El aburrimiento está infravalorado en nuestra sociedad. Nos apostamos lo que quieras -en serio, lo que quieras- a que no eras consciente de que hoy se cumplían 65 años del día más aburrido (hasta el momento) de la historia: el 11 de abril de 1954. Y estamos seguros de que no estabas planeando celebrar este día de ninguna forma posible, ni siquiera tratando de memorizar la primera página del Boletín Oficial del Estado (que es lo más aburrido que se nos ha ocurrido). Oficial, lo que se dice oficial no es que sea esta efeméride, pero en noviembre de 2010, un programa informático, desarrollado por William Tunstall-Pedoe, analizó en un ordenador nada menos que 300 millones de datos vinculados a acontecimientos históricos a lo largo y ancho de los siglos XX y XXI y se encontró con que en esa fecha no había ocurrido absolutamente nada relevante. Quitando unas elecciones generales en Bélgica cuyo resultado estaba cantado y que se celebraron en paz y armonía, y el nacimiento de un académico y científico turco, Abdullah Atalar, no hay nada destacable ese día. Nada. ¿O sí? Ahora vamos con ello.

¿A Santo de qué se le ocurrió a alguien medir cuál ha sido el día más aburrido de la historia? "Se nos ocurrió que podíamos ser capaces de medir objetivamente la importancia de cada día en la Historia. Algunos días tienen muchos eventos y algunos días suceden muchos menos, pero también podemos estimar objetivamente la importancia de estos eventos. Para divertirnos, escribimos el programa. Cuando obtuvimos los resultados, nos encontramos con que el ganador (o tal vez el perdedor) fue el 11 de abril de 1954, un domingo en la década de 1950. Nadie significativo murió ese día, aparentemente no ocurrió ningún evento importante y, aunque el día típico en el siglo XX tiene muchas personas notables naciendo, por alguna razón ese día solo tenía uno que podría hacer esa afirmación: Abdullah Atalar, un académico turco", contó en su día William Tunstall-Pedoe en su (ya desaparecido) blog (su empresa True Knowledge, un proyecto de Amazon, se reconvirtió luego en Evi y pasó finalmente a formar parte de Amazon Alexa).

Por lo general, a lo largo de la Historia (así, con mayúscula al principio) cada día nacen y mueren muchas personas famosas; suceden todo tipo de cosas reseñables. Al día siguiente, el 12 de abril de 1954, sin ir más lejos, Bill Haley and the Rockets grabaron Rock around the clock en una grabación mítica en un pequeño estudio de Nueva York, que es una canción que yo asocio con mi infancia y con un recuerdo emocionante y divertido de mi padre bailando sin zapatos, deslizándose por el parqué de casa. Pero, según Tunstall-Pedoe, este día en particular se destacó por no haber pasado casi nada (si quitamos a Bill Haley preparándose para grabar su disco al día siguiente -que tendría que estar cualquier cosa menos aburrido ante la excitación de la grabación al día siguiente- para que yo pueda tener ese recuerdo 65 años después). A ver, que no es que no pasara nada, es que, según él, fue "espectacularmente invisible" en términos de las noticias que sucedieron ese día.

Efectivamente no hay nacimientos 'oficialmente' reseñables. Unos días antes y unos días después, sí. Por ejemplo, Jackie Chan nació el 7 de abril de 1954, cinco días antes. El gran humorista Millán Salcedo, nació cuatro días después de la fecha en cuestión: el 14 de abril. Ellen Barkin, la actriz estadounidense, el 16 de abril. El 23 de abril, Michael Moore. El 30 de abril la directora de cine neozelandesa, Jane Campion. ¿Pero y los nacimientos y las muertes de personas no famosas?

Porque a nosotros nos surge la pregunta: ¿Que no hubiera noticias destacables supone que fuera un día aburrido? Y también: ¿Noticias destacables para quién? Porque para coronorarle como el día más aburrido de la historia tendría que ser verdaderamente aburrido. ¿O acaso un día sin guerras y sin asesinatos y sin violencia y sin envidia es un día aburrido? Eso lo que es, es una utopía (el 11 de abril de 1954, por cierto, había una guerra en Indochina, que no entendemos por qué no entró en el ordenador que calculó el día más aburrido).

De todas formas, dado el flujo de noticias en 1954, que es diferente al que tenemos hoy, no quiere decir que no hubiera noticias. ¿Qué pasa con la Guerra de Indochina? En esos días se estaba librando la tercera ofensiva de Dien-Bien-Phu por parte del Viet-minh. Un mes antes, el 1 de marzo Estados Unidos había lanzado Castillo Bravo, la bomba H más potente hasta la fecha en el atolón Bikini, 15 megatones de pura imbecilidad, mil veces más potente que las bombas de Hiroshima. Los efectos de esa bomba tenían que seguir vigentes en el ecosistema un mes después. Y eso tenía que haber agitado conciencias, suscitado sospechas y levantado el temor. Ese experimento tuvo que tener efectos a lo largo de marzo y abril y mayo de ese año. En Egipto las cosas estaban calentitas. Gamal Abdel Nasser estaba a punto de repetir como primer ministro. Así que el mundo tranquilo, lo que se dice tranquilo y aburrido no estaba.

¿Verdaderamente fue un día aburrido? Lo mismo nació tu madre, que es una tipa genial. O la madre de tu mejor amigo, ambos también geniales. O el abuelo -ese tipo tan divertido- de la que será tu pareja en el futuro (aunque todavía no os hayáis conocido). ¿Aburrido? ¿Qué parámetros realmente marcan el aburrimiento? ¿Nació algún médico que luego haya salvado vidas? ¿Algún policía, algún maestro? ¿Cuántos niños nacieron ese día en concreto en la historia? ¿El padre de algún investigador? ¿Y muertes? ¿No hubo ninguna muerte? ¿En serio? ¿Ningún asesinato?

Y luego está la pregunta: ¿la gente se aburrió ese día? Porque tendría que haberse aburrido la población para considerarlo aburrido. Por ejemplo, en España, unas semanas antes (piensa que estábamos en plena dictadura, porque las películas son anteriores) se habían estrenado en las principales capitales de provincia (con cine) El prisionero de Zenda y El mayor espectáculo del mundo, dos películas que para la persona que las viera por primera vez no debían resultar en absoluto aburridas. Ver a James Stewart, Charlton Heston, Stewart Granger, Deborah Kerr, ay, Deborah Kerr, no deja a nadie indiferente. ¿Ver por primera vez El mayor espectáculo del mundo? Venga, hombre, ¿cómo iba a ser eso aburrido? Sobre todo teniendo en cuenta que el 11 de abril fue domingo de Ramos. Final de Semana Santa + dictadura = Me voy pitando al cine.

Hemos repasado los diarios españoles en busca de noticias reseñables del 11 de abril, y hemos encontrado una que, a nuestro juicio, echa por tierra lo del día más aburrido. En un principio íbamos a haber tirado por la victoria del Barça al Sevilla en Las Corts por 4 a 1 en el que ni la defensa más violenta de los andaluces consiguió parar al Barcelona. Campanal lesionó a Kubala, pero eso no nos parecía suficiente. La noticia venía de Dortmund, Alemania. Erna Seippel, una mujer de 52 años, apedreó a plena luz del día más de cien ventanas del Ayuntamiento de Dortmund después de que la hubieran despedido. Cien ventanas. ¿A ti no te llama la atención? Seguro que para los que la vieran no fue el día más aburrido de la historia.