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España España · madrid
Voto de tiznao:
7
Comedia. Bélico Cuando la economía de un pequeño ducado europeo se ve amenazada, al pequeño país no se le ocurre otra solución que declarar la guerra a los Estados Unidos de América. (FILMAFFINITY)
27 de julio de 2009
11 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Gran Ducado de Fenwick, un pequeño país en sito en algún lugar de Los Alpes regido por la duquesa Gloriana (Peter Sellers), con una prospera economía basada en la comercialización de un vino, hasta que los viticultores de California sacan una imitación del mismo a bajo precio y ponen en peligro la economía del pequeño país.
Para salvar al país de la bancarrota, al primer ministro Montjoy (Peter Sellers) se le ocurre declarar la guerra a EEUU, invadirlos y tras ser derrotados convertirse en beneficiados por las ayudas que como muy bien es sabido vierten de forma generosa los USA con los vencidos.
Dicho y hecho, tras un corto viaje en coche de línea hacia el puerto de Marsella y el envió de una misiva a Washington en la que les declaran la guerra, ya tenemos al grueso del ejercito de Fenwick (un puñado de campesinos reconvertidos en pintorescos soldados de aspecto medieval) por el comandante en jefe Bascomb Tully (Peter Sellers) embarcados rumbo al puerto de Nueva York a iniciar la invasión.
Todo esto a modo de divertida y esperpéntica presentación, a partir de aquí tenemos una muy divertida e inteligente sátira sobre la idiosincrasia americana e inglesa y las particularidades de los diferentes países en aquella época implicados en la “guerra fría”, plagada de innumerables gags, diálogos y situaciones descacharrantes, que a pesar de estar producida por la inglesa “Open Road” (distribuida por Columbia, como vemos al comienzo en la divertida presentación de la dama de la antorcha y en la escena que cierra la película) respira aroma a Ealing por los 4 costados, tanto en la historia que cuenta como en su desarrollo, historia en la que se mezclan presuntos invasores de Marte, una imposible bomba Q (de tal potencia que para detonarla se necesita una bomba H) desarrollada por el profesor Alfred Kokintz (David Kossoff) y su hija Helen (la malograda Jean Seberg, jovencísima y guapísima) y la toma de posición del resto de potencias mundiales ante el golpe dado por los Fenwickanos.
Rodada 4 años antes que “¿Teléfono rojo? Volamos hacia Moscú” de Kubrick, es imposible no recordar a esta tanto en la particularidad de Peter Sellers interpretando diferentes personajes, como en el desarrollo de la trama.
tiznao
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