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Religión

Salmo 91 y otros salmos para la protección del hogar, la familia y la vida

Los salmos son un conjunto de cinco libros de poesía religiosa.

Los salmos son un conjunto de cinco libros de poesía religiosa.

Foto:iStock

Esta recopilación de versos bíblicos le ayudarán a extender plegarias ante adversidades.

Desde tiempos inmemorables la poesía lírica religiosa ha sido conservada y cultivada por el pueblo elegido por Dios, Israel. En las páginas del salterio, decenas de salmos aguardan impenetrables para fungir como instrumento de alabanza entre los creyentes.
Los poemas y las plegarias no solamente están reservadas para la literatura. La historia que data de cientos de años atrás ha demostrado que la religión custodia tesoros líricos cuya existencia se encuentra justificada con la necesidad de adoración y alabanza divina hacia Dios.
Precisamente los salmos constituyen la materialización del agradecimiento y la fe de los millones de feligreses que acuden a este tipo de composiciones sagradas para recitar la benevolencia y divinidad de la deidad de los cristianos.
De acuerdo con la Real Academia Española (RAE), la palabra salmo, etimológicamente hablando, proviene del latín psalmus, que a su vez encuentra sus raíces en el término griego psalmoi, cuyo significado es alabanza. Por lo que, en últimas, los salmos son composiciones que, principalmente y en la mayoría de los casos, tienen como finalidad elogiar a Dios.
En los sacros versos del salterio se pueden encontrar solemnes himnos de oración en los que, con palabras poéticas y en tonos melodiosos, los creyentes pueden mostrar el regocijo y la gratitud por las maravillas y milagros efectuados por Dios.
Los salmos responden a distintos propósitos. Pueden ayudar a alabar o mostrar lamentos.

Los salmos responden a distintos propósitos. Pueden ayudar a alabar o mostrar lamentos.

Foto:iStock

“La mayor parte de la Biblia nos habla, pero los salmos hablan por nosotros”, fueron las palabras de Atanasio, obispo de Alejandría en el siglo IV, que reposan en los registros bíblicos.
De esta manera, los salmos se encuentran divididos por doxologías en cinco colecciones:
- Libro primero, del 1-41.
- Libro segundo, del 42-72.
- Libro tercero, del 73-89.
- Libro cuarto, del 90-106.
- Libro quinto, del 107-150.
Desde himnos (cánticos de Sión y salmos del reino de Dios) hasta súplicas de sufrimiento, acción de gracia, salmos mesiánicos, didácticos y de sabiduría, el salterio cuenta con un amplio repertorio en el que la protección pasa a ser no sólo una petición, sino una muestra de confianza en el poder favorecedor de Dios, según el portal web de noticias ‘Aleteia’.

Salmo 91

Como salmo de protección, se invoca principalmente en los momentos difíciles. Es considerado una composición mesiánica de confianza y lamento en tiempos de peligro para hacer frente a las fuerzas malignas que amenazan con llevarse la paz y la tranquilidad de los creyentes.
Mientras que en la Biblia hebrea se atribuye la autoría de este salmo a Moisés, profeta y legislador, pues no tiene título (solamente el salmo 90 está asignado a Moisés); en la Biblia de los Setenta, se encuentra asociado con David, tal y como indica su encabezado ‘Un cántico de alabanza relacionado con David’.
Sea cuál sea su procedencia, su propósito es claro: mostrar que quien hace de Dios su hogar siempre contará con la protección del ‘Todopoderoso’.
El salmo 91 es uno de los más recitados por los creyentes.

El salmo 91 es uno de los más recitados por los creyentes.

Foto:iStock

El que habita al abrigo del Altísimo
Morará bajo la sombra del Omnipotente.
Diré yo al Señor: Esperanza mía, y castillo mío;
Mi Dios, en quien confiaré.
Él te librará del lazo del cazador,
De la peste destructora.
Con sus plumas te cubrirá,
Y debajo de sus alas estarás seguro;
Escudo y adarga es su verdad.
No temerás el terror nocturno,
Ni saeta que vuele de día,
Ni pestilencia que ande en oscuridad,
Ni mortandad que en medio del día destruya.
Caerán a tu lado mil,
Y diez mil a tu diestra;
Mas a ti no llegará.

Salmo 121

En esta composición el salmista tiene conciencia de que el creador actuará eficazmente en su acción salvífica. Se habla específicamente de un camino difícil, como de peregrinaje, en el que Dios intercede como auxilio y salvador: los protege, los guarda en la cuesta y vela por la vida de cada uno en el entramado trayecto.
El paradigma resulta igual que en el anterior salmo, el hombre está para Dios y Dios está para el hombre. La pregunta que eclipsa los versos en esta oportunidad es precisamente la de “¿De dónde vendrá mi socorro?”. La respuesta no tarda en llegar: viene de la deidad cristiana.
En este salmo Dios es una figura de protección incondicional para los feligreses.

En este salmo Dios es una figura de protección incondicional para los feligreses.

Foto:iStock

Nuevamente el salmo da a entender que el ‘Creador’ se erige como una figura incondicional a la que los feligreses pueden acudir cuando se encuentren en situaciones difíciles. Al igual que con el salmo 91, los registros apuntan a que su autor original fue Moisés, mientras que otros apuestan por el rey David.
Alzaré mis ojos a los montes.
¿De dónde vendrá mi socorro?
Mi socorro viene del Señor,
que hizo los cielos y la tierra.
No dejará que resbale tu pie;
no se adormecerá el que te guarda.
He aquí, no se adormecerá ni dormirá
el que guarda a Israel.
El Señor es tu guardador;
El Señor es tu sombra a tu mano derecha.
El sol no te herirá de día,
ni la luna de noche.
El Señor te guardará de todo mal;
él guardará tu alma.
El Señor guardará tu salida y tu entrada
desde ahora y para siempre.

Salmo 46

Según la organización estadounidense Compassion Internacional, el salmo 146 es “una fuente de consuelo en tiempos difíciles”, en tanto sus versos parecen hacer alusión a que Dios será el salvavidas, la esperanza y la resistencia en medio del panorama desalentador.
El título del salmo es ‘Al músico principal; de los hijos de Coré. Salmo sobre Alamot’. De acuerdo con algunos movimientos cristianos como ‘Enduring Word’, los hijos de Coré eran levitas, una de las doce tribus de Israel que se dedicaron a servir a la adoración del templo durante el reinado de David.
Según los creyentes, este 28 de enero sería la resurección de los que creen en Jesucristo.

Según los creyentes, este 28 de enero sería la resurección de los que creen en Jesucristo.

Foto:iStock

A diferencia de otras composiciones que inician con la descripción de la crisis del salmista, esta en especial hace alusión a la provisión de ayuda por parte de Dios, por lo que da a entender que mientras ‘El Salvador’ esté con ellos, no habrá nada que temer.
Dios es nuestro amparo y fortaleza,
nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.
Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida
y se traspasen los montes al corazón del mar;
aunque bramen y se turben sus aguas,
y tiemblen los montes a causa de su braveza.
Del río sus corrientes alegran la ciudad de Dios,
el santuario de las moradas del Altísimo.
Dios está en medio de ella; no será conmovida.
Dios la ayudará al clarear la mañana.
Bramaron las naciones, titubearon los reinos;
dio él su voz y se derritió la tierra.
¡El Señor de los ejércitos está con nosotros!
¡Nuestro refugio es el Dios de Jacob!
Venid, ved las obras del Señor,
que ha hecho portentos en la tierra,
que hace cesar las guerras hasta los fines de la tierra,
que quiebra el arco, corta la lanza
y quema los carros en el fuego.
«Estad quietos y conoced que yo soy Dios;
seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra»
¡El Señor de los ejércitos está con nosotros!
¡Nuestro refugio es el Dios de Jacob!

Salmo 127: por la familia y el hogar

De acuerdo con la Biblia, el rey David fue un pastor de ovejas, ungido del ‘Señor’, libertador del pueblo de Israel, guerrero y padre de, al menos, dos decenas de hijos, entre las que estaba incluido Salomón, futuro heredero al trono.
Según varias escuelas bíblicas, aunque David fue un triunfador en la vida pública (al hacerse con la victoria de varias campañas militares), no obtuvo la misma suerte en la esfera privada, en la que perdió a varias de sus mujeres. Con un cúmulo de triunfos y derrotas a sus espaldas, al parecer, redactó los versos del salmo 127 para su hijo Salomón.
David, Jesús, Matías, Samuel, Caín, Jacob, Eva, Belén, Génesis, Dalila y Magdalena son algunos de los nombres de la Biblia que usan los colombianos para registrar a los recién nacidos.

David, Jesús, Matías, Samuel, Caín, Jacob, Eva, Belén, Génesis, Dalila y Magdalena son algunos de los nombres de la Biblia que usan los colombianos para registrar a los recién nacidos.

Foto:iStock

Este salmo constituye uno de los tantos que los peregrinos habrían cantado durante la subida a la ciudad de Jerusalén para las fiestas nacionales. Su enseñanza es sencilla pero poderosa: los creyentes están llamados a desarrollar su vida en medio de un ambiente hostil en el que los enemigos y la muerte se encuentran a la vuelta de la esquina. No obstante, todos los esfuerzos resultarán inútiles si no se lleva a Dios como consigna.
Más que un salmo de protección, la composición 127 (‘La prosperidad viene de Jehová’) se establece como una invitación de Dios para construir hogares, ciudades y familias en su nombre.
Si el Señor no construye la casa,
el trabajo de los constructores es una pérdida de tiempo.
Si el Señor no protege la ciudad,
protegerla con guardias no sirve para nada.
Es inútil que te esfuerces tanto,
desde la mañana temprano hasta tarde en la noche,
y te preocupes por conseguir alimento;
porque Dios da descanso a sus amados.
Los hijos son un regalo del Señor;
son una recompensa de su parte.
Los hijos que le nacen a un hombre joven
son como flechas en manos de un guerrero.
¡Qué feliz es el hombre que tiene su aljaba llena de ellos!
No pasará vergüenza cuando enfrente a sus acusadores en las puertas de la ciudad.

Salmo 18

Algunos especialistas bíblicos han alertado que el salmo 18 tomó prestado material del ‘Segundo Libro de Samuel’, pues al igual que este último, la composición relata la alabanza que hizo David al ‘Señor’ para que le otorgara la victoria en la guerra.
Se especula que el salmo 18 pudo haber sido escrito cuando David se encontraba casi en el final de su vida. La glorificación de las múltiples obras y milagros de Dios por parte del antiguo rey de Israel dan cuenta de ello.
Por el momento, el catolicismo es la religión predominante en Colombia.

Por el momento, el catolicismo es la religión predominante en Colombia.

Foto:iStock

Además de ser uno de los salmos más famosos, el cántico exaltaría la protección incondicional del ‘Todopoderoso’ hacia su pueblo. En especial, David describe el cuidado de Dios a través de algunos símbolos: fortaleza ante la cual los enemigos no podrán herir; una roca que no podrá ser movida por nadie que ose a lastimar a los creyentes; y un escudo que siempre se interpone entre el peligro y los feligreses.
Te amo, oh Señor, fortaleza mía.
Señor, roca mía y castillo mío, y mi libertador;
Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré;
Mi escudo, y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio.
Invocaré al Señor, quien es digno de ser alabado,
Y seré salvo de mis enemigos.
Me rodearon ligaduras de muerte,
Y torrentes de perversidad me atemorizaron.
Ligaduras del Seol me rodearon,
Me tendieron lazos de muerte.
En mi angustia invoqué al Señor,
Y clamé a mi Dios.
Él oyó mi voz desde su templo,
Y mi clamor llegó delante de él, a sus oídos.
La tierra fue conmovida y tembló;
Se conmovieron los cimientos de los montes,
Y se estremecieron, porque se indignó él.
Humo subió de su nariz,
Y de su boca fuego consumidor;
Carbones fueron por él encendidos.
Inclinó los cielos, y descendió;
Y había densas tinieblas debajo de sus pies.
Cabalgó sobre un querubín, y voló;
Voló sobre las alas del viento.
Puso tinieblas por su escondedero, por cortina suya alrededor de sí;
Oscuridad de aguas, nubes de los cielos.
Por el resplandor de su presencia, sus nubes pasaron;
Granizo y carbones ardientes.
Tronó en los cielos El Señor,
Y el Altísimo dio su voz;
Granizo y carbones de fuego.
Envió sus saetas, y los dispersó;
Lanzó relámpagos, y los destruyó.

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