre, San Juan o Santa Teresa en capillas laterales.

Destaca la presencia en el camarín del retablo mayor de la patrona, la Inmaculada Concepción. Fue tallada en 1656 por el insigne escultor Pedro de Mena y está incluida en el Catálogo General del Arte Español. La Inmaculada del escultor Pedro de Mena supone un hito en la historia del Arte, en concreto en lo referente a la escultura barroca de carácter religioso. Esta primera imagen labrada por Mena para la advocación y el Misterio de la Concepción Inmaculada es, según la historiografía artística, la obra cumbre de Mena en su repertorio inmaculista.

La talla ha sido objeto de muchas investigaciones desde el mismo año de su realización por estar dotada de una innovación esquemática y calidad artística particular, pero no acaba ahí su excelencia ya que a los valores artísticos debemos añadir sus intrínsecos fundamentos religiosos. Esta talla es objeto de una devoción muy intensa, que sobrepasa los límites geográficos de la provincia granadina. La Imagen de la patrona, aunque tiene un estado de conservación muy bueno, es protegida en extremo cuidado y por ello solo procesiona una vez cada lustro. Con ocasión de su salida a las calles del pueblo cada cinco años, su procesión es noticia en los medios nacionales a la vez que Alhendín acoge a su paso una cantidad enorme de devotos.

La Inmaculada Concepción se ubica en el camarín de un retablo, también excepcional. Construido ex profeso para la talla de la patrona, el retablo supone uno de los ejemplos de maquinaria barroca más impresionantes de Andalucía. Recién cumplidos los trecientos años, el retablo, de corte inmaculista, cuenta con diseño de Hurtado Izquierdo, participación directa de José Risueño y una patente adaptación de elementos decorativos del ámbito lorquino murciano. También es reseñable la presencia de armaduras mudéjares en diferentes espacios del templo. Constituyen una de las labores ligneas de más alta calidad en la provincia.

Patrimonio Cultural

Dentro del patrimonio cultural y religioso, destacan las ermitas de San Sebastián, Aurora, Santo Cristo y Señor del Presidio y otros elementos, como las cruces de piedra que formaban en su día un Vía Crucis. El que fue convento de una orden religiosa de monjas, hoy sede de la Fundación Manuel Osuna, es también pieza esencial de la riqueza turística que atesora el municipio.

Por otra parte, desde hace un año, la localidad ofrece una ruta turística, perfectamente señalizada, denominada “De la Vega al Secano”. Tiene su inicio en el parque municipal, cruza el Arroyo de las Andas y continúa por la Colada de la Malahá. A lo largo del recorrido, se puede encontrar una rica variedad de plantas medicinales, minerales y una explotación de celestita o sulfato natural de estroncio.

Unas de sus paradas más pintorescas están en Casa Colorá, un cortijo del año 1800, y el Aljibe del cortijo de Miñarro, una infraestructura hidráulica árabe que de forma natural recoge el agua de lluvia para usarla en el riego de los terrenos. Muy cerca, una familia perteneciente a la oligarquía castellana que se asentó en Alhendín a mediados del siglo XVI, construyó un caserío, abandonado desde el siglo XVIII.

En la actualidad, Alhendín sigue respirando esencia de pueblo, pero con una mirada de futuro. Llama la atención su Ayuntamiento, perfectamente encajado estéticamente con la Iglesia y sus espléndidos miradores hacia la Vega y Montevive. Su rico patrimonio natural, sus instalaciones deportivas y culturales, referente en la provincia, y su magnífica gastronomía lo convierten en un lugar ideal para vivir.

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