“Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente y venimos a adorarle” (Evangelio de Mateo, 2: 10).
Los textos religiosos señalan que el rey Herodes animó a los magos a ir en busca de Jesús para saber más de él con el fin de adorarlo. Al emprender el camino se dieron cuenta de que el punto de luz todavía hacía presencia.
“La estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos, hasta que llegando se detuvo sobre donde estaba el niño. Y al ver la estrella se regocijaron con muy grande gozo” (Evangelio de Mateo, 2: 9, 10).
Los reyes magos, Melchor, Gaspar y Baltasar, ingresaron a la choza y vieron al niño al lado de María. Abrieron sus tesoros y le regalaron oro, incienso y mirra. Luego partieron por otro camino para evitar encontrarse con el rey Herodes, pues tenían malos presentimientos.
La estrella de Navidad desde la astronomía
A lo largo de los años, varios científicos y astrónomos han tratado de identificar el evento y la fecha exacta en la que la estrella de Navidad habría iluminado el firmamento, durante el año 6 y 1 a.C, periodo de tiempo en el que se cree que habría nacido Jesús.
Como le contó el experto Jorge Zuluaga a este diario, Johannes Kepler se asombró cuando vio la triple conjunción (aproximación) de Júpiter, Saturno y Marte en 1603 y quedó atónito al ver una supernova en 1604. Hizo los cálculos y, según él, los eventos astronómicos habrían fundamentado la estrella.
Germán Puerta, divulgador científico del Planetario de Bogotá, escribió una columna para EL TIEMPO, meses atrás. “Si este episodio efectivamente sucedió ¿en realidad qué vieron en el cielo los célebres reyes magos? ¿Cuál es la verdadera identidad de la Estrella de Navidad?”, se preguntaba.
El experto hizo un recuento de los fenómenos astronómicos que habrían ocurrido entre el año 4 y 1 a.C. Entre ellos estaba la conjunción (aproximación) de Venus y Júpiter que tuvo lugar el 12 de agosto del año 3 a. C.
“Se encuentran en conjunción sobre el horizonte oriental; los sabios deciden viajar, lo cual toma meses de preparación, tiempo suficiente para que los planetas se separen, quedándose Venus en Oriente y próximo al Sol, mientras Júpiter se va desplazando (…), señalando así la ruta a Belén”, dijo.
La Nasa se ha referido a la estrella de Navidad, pero la atribuyó a la conjunción de Júpiter y Saturno, en la cual los planetas se ven más cerca el uno del otro. Este evento solo puede ser visto cada 20 años y, de hecho, ocurrió en diciembre de 2020.
Así las cosas, no se conoce exactamente cuál fenómeno astronómico originó la llamada estrella de Navidad. A pesar de eso, en la tradición religiosa está muy presente y, por tanto, cada diciembre se recuerda en el árbol de Navidad.
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