CIUDAD DE MÉXICO.
En la Afiladuría Leura, que fue fundada en 1890, igual se han afilado cuchillos, pinzas y tijeras caseras que herramientas industriales como sierras, brocas, rebanadoras para carnes, cadenas para motosierras, cortadores verticales o hasta utensilios quirúrgicos como brocas y sierras para cráneos.
Originalmente se ubicaba en la calle Puente Peredo, pero luego se cambió a otro local en la calle López, entre Vizcaínas y Delicias, a unas cuadras del primero.
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Actualmente, uno de los dueños es Alejandro Iván Leura, bisnieto del fundador.
Se fundó en el año 1890, el negocio tiene ahorita 130 años. Lo fundó mi bisabuelo, mi abuelo, mi papá y ahorita estamos mi hermano y yo”, dijo.
Existe la posibilidad de que el negocio pueda sumar una generación más, pues alguno de los hijos de Alejandro Iván podría interesarse en continuar con la tradición.
Él cuenta que muchas personas no entienden bien de que se trata su negocio, incluso, lo confunden con otros giros como tlapalería o taller de torno, pero lo suyo lo suyo, es sacarle filo a todo lo que se pueda.
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Puede venir un ama de casa con sus tijeras, alguien de algún aserradero con sus sierras o un doctor que necesita que afilen sus instrumentos para operar, abrir cráneos o costillas”, expresó.
En el Centro Histórico apenas existen unas cuantas afiladoras, por lo que, a pesar de la pandemia por covid-19, no les han faltado clientes, algunos de ellos también son de tercera o cuarta generación y conocieron al abuelo.
Vienen muchos judíos de fábricas que ya venían desde que estaban mis tíos y siguen viniendo; de hecho, me platican; yo conocí a tu abuelito”, relató Alejandro.
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