Sentirte aburrido con tu vida es una sensación que probablemente has experimentado, y quizá incluso lo has hecho más de una vez en tu historia. Y es que a veces hay periodos en donde nos sentimos muy estimulados y emocionados con varias cosas, que pueden ir desde conocer nuevas personas que nos atraen o también con comenzar nuevos proyectos, pero luego de eso pueden seguir etapas de tedio y rutina que incluso pueden provocar decepción.
Esto probablemente se deba a que hay una emoción en la novedad que nada puede igualar. Por ejemplo, el entusiasmo de las primeras citas, una mudanza que nos entusiasma, incluso un merecido cambio de look, etc. Pero más allá de los factores externos que nos puedan hacer sentir más o menos emocionados con la rutina, también es importante reconocer que en la vida hay etapas en las que simplemente, más allá de lo que ocurra en el mundo, solo puedes sentirte aburrido con tu vida.
Esa sensación de aburrimiento puede incluso sentirse como deprimente (sin tomar en cuenta los casos en donde de hecho sí se está frente a una depresión), pues quizá si llegas a sentirte aburrido con tu vida, no encontrarás mucha motivación en nada a tu alrededor. Sin embargo, ¿has pensado que esto puede ser parte de un ciclo natural del ser humano y, de hecho, de todos los seres vivos?
Basta con recordar que cada año, la naturaleza nos da una lección sobre cómo podemos sentirnos con estos ciclos y cambios de ánimo en la vida (o al menos así lo recomiendan algunos psicólogos y expertos en salud mental como Alain de Botton). Para entenderlo, recordemos que en algunos meses como en octubre y noviembre, la temperatura de muchas partes del mundo comienza a descender significativamente. Se hace de noche más temprano, el frío es más intenso cada vez y todo parece cambiar su ritmo. De manera similar, nuestra mente también tiene ciclos.
Y es que el ser humano no puede estar permanentemente feliz o lleno de energía. Es necesario tener espacios donde la mente pueda recargarse y procesar lo que ha vivido, donde el entusiasmo se reduzca un poco y dé lugar a la reflexión, el análisis y los procesos para conocernos mejor. Sobre todo porque cuando estamos muy estimulados y emocionados, solemos actuar sin pensar demasiado, incluso llegamos a ser impulsivos o a tener conductas compulsivas, reduciendo el tiempo que dedicamos a conocernos y escuchar nuestras necesidades y cambios.
Por eso, los ciclos en donde llegues a sentirte aburrido con tu vida pueden ser una señal de que es momento de tomar una pausa y conocerte mejor. Incluso si en esas etapas sientes que tienes menos energía para mantener tu vida social, para trabajar o para sentir emociones intensas, recuerda que es normal y que tu cuerpo te pide una pausa para seguir adelante… Tal como sucede con la naturaleza y el cambio de estación, año con año.
Entonces, si llegas a sentirte aburrido con tu vida, te recomendamos que no te presiones demasiado por entender qué motivos hay detrás de esta sensación, sino que fluyas con la etapa que estás viviendo. Es probable que con un poco de tiempo vuelvas a conectar con otras emociones, pero no puedes vivir todo el tiempo en tu máximo potencial sin sentirte cansado de vez en cuando. Recuerda el ejemplo de pensadores como Alain de Botton y reconoce que también tú tienes un otoño y un invierno, pero que probablemente se trata de etapas en donde cambia tu ritmo para después volver a florecer. Después de todo, tú también eres un ser vivo que merece una oportunidad para recargar su potencial.
