Lo que la Agasp ha unido

Lo advirtió en su discurso el vicepresidente segundo de la Xunta, Diego Calvo. “Hoy aquí van a pasar muchas cosas”, dijo. Y no mentía. La que, sin lugar a dudas, fue la entrega de diplomas y distinciones al mérito policial más concurrida de la historia de la Academia Galega de Seguridade Pública (Agasp) se vio salpicada ayer por diversas historias de amor, por anécdotas que contribuyen a humanizar a este ente público y a recordar que aquellos encargados de velar por la seguridad de todos son, sencillamente, personas de a pie, solo que vestidas de servidores públicos en pos de salvaguardar los principios democráticos de libertad, igualdad y fraternidad.

Los discursos del también conselleiro de Presidencia, Xustiza e Deportes se caracterizan por incluir, en la medida de lo posible, algún aspecto de interés humano. Ayer no fue la excepción. Fue él quien desveló que, en una jornada pensada para entregar diplomas y medallas al mérito policial –marcada, además, por coincidir con 24 de mayo, en el que se conmemora el Día de la Policía Local en Galicia–, se conocerían dos familias. ¿Cuáles? Pues las de Alejandra y Fernando, que se conocieron y se enamoraron en esta academia de policía y que se casarán en agosto de 2024. Quiso la casualidad que hasta el inspector que oficiará la ceremonia estuviese ayer en las instalaciones.

Alejandra es de Lugo y ejerce como Policía Local en Moaña. Fernando es natural de A Coruña, pero el trabajo policial lo ha llevado a Ourense. “Nos conocimos en la academia, que es un lugar que genera muchísimos vínculos e, incluso, los más bonitos como este”, explicaron, justo en el momento de hacerse la que bien podría ser la primera foto de su álbum de boda. El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, no quiso perder la ocasión de sumarse a la instantánea.

"Hoy se han conocido nuestros padres"

“Hoy se han conocido nuestros padres. Parece que la academia todo lo une”, bromeó Fernando. “La verdad es que es un privilegio ser policías locales y una gran suerte poder estar juntos y sentirnos tan bien y tan felices”, trasladó. La pareja, que formó parte de la decimosegunda promoción de policías locales de la Agasp –les tocó, incluso, subir en la misma tanda de agentes a recoger el diploma–, es consciente de que tiene por delante meses de preparativos hacia un 2024 en el que, además de compartir vocación y profesión, arrancarán una vida en común. “Es muy bonito”, señalan emocionados.

La Agasp unió también ayer, en un día muy especial, a Carolina Díez y a Oso. No es habitual que entre los familiares que acompañan a los agentes municipales a recoger sus diplomas figure un San Bernardo de 90 kilos, pero Carolina tenía claro que para ella Oso forma parte de su familia y que tenía que estar a su lado. Consiguió el visto bueno de la organización. El perro fue el primero al que saludó efusivamente el presidente de la Xunta de Galicia. Y es que el ejemplar de esta policía de A Coruña llamó la atención de todos. No en vano, en 2022 se proclamó Campeón de España en el concurso morfológico de su raza celebrado en Madrid. Oso tiene, además, 3.000 seguidores en Facebook y otro millar en Instagram, unas cifras que muestran el carisma del que también es el primer perro con carné de socio del RC Deportivo de A Coruña.

Un mando de la Policía Local en Viveiro acudió también al acto celebrado en A Estrada acompañado por su mujer, con la firme intención de mostrarle, después de más de 25 años, cuál era “su segunda casa”. Entre los familiares se sentó también una agente vestida de paisano que se encuentra avanzada en su embarazo y que conoció al padre de su hijo también en las instalaciones de este centro estradense.

La emotiva jornada sirvió, asimismo, para que ondease por vez primera la nueva bandera de la Policía Local, colocada justo frente a los agentes que integran la 15ª promoción, en formación durante el transcurso del acto y encargada de gritar el lema “orgullo y sacrificio” antes de romper filas.

El presidente de la Xunta elogió la labor y trabajo de la Policía Local como servidores públicos indispensables para garantizar “libertad, igualdad y fraternidad”, principios a los que Alfonso Rueda quiso sumar ayer el de seguridad.

El salón de actos de la Agasp, pese a tener aforo para más de 400 personas, se quedó literalmente pequeño en esta jornada, dado que la convocatoria se aprovechó para la entrega de diplomas a las promociones de 2019,2020 y 2021, que no pudieron disfrutar de su acto público por la pandemia. Además, también se entregaron nueve medallas a la trayectoria profesional a agentes en servicio en distintos puntos de Galicia, así como varias distinciones en reconocimiento al valor en el desempeño de sus funciones. El dirigente gallego subrayó que los ocho agentes distinguidos “fueron más allá del cumplimiento de su deber”, ofreciendo comportamientos que tildó de “ejemplares”.

Así, recibió la medalla al mérito policial el agente de Vigo Pablo Berges Martínez, por no haber dudado en tirarse al mar para socorrer a un bañista en apuros en la playa de Fuchiños. También recibieron esta meritoria medalla los agentes Daniel Rodríguez González, Antonio Pereira Nandín, Fernando Cruces González, Jesús Monzón Frasquet, Marta Montes Reboredo, Javier Sánchez Gómez e Ismael Fernández Portela, todos ellos policías en el Concello de Porriño, por su actuación en un suceso en el que había un persona retenida contra su voluntad. Después de que 478 agentes recibiesen sus diplomas, hubo también tiempo para realizar felicitaciones públicas a José Antonio Fernández López y José González Cores.

El presidente gallego aprovechó para exaltar la calidad y variedad de la formación que recibe la Policía Local en la Agasp, a la que también se refirió la subdelegada del Gobierno en Galicia, Maica Larriba. En el acto al que acudieron también numerosos mandos de los distintos cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, el amor fue ayer protagonista, en sus más diversas manifestaciones. Por supuesto, el que corresponde a compañeros que compartieron muchas horas de formación y salieron de esta academia convertidos en policías; también el que se vincula al orgullo de tantos familiares –de dos y cuatro patas– al ver convertido a su ser querido en un garante de la seguridad pública y, cómo no, también ese amor romántico que en ocasiones viste uniforme. Como dijo el propio Alfonso Rueda para clausurar el acto de ayer “lo que unió la Agasp, que no lo separe nadie”.