Cómico, guionista,escritor, mago y últimamente hasta director de cine. Luis Piedrahita ha participado en numerosos programas de radio y televisión como "El club de la comedia", "No somos nadie" o "El hormiguero" y hoy martes estará en el Auditorio de Cangas con su espectáculo de monólogos "Dios hizo el mundo en siete días ... y se nota", unos textos que también están recogidos en un libro.

- Si uno se fía del título, parece que la suya será una actuación de carácter sarcástico y humorístico acerca de la religión.

- En absoluto. Utilizo ese trampolín para erigirme en defensa de los pequeños objetos ya que el mundo fue hecho muy rápido. Las cosas grandes, como las montañas o los lagos, están bien hechas pero las cosas pequeñas están por hacer. Creo que Dios hizo el mundo para alquilar y no para vivir él, por lo que tenemos que vivir arreglando esas pequeñas imperfecciones y fisuras.

- ¿Cuáles son esas pequeñas imperfecciones?

- Son cosas inexplicables que hace el ser humano pero sobre todo a lo que me refiero es a la defensa de pequeños objetos como las cuajadas, los pies o los juguetes de playa...

- Hay gente que sostiene que precisamente son esas imperfecciones las que hacen que la vida tenga sentido y que sea más bella

-Efectivamente pero es porque nos mantienen entretenidos y con algo que hacer, eso es lo que hace interesante la vida. Si no tuvieramos nada que hacer estaríamos aburridos en el planeta tierra. La verdad es que pensándolo bien casi va a tener razón y el espectáculo tiene algo de religioso [risas].

- Con qué resulta más sencillo hacer humor, ¿con las grandes cosas o con esas pequeñas que incluye en su espectáculo?

-Nunca lo he probado con las grandes pero las pequeñas me permiten hacer humor desde la vulnerabilidad y la ingenuidad. Pero contando cosas que en realidad tienen importancia y desde una dimensión humana.

- En cierto modo no deja de ser una demostración de que se puede hacer humor con casi todo.

-Sí pero creo que si en la creatividad limitas el campo lo haces mucho más fértil. Es cierto que queda limitado pero es más rico. Por ejemplo, si te marcas hacer algo sobre las cosas pequeñas o sobre una letra concreta, lo que sale es mucho más fuerte e interesante. Es más, si se para a pensarlo las muestras de ingenio más grande que hubo en la historia han sido bajo el yugo de limitaciones ideológicas, políticas o de libertad. En pleno franquismo, la revista "La Codorniz" era una muestra de ingenio increíble y hoy, que en teoría podemos escribir y decir lo que queramos, nadie ha hecho nada que esté a ese nivel.

- ¿Qué ocurre? ¿Acaso la democracia es mala para el humor?

-¡No! Pero el hecho de que haya cosas que hacer en la vida nos estimula, el que existan imperfecciones nos mueve a arreglarlas y si hay una cárcel sientes impulsos de salir. Cuando está todo hecho y todo es cómodo cuesta encontrar cosas qué hacer. La democracia es imprescindible pero no podemos dormirnos en sus laureles.

- Humorista, mago, guionista, escritor, director de cine [acaba de estrenar "La habitación de Fermat"]. ¿Cómo conviven tantos artistas en una sola persona?

-No son tantos, es siempre el mismo artista pero en distintos medios. El programa de magia sólo lo puedo hacer en la tele, la película sólo en el cine y los monólogos de "El hormiguero" sólo puedo hacerlos en la televisión y los del teatro en un lugar así. Conociendo la esencia de cada medio te puedes soltar y hacer lo que apetezca. El truco es hacer lo que apetezca pero antes hay un paso muy difícil: saber qué es lo te apetece.