Oh, pero si son mis queridos lectores. No os esperaba a estas horas. Justo iba a cenar algo frugal, venid y compartid mis escasas viandas. Lamento no poder ofreceros nada más que jabalíes ( incluyendo lengua de jabalí, claro ), embutidos, cerveza y unas cuantas rebanadas de pan.
Tumbáos, por favor. Ah, que bién se está en esta Residencia de los Dioses, en plena Armórica. Casi parece que estoy en una villa y no en una insulae perdida en los bosques galos donde una panda de locos jabalífobos resisten ahora y siemrpe al invasor.
Bebed, comed, cantad, esta es la vida que espera a los habitantes de este lugar, tal y como decía el folleto inarrugable que me dieron en el Anfiteatro, allá en Roma, a solamente tres semanas de aquí.
La Residencia de los Dioses es posiblemente mi tebeo preferido de Astérix. Con esto os aviso de que imparcial al 200 % no lo voy a ser en esta reseña.
La RDD es una preciosidad ee historia, donde hay dos subhistorias. La primera es la odisea de los esclavos para crear el claro del bosque donde construir esta miniciudad con la que civilizar a los galos locos….La segunda son las desdichas-peripecias de los habitantes del único edificio construido, habitado primero por civiles y luego por legionarios…
Yo fuí seducido por cosas como estas, ante las que cualquier enamorado de la Roma Clásica caerá rendido.
A nivel de guión la historia es una preciosidad, incluyendo la mejor ( a mi humilde parecer ) de todos los juegos de palabras de la serie enterita.
A nivel de dibujo, a Uderzo se le vá la olla y crea una serie de maravillas gráficas. Dejando de lado cosas como el folleto de antes, donde las manitas dibujadas nos hacen compartir el punto de vista del personaje, tenemos maravillas como estas dos imágenes.
Donde casi sin dibujo nos mete en la historia. Una escena nocturna que contrasta con la versión diurna, en una página-viñeta de esas que tanto me gustan.
El arquitecto frustado que hay en mí, y el amante de las construcciones clásicas que soy, se alían para adoran escenas como estas. Casi parecemos ser vecinos de esa urbanización condenada desde su inicio.
Y para los maquetistas fracasados, que somos algunos, ¿qué mejor viñeta que esta?
Y si, sé que ignoro toda la crítica social y mercantil del guionista, pero es que el simple dibujo y la creación de espacios me dejan tonto en este álbum.
Precioso y pidiendo a gritos una relectura más.
