Cada vez que rezas el Rosario saludas a la Virgen María y le envías rosas, solían decir las abuelas y repiten los catequistas. El Rosario, resume Desde la Fe, “es una piadosa oración que sintetiza la vida de Jesús y de la Virgen María”.

Cuando rezamos un Ave María le damos a la Virgen una rosa. Un rosario completo le hace una corona, dice a modo de invitar al rezo

A través del Rosario, “se le solicita su intercesión por nosotros ante su Hijo y Dios Padre”.

Para el papa Francisco, citado en AciPrensa, el Rosario “es la oración más hermosa que podemos ofrecer a la Virgen María” y es “un arma que nos protege de los males y de las tentaciones”.

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“Tiene el compendio de toda la historia de nuestra salvación”, apuntó sobre este rezo.

Qué es el denario

El denario, llamado también decenario o decenio, “es una especie de pulsera que presenta 10 cuentas consecutivas; la misma puede estar elaborada con materiales como la madera, plástico, metal, cristal, perlas u otros, e incluso en ocasiones viene con imágenes religiosas de la Virgen María, Jesús o de algún santo”.

Así lo describe el site La liturgia de las horas, donde añaden que “es es una especie de Rosario pero más pequeño, que puede ser llevado como pulsera a todas partes”.

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Rosario inteligente para incentivar a los jóvenes a rezar.

Cómo rezar el Rosario

Rezar el Rosario implica “meditar, cada día, al menos cinco ‘Misterios’ y en cada uno rezar un Padrenuestro, diez Avemarías y un Gloria al Padre, explica Desde la Fe.

Para empezar la meditación, si estás en casa, busca un sitio apacible.

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Pasos a seguir:

1. Inicia haciendo la señal de la cruz.

2. Haz un acto de contrición (arrepentimiento).

3. Anuncia cada Misterio.

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Dedica un momento a meditarlo. Relaciónalo con lo que estás viviendo y dialoga con María al respecto, sea para agradecerle o encomendarle una petición.

Estos son los Misterios a meditar:

  • Misterios gozosos (lunes y sábado)
  • La Anunciación (Lc 1, 28-38).
  • La Visitación (Lc 1, 39-56).
  • El Nacimiento de Jesús (Lc 2, 1-7).
  • La Presentación del Niño en el Templo (Lc 2, 22-38).
  • El Niño perdido y hallado en el Templo. (Lc 2, 41-50).

Misterios dolorosos (martes y viernes)

  • La oración de Jesús en el Huerto (Lc 22, 39-46).
  • La flagelación del Señor (Jn 19,1).
  • Jesús es coronado de espinas (Mt 27, 27-30).
  • Jesús camina al Calvario con la cruz a cuestas (Jn 16b-17).
  • La crucifixión y muerte de nuestro Señor (Lc 23, 44-46).

Misterios gloriosos (miércoles y domingo)

  • La Resurrección del Señor (Lc 24, 1-8).
  • La Ascensión del Señor (Lc 24, 50-53).
  • La venida del Espíritu Santo (Hch 2, 1-4).
  • La Asunción de Nuestra Señora a los Cielos (Sal 45, 11-16).
  • La Coronación de la Santísima Virgen (Ap 11, 19-12,1).

Misterios luminosos (jueves)

  • El Bautismo de Jesús en el Jordán (Mt 3, 13-17).
  • La autorrevelación de Jesús en las bodas de Caná (Jn 2, 1-11).
  • El anuncio del Reino de Dios invitando a la conversión (Mc 1,14-15).
  • La Transfiguración (Mt 17, 1-8).
  • La institución de la Eucaristía (Mt 26, 26-29).

4. En cada Misterio reza un Padrenuestro, diez Avemarías, un Gloria, y puedes añadir alguna de estas jaculatorias:

  • María, Madre de gracia, Madre de misericordia, en la vida y en la muerte ampáranos, gran Señora.
  • ¡Oh Jesús mío!, perdona nuestros pecados; líbranos del fuego del infierno. Lleva al cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de Tu misericordia.
  • Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío.
  • Bendito san José, aumenta nuestra fe.

5. Al final del Rosario puedes rezar la Salve, la Letanía y terminar con esta oración:

Te suplicamos nos concedas, Señor, Dios Padre nuestro, gozar de continua salud de alma y cuerpo, y por la gloriosa intercesión de la bienaventurada siempre Virgen María, vernos libres de las tristezas de la vida presente y alcanzar los gozos de la vida eterna. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

6. Reza un Padrenuestro y un Avemaría por las intenciones del Papa.

Así se reza el denario

De acuerdo con La liturgia de las horas, “hay dos formas para rezar el denario, la primera es rezar una jaculatoria (frase a la Virgen María) por cada cuenta, en vez de un Ave María.

La segunda opción es meditar un misterio, al mismo tiempo de que se reza un Padre Nuestro y una Ave María por cada dos cuentas del denario”.

Para un rezo más especifico, invitan a seguir estos pasos:

Hacer la señal de la cruz y rezar tanto el credo como un Padre Nuestro.

1- Rezar un Ave María.

2- Jaculatoria: “María, Madre de gracia, Madre de misericordia, defiéndenos de nuestros enemigos y ampáranos ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén”.

3- Ave María.

4- Oración de Fátima: “Jesús, perdónanos nuestros pecados, sálvanos del fuego del infierno y guía todas las almas al Cielo, especialmente aquellas que necesitan más de tu misericordia”.

5- Ave María.

6- “María Madre mía, Virgen María, auxíliame, Bendita Seas Madre mía. María, Madre de gracia, Madre de misericordia, defiéndenos de nuestros enemigos y ampáranos ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén”.

7- Ave María

8- “Señor mío, Dios mío. Hágase tu voluntad. María, Madre de gracia, Madre de misericordia, defiéndenos de nuestros enemigos y ampáranos ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén”.

9- Ave María

10- “El Señor es mi pastor, nada me faltará”.

Gloria.

Salve.

Rosario de cinco decenas

Este rosario lo conforman cinco decenas, cada una compuesta por un Padrenuestro, diez Avemarías y un Gloria.

Para llevarlo a cabo respete este orden, sugerido en El Tiempo:

1- Recite la oración inicial (opcional).

2- Rece el Padre Nuestro.

3- Rece un Ave María.

4- Recite el Credo de los Apóstoles (Creo en Dios Padre…)

5- Recite el Padre Eterno

Padre Eterno, Te ofrezco el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu Amadísimo Hijo, nuestro Señor Jesucristo, como propiciación de nuestros pecados y los del mundo entero.

6- Haga diez veces Por Su dolorosa Pasión en las cuentas del Ave María.

7- Repita por cuatro decenas, recitando el “Padre Eterno” en la cuenta grande del “Padre Nuestro y Por Su dolorosa Pasión” en las cuentas pequeñas del Ave María.

8- Al terminar las cinco decenas, en el medallón, recite la doxología tres veces (Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo entero.).

9- Recite la oración final (opcional).

(I)

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