Una pregunta frecuente para los floristas y de la cual no nos escapamos nosotros. El objetivo detrás de esta pregunta es mantenerlas por más tiempo adornando nuestra casa. A continuación, las dividimos en 3 preguntas puntuales y te explicamos mejor cómo hacerlo.
1. ¿Cuánto tiempo puede durar una flor fresca en mi casa?
Depende de varios elementos: las características de cada flor, las condiciones externas y los cuidados de cada persona. Revisemos cada una:
Las características de una flor inciden en la durabilidad de cada una. Una de estas es la capacidad de retener agua en su anatomía, lo cual podremos determinar de acuerdo al aspecto de sus tallos y pétalos. Una flor con pétalos más gruesos y en forma de esfera tiende a conservar mejor su acuosidad, mientras que una flor con pétalos delgados tiende a tener un ciclo de vida más corto. Al mismo tiempo, los tallos con aspecto de madera tendrán mayor dificultad en tomar agua que los tallos suculentos.
Asimismo, la apertura de la flor también será una característica determinante. Normalmente, una flor parcialmente cerrada, florecerá con nosotros y tendrá un ciclo de vida más largo. La flor más abierta con frecuencia será la que morirá más pronto.
Las condiciones externas afectan a nuestras flores. En resumen, el clima, el aire e iluminación. Un ambiente cálido y seco hará que una flor acuda a su reserva de agua más pronto. En cambio, un ambiente templado y húmedo le aportará agua a sus pétalos y le ayudará a mantenerse más fresca por más tiempo. El viento abundante y el sol directo también ayudará a secar más rápido una flor, mientras que un ambiente con poco viento y sombreado hará que esta se mantenga en forma por más tiempo.
Los cuidados de cada persona son igualmente importantes. Las flores requieren de agua fresca y limpia para mantenerse en forma. Por ello, es necesario cuidar el agua en la que reposan y evitar que se contamine. Las hojas de los tallos, la tierra y otros elementos que tengan contacto con el agua hará que esta se afecte más rápido y acortará el ciclo de vida de nuestras flores. El dicho “tan delicado como una flor” es nuestra afirmación en esta reflexión.
2. ¿Cómo hago para que me duren más?
Todo dependerá de nuestra atención y cuidado. Las recomendaciones que te explicamos a continuación son muy sencillas y podrán realizarse fácilmente por expertos y primerizos.
En primer lugar, revisemos dónde pondremos nuestras flores. Elijamos un recipiente tan limpio como un vaso en el que estaríamos dispuestos a tomar agua. También, busquemos un lugar neutral, sin luz directa del sol, lejos de ambientes extremadamente cálidos y con poco viento.
Asimismo, será necesario tomarnos unos minutos cada uno o dos días para revisar que el agua en la que reposan se mantenga limpia. Si el agua ha cambiado de color, necesitarás realizarle un cambio. El agua fría y fresca se mantendrá limpia por más tiempo.
Por último, hacemos un corte del tallo con cada cambio de agua que realicemos. Para ello, ponemos las flores de lado y con un cuchillo afilado, o con unas tijeras de jardinería, cortamos unos 2 centímetros de la parte inferior del tallo en un ángulo de 45º. Esto ayudará a que las flores aumenten su capacidad de tomar agua.
3. ¿Sobreviven en un clima cálido?
Es cierto que su ciclo de vida puede ser más corto. Sin embargo, con los cuidados que mencionamos aquí podrás lograr que se mantengan más tiempo.
Aún hay más trucos que podrás realizar para conservarlas mejor. Por ejemplo, sacarles un espacio en tu nevera durante las noches, o llevándolas contigo a una habitación con aire acondicionado. Todo dependerá del tiempo que le dediques y las facilidades de tu casa.