OFRECIDO POR ACUICULTURA DE ESPAÑA

Así puede contribuir la acuicultura al crecimiento económico de Europa

El gran potencial de crecimiento sostenible y respetuoso con el medioambiente que ofrece la acuicultura y el hecho de que se presente, además, como una opción viable que no estresa los recursos naturales han logrado que la FAO le asigne una función cada vez más importante en el suministro de alimentos de las próximas generaciones. Pero, además, ofrece una significativa oportunidad económica para quienes apuesten por ella

POR UE STUDIO

Según la FAO, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, el consumo mundial de alimentos acuáticos se ha incrementado significativamente en los últimos años. Tanto, que se espera alcanzar un consumo per cápita de 21,4 kg en 2030. El cultivo de especies acuáticas no solo nos permite consumir pescado de un alto valor nutricional durante todo el año, accesible económicamente y procedente de una actividad sostenible; sino que, además, se convierte, así, en una oportunidad económica para muchos países. En 2020, la acuicultura mundial ya alcanzó un volumen de producción de 122,6 millones de toneladas, lo que supuso un valor total de 281.500 millones de dólares.

La Unión Europa desempeña un papel muy importante en esta actividad. En el mismo año, los 27 países que la integran alcanzaron un volumen total de 1,094 millones de toneladas de pescado provenientes de la acuicultura, cuyo valor ascendió a 3.777 millones de euros. Con estas cifras de producción, la Unión Europea se sitúa en el puesto número 12 a nivel mundial. Y esta producción, a su vez, se divide en un 72,65% que corresponde a la acuicultura marina y un 27,4% para la acuicultura de agua dulce o continental.

España, un país pionero y líder en acuicultura

La acuicultura española está considerada como una de las mejores del mundo. España es el país líder de la Unión Europea por volumen de producción y ocupa la segunda posición en cuanto a su valor. Según datos de APROMAR, la Asociación Empresarial de Acuicultura de España y Organización de Productores Europea, las cifras de producción de la acuicultura española fueron de 327.309 toneladas en 2021 y su valor en primera venta alcanzó los 629 millones de euros. Esto ha llevado a nuestro país a ocupar el puesto número 25 en el ranking mundial de acuicultura en cuanto a volumen de producción.

La acuicultura española también es una de las más diversas del mundo si nos fijamos en el número de especies cultivadas y en los diferentes sistemas de cría que se dan en nuestro país. Las especies que predominan en España son el mejillón, la lubina, la trucha arcoíris y la dorada; y, en cuanto al cultivo, existen granjas acuícolas de moluscos, de acuicultura continental y de acuicultura marina. En ellas, en 2021, el cultivo de pescados marinos fue de 58.761 toneladas, lo que supuso un incremento del 13,7% en relación al año anterior; mientras que el cultivo de agua dulce creció en 15.357 toneladas, alcanzando un valor total de unas 65.000.

Esta diversidad es una señal inequívoca del equilibrio y la salud del sector. Y a ello contribuye, también, la distribución descentralizada de esta actividad económica en todo el territorio. La Comunidad Valenciana es la mayor productora de especies marinas, seguida por la Región de Murcia, Andalucía y Galicia. En cuanto a la acuicultura continental, Castilla y León es la máxima productora, seguida por Galicia, Cataluña y La Rioja. Así, la acuicultura española tiene el potencial de dinamizar fuertemente las economías regionales, lo que supone una gran oportunidad, especialmente para las zonas rurales con riesgo de despoblación.

Impacto económico y generación de trabajo

La acuicultura forma parte de la llamada Economía Azul, un término acuñado por la Unión Europea para agrupar ciertas actividades económicas en las que reconoce un gran potencial para la competitividad, presente y futura, de la economía europea. Entre ellas están, además, la biotecnología acuícola y marina, el turismo, la pesca, la energía o la navegación y el transporte marítimo, por ejemplo. Las políticas de crecimiento azul reconocen la importancia de mares, ríos y océanos como motores de la economía por su capacidad de innovación y crecimiento y destacan la acuicultura por su impacto social y económico.

La acuicultura proporciona trabajo a más de 20 millones de personas en todo el mundo. En España, ya generaba 12.478 empleos en 2020

Está actividad avanza en paralelo a los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Si nos detenemos en el ODS 8, Trabajo decente y crecimiento económico, por ejemplo, podemos añadir que, según la FAO, la acuicultura proporciona trabajo a más de 20 millones de personas en todo el mundo. La considera, además, como una de las actividades con mayor valor añadido.

Así, según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, se estima que en Europa el número de personas directamente ocupadas en la acuicultura es de unas 85.000. La acuicultura española, por su parte, generaba ya 12.478 empleos en 2020. Y se enfrenta, ahora, a dos grandes retos: contribuir al desarrollo de las zonas rurales en las que actúa y romper la brecha de género entre sus empleados.

La acuicultura es una actividad que se mimetiza completamente en el entramado social y tradicional de las zonas en las que se asienta, ya sean interiores o costeras. Allí trabaja para promover y preservar una economía respetuosa con la cultura local y el medio ambiente. Uno de sus desafíos pasa por contribuir al crecimiento económico de estas comunidades, especialmente en el ámbito rural. Y es que la acuicultura tiene la oportunidad de lograrlo, generando empleo y promoviendo unas condiciones laborales seguras y justas para todos los trabajadores. De esta forma, favorece un desarrollo socioeconómico sostenible para la población y sus futuras generaciones.

Otros de los grandes objetivos de la acuicultura de España es que el porcentaje de mujeres empleadas en esta actividad crezca hasta alcanzar una igualdad de género real. Y es que hoy todavía existe una fuerte brecha, sustentada, en parte, por las propias características de las especialidades profesionales que se requieren en las instalaciones de cultivo. Según el último informe anual sobre la acuicultura española realizado por APROMAR, en 2020, el porcentaje de mujeres empleadas en el sector fue del 25,4% sobre el total. Por ello, las empresas trabajan para eliminar la situación de desequilibrio existente, en línea con el compromiso del sector para fomentar la igualdad de género, estableciendo políticas empresariales de promoción de la mujer, fundamentales para la sostenibilidad de la actividad acuícola.

Realizado por UE Studio

Este texto ha sido desarrollado por UE Studio, firma creativa de branded content y marketing de contenidos de Unidad Editorial, para ACUICULTURA DE ESPAÑA.