“El bautismo debe ser administrado a todos aquellos que han sido enseñados en el arrepentimiento y en la renovación de vida… y a quienes desean caminar en la resurrección de Cristo Jesús” Confesión de Schleithein, 1527.

El 21 de enero, se conmemoran los 498 años del bautismo de creyente por parte de los Radicales anabautistas en Zurich, Suiza. Faltan solo dos años para el gran jubileo anabautista.

Comparto algunas ideas sobre el significado de este hecho trascendental en la historia del cristianismo presentadas en el libro “Vivir desde el futuro de Dios” Introducción a la teología cristiana, de quién en vida fuera Alfred Neufeld; uno de los más destacados teólogos latinoamericanos.

La inclusión de una nueva humanidad de iguales

“El bautismo fue el primer mensaje público que la iglesia apostólica daba en el día de su constitución. Involucraba en forma individual a todos aquellos que lo solicitaban con base en su confesión de fe.

La gran ruptura, en el siglo 16, entre las iglesias estatales por un lado (católica, luterana y calvinista), y la Reforma Radical del anabautismo por otro lado, se dio por causa de diferentes visiones con respecto a la naturaleza de la iglesia.

Desde que el cristianismo había dejado de ser religión ilícita, y a partir de Constantino, no sólo se volvió religión lícita y oficial, sino también obligatoria; el carácter apostólico de la iglesia había sufrido cambios fundamentales: había dejado de ser una opción voluntaria. El bautismo de toda la población fue requerido por ley civil.

Esto trajo consigo al menos tres paradigmas diferentes. La iglesia ahora operaba con el poder político del estado. Toda la población fue “cristianizada” mediante un rito. El bautismo infantil hacía imposible escoger el seguimiento a Cristo como una opción consciente, madura y voluntaria.

Como consecuencia de esto, el discipulado radical cristiano emigraba hacia las órdenes monásticas y hacia el clero. Ambos mantenían el carácter voluntario y parte de la radicalidad del cristianismo.

Cuando el movimiento anabautista en enero de 1525 vuelve a practicar el bautismo de adultos con base en una decisión volitiva, supera un paréntesis de 1.000 años. Es por esto que la teología del bautismo en su esencia define a la teología de la naturaleza de la iglesia. Y como estaban en juego intereses eclesiales y políticos muy trascendentales, la lucha por la práctica del bautismo se volvió una cuestión de vida o muerte. (págs. 344, 345)

Bautismo voluntario de fe, por intervención del Espíritu Santo

El bautismo bíblico da lugar a la iglesia de creyentes.

Las históricas iglesias estatales, en su unión entre sociedad civil y sociedad eclesial, concibieron a la iglesia como iglesias territoriales e iglesias nacionales. Y la organización de acuerdo a esquemas estatales de organización social, en muchos países desde las arcas fiscales del estado.

El bautismo voluntario de los que creen y lo solicitan deshace estas estructuras. Así nacen las iglesias libres…

El bautismo y la membresía eclesial deben ser opciones personales y volitivas indicando la conformidad de seguir a Jesucristo y formar parte de su iglesia…

La iglesia debe ser una iglesia de conscientes seguidores de Cristo. Y el que no quiere seguir conscientemente a Cristo desnaturaliza el concepto de iglesia, pues renuncia a su llamado. Es por esto que todos aquellos que no quieren seguir a Cristo tampoco deben estar en la iglesia, pues su presencia no les beneficia a ellos y perjudica la salud y misión de la iglesia. Nadie debe estar en la iglesia en contra de su voluntad. La iglesia no debe ofrecer otros beneficios que aquellos que están ligado genuinamente al proyecto de Cristo. Es por esto que la membresía de la iglesia cristiana no debería traer beneficios cívicos, y exclusión de la membresía, desventajas cívicas. Éstos serían medios de coacción ilegítimos y nada saludables”. (págs. 346 – 347)

Nos llevaría mucho tiempo detenernos en toda la historia de los anabautistas. Si a usted le interesa, puede ingresar a ver diferentes historias y videos sobre el tema en Anabautista Digital

El movimiento predicaba que el bautismo de niños no tenía base bíblica y por tal motivo no llevaron a sus niños a ser bautizados. Ellos mismos pidieron ser bautizados en base a su fe confesada en Cristo Jesús como único y suficiente salvador. No lo consideraban otro bautismo sino el único verdadero fundado en el Nuevo Testamento.

La reunión bautismal del 21 de enero de 1525 se había realizado bajo fuerte amenaza de persecución. Muy pronto los anabautistas empezaron a ser apresados y muchos de ellos martirizados. Esto produjo una diáspora, donde los hermanos, llenos de convicción y valor diseminaron por toda Europa el mensaje de una iglesia de creyentes, de auténticos seguidores del Señor Jesús.

Hoy en día, en el siglo XXI, es difícil imaginar cuánto conflicto produjo este tema del bautismo, ya que hoy tal vez no valoramos la libertad que tenemos de elegir que es lo que creemos y a qué iglesia vamos. Actualmente la gran mayoría de las iglesias evangélicas practican el bautismo de fe de creyentes, pero no fue así en el siglo XVI.

Aunque usted no tenga nada que ver con las iglesias anabautistas (menonitas, amish, hermanos en Cristo, Meserete Kristos, Hutteritas, y otras), tal vez su iglesia debe agradecer a aquellos valientes creyentes que pusieron en juego su vida, buscando el ideal de una iglesia libre, donde todos sean hermanos, y donde nadie este por obligación de algún tipo de poder.

También le animo a evaluar su iglesia. ¿Es una iglesia libre? ¿Son todos iguales como hermanos? ¿Practican el bautismo de fe? ¿Son una iglesia de paz? El Señor nos ayude a seguir formando iglesias conforme a su modelo en Cristo y en los ideales del Nuevo Testamento.

• Los principales textos citados son del libro: Vivir desde el Futuro de Dios. Introducción a la teología cristiana. Alfred Neufeld. (2006). Ediciones Kairós. Buenos Aires, Argentina.